De Letizia a Mette-Marit, las 'royals' europeas homenajean a la moda británica en la recepción

Todavía queda el acto más relevante en torno a la coronación de Carlos III, pero podemos afirmar que, en cuestiones de estilo, las mujeres de la realeza europea lo han dado todo. Acertaron en la recepción celebrada anoche en el palacio de Buckingham. Fue breve, con unos 2.000 invitados aproximadamente entre royals, políticos, personalidades y otras figuras de la alta sociedad mundial. Sin desmerecer la finalidad del acto, recibir y agasajar a los invitados venidos de todos los rincones para ser testigos de la coronación del rey Charles, el despliegue de looks con la moda británica como telón de fondo fue la estrella protagonista en clave fashion.

Encabeza este escuadrón la reina Letizia, pero no estuvo sola. A ella se sumaron Mette-Marit, Mary de Dinamarca y María Teresa de Luxemburgo. Las cuatro escogieron prendas firmadas por marcas o diseñadores ingleses como guiño al país.

De la última colección primavera-verano que Victoria Beckham presentó en la Semana de la Moda de París el pasado mes de marzo rescató la mujer de Felipe VI el vestido para acudir a la recepción en Buckingham. Un modelo con varios rasgos de tendencia y antecedentes como Kendall Jenner, Bella Hadid o la propia diseñadora y mujer de David Beckham, que lo llevaron antes que nuestra reina.

Se trata de un diseño confeccionado en un tejido satinado de color verde que, aunque cueste verlo, presenta un discreto estampado en el mismo tono. En cuanto al patrón, cuello a la caja, manga corta de silueta capa, costura drapeada en el eje central y falda suelta de largo midi.

A diferencia de los aderezos incluidos en el atuendo con el que la afamada modelo paseó por los pasillos del claustro del Val-de-Grâce, donde tuvo lugar el show, con guantes y medias de vinilo, sandalias y bolso de flecos, Letizia, con sus accesorios, le ha dado un vuelco de estilo. La elegancia del azul noche para el bolso, una cartera de mano de Magrit, y los zapatos, unos salones básicos de ante de Nina Ricci, y tres joyas dignas de mención.

Por un lado, los pendientes, de estreno. Por otro, la pulsera de zafiros, una vieja conocida de su joyero. Y, para rematar, un joyón que pertenece a la reina Sofía, un broche en forma de lazo.

El estilismo elegido por Mette-Marit no dejó indiferente a nadie. Aunque, a priori, llamó nuestra atención por su originalidad, una vez que indagamos de quién y cuándo era, entendimos el porqué. Moda británica sí, y moda vintage. Sumándose a la tendencia de rescatar prendas de archivo que tantas famosas practican para poner un pie en las alfombras rojas, la mujer de Haakon viajó hasta 2016 para apoderarse de la chaqueta.

Al británico Alexander McQueen pertenece el look de la noruega. Forma parte de la colección primavera-verano de 2016 que se presentó en Londres. Con el fallecimiento del diseñador en 2010, la británica Sarah Burton asumió la dirección creativa de la enseña y este fue uno de los modelos que desfilaron aquel año.

El vestido de color blanco presenta un cuello cerrado, panel plisado en el cuerpo, corte en la cintura y una falda de silueta evasé con largo midi. Pasamos ahora a analizar la pieza más arriesgada de su outfit. Se trata de una chaqueta asimétrica que combina dos colores en su corte, rojo fuerte y blanco. Un cierre lateral con dos botones en acabado plata, un cuello desestructurado, manga larga y bajo acabado con picos desigual suman aún más potencia a la prenda que de por sí y atendiendo solo al juego cromático ya es suficiente.

Un estilismo vintage que Mette-Marit combinó con un colgante de perlas con broche de corazón dorado personalizado de FoundRae Fine Jewelry, unos pendientes discretos, una cartera de mano rígida con animal print de VBH y unos zapatos de salón en nude de Christian Louboutin.

Más guiños en forma de looks a la industria de la moda británica con Mary de Dinamarca. Curiosamente, es de las pocas que no ha estrenado para la ocasión. Rebuscando en su fondo de armario, la mujer del príncipe Federico desempolvó de su guardarropa el vestido de Andrew Gn para la confirmación de su hija Isabella en abril del año pasado.

Acompañado de complementos diferentes a los que lució en aquella cita familiar, el diseño en color coral copó el protagonismo de su atuendo a las puertas del palacio de Buckingham. Fabricado con un material liviano, es un vestido con cuello redondo, mangas abullonadas con puños ajustados, cinturón a tono con broche de piedras multicolores y falda en línea A de largo midi.

En el terreno de los accesorios, un pequeño bolso de mano de estructura rígida bordado con piedras azul turquesa y unos zapatos de salón de color beis, ambos de Prada, y unos sencillos pendientes de diamantes de Bruun Rasmussen Auctioneers.

Aunque nació en Singapur, el diseñador Andrew Gn se asentó pronto en Londres, en su adolescencia, y tras cursar sus estudios de moda, lanzó en la marca que hoy, además de Mary de Dinamarca, veneran otras royals y famosas.

María Teresa de Luxemburgo cierra. Al igual que Mary, recurrió a su fondo de armario para volver a llevar el traje de chaqueta de Alexander McQueen que llevó para posar en las fotografías oficiales con motivo de su 40º aniversario de boda con Enrique de Luxemburgo.

Dos prendas, una americana y un pantalón, a los que, tomando como base el patrón clásico, la enseña británica añadió su toque distintivo con aberturas en las mangas de la primera y en el bajo del segundo, y decorándolas con una blonda de encaje en el mismo tono. A sus pies, unos zapatos de tacón sensato de Prada.