Dior exhibe su colección más minimalista: vestidos capa, blanco y líneas puras

El ritmo de la casa Dior es imparable. Lo cierto es que se nos escapan la cantidad de shows que Maria Grazia Chiuri ha capitaneado este año. París, Bombay, México, Lago de Como y otra vez París.

Con la colección otoño-invierno 2023/2024 desfilando en la capital francesa, la maison nos presenta ahora su línea de alta costura y lo hace, como siempre, rodeada de embajadoras, musas y celebrities.

"La primera pista de la nueva colección de Maria Grazia Chiuri nos llega por cortesía de la filósofa Adriana Cavarero, autora de 'A pesar de Platón', quien habla sobre las narrativas femeninas en la mitología antigua", comienza el post que la firma dejó hace unos días en sus redes sociales. "Fundamentalmente, mi perspectiva es volver a visitar lo antiguo. La filosofía occidental desde un punto de vista subjetivo femenino. Por ejemplo, Homero relata un extraño episodio cuando Odiseo regresa a casa y han pasado 20 años. Es reconocido por el viejo sirviente y por el perro. Sin embargo, cuando se presenta frente a Penélope, ella le dice: 'Un momento, ¿cómo puedo saber que eres tú?", explica vía Instagram en un breve relato la filósofa, que, con su trabajo, ha servido de fuente de inspiración para la diseñadora. No es la única mujer que ha formado parte del desarrollo. Tras las cámaras, el ojo de la videógrafa Melinda Triana.

En palabras de la maison, "el pasado se integra en cada latido del presente, en el corazón de la excelencia y la reinvención. Al reinterpretar los emblemas fundadores de la Antigüedad, la directora creativa de las líneas femeninas de Dior perpetúa el culto a la diosa, ilustrando la fuerza y la fragilidad de la feminidad que trasciende épocas y sociedades".

Encabeza ese escuadrón vip, la royal Beatrice Borromeo, fija en los shows de Dior, seguida de la actriz Natalie Portman, la intérprete Elizabeth Debicki o la empresaria italiana Chiara Ferragni, entre otras famosas.

Una colección en la que Dior ha expuesto al mundo su lado más minimalista. Con el blanco como gran protagonista, las líneas depuradas en vestidos de diseño capa han copado la pasarela de principio a fin. Si Maria Grazia Chiuri arrancó el desfile con un traje de patrón refinado y sandalias planas, lo cerró con otro modelo similar pero repleto de perlas y pedrería por todo el corte.

El blanco impoluto ha teñido uno a uno todos los outfits creados por la maison con pausa cromática en el ecuador del show para acoger al beis claro y, en un lado opuesto, al oro envejecido para vestidos y total looks con aires festivos. Incluso ese acabado joya se ha asomado en trajes de chaqueta con falda. De vital importancia es la chaqueta Bar, uno de los clásicos que la casa Dior actualiza en cada colección.

En cuanto a los materiales variedad: gasa, crepé y red con transparencias, bordados, flecos, detalles calados y adornos discretos. Ningún elemento le quitaba peso a la verdadera estrella del desfile, que no es otra que la pureza de las prendas. Ausencia total de accesorios más allá de las joyas que cobran una nueva dimensión con pendientes dorados, collares de ramas y brazaletes, siempre con un papel secundario.

Si hablamos de piezas concretas, está claro que el pantalón ha sido desterrado. Con el vestido como prenda principal de este despliegue de moda a cargo de Maria Grazia Chiuri, hemos visto modelos para todos los gustos. Desde un vestido camisero de imagen vaporosa, pasando por diseños de estética griega, hasta llegar a vestidos de silueta evasé.

No solo los complementos clásicos como bolsos o zapatos han perdido fuelle en la línea de alta costura de la maison. Los estampados desaparecen y los motivos florales en 3D, más que eso, bordados botánicos en dorado, salpican estructuras simples.

En resumen, Dior nos ha presentado una colección atemporal y minimalista que basa su éxito en las estructuras y los patrones cuidados, en los materiales refinados, en las líneas depuradas y elevan al blanco como color eterno en moda y en la feminidad.