Así es la falda más vista en las calles: de tul, transparente y largo midi
Las prescriptoras de moda coinciden en elevar a un modelo de falda en concreto al olimpo de la moda y la convierten en hit de tendencia
Cíclica, pero también muy cambiante, la industria de la moda no tiene frenos. De la que abrazamos una corriente, la dominamos y lucimos con orgullo, los mandatos de diseñadores e insiders mutan y suelen hacerlo al extremo opuesto. Vamos con ejemplos. Pasamos de los pantalones de talle alto a los de talle bajo superanchos. De los tacones sensatos a las plataformas de vértigo. O de los bolsos de tamaño reducido a los 'shoppings bags' gigantes.
El nuevo cambio que va a experimentar nuestro fondo de armario apunta a una prenda en concreta: la falda. Si en tu vestidor ya cuelgan el modelo largo fabricado en tejido vaquero y la mini muy mini, dos opuestos igual de tendencia, ahora las prescriptoras de moda con sus looks a pie de calle tienen nuevo diseño fetiche al que amar. No te dejes engañar por su imagen de alto riesgo y la aparente complicación de su puesta en práctica, tarde o temprano caerás rendida ante sus encantos.
Con tres rasgos como carta de presentación -estos son el tejido, la nitidez del material y el largo-, la falda conquista ya las aceras de todo el mundo. Tenemos las respuestas, la falda más vista es de tul, transparente y midi. Un ejemplar que tiene sentido si recordamos la gran obsesión de los creadores por mostrar el cuerpo femenino y que este 2023 es tendencia con el aval de famosas como Irina Shayk, Kendal Jenner o Rihanna.
Precisamente la primera mencionada, la modelo rusa, impactó hace bien poco en el Festival de Cine de Cannes a cuenta de un estilismo firmado por Gucci que, con la americana oversize encima, simulaba ser la falda que hoy conquista el street style. Si te sucede como a nosotras y el de Shayk es demasiado, pronto comprenderás que la versión descafeinada que nos proponen las expertas en moda sí es apta para todos los públicos.
Señas de identidad
Te lo hemos avanzado, pero toca entrar en detalle. Con una silueta que recuerda a otras faldas de peso en la industria de la moda como son la de tablas o la satinada, dos modelos más que instaurados en nuestras vidas y nuestros looks, si va por buen camino, terminará en la misma posición.
Fabricada con tul, una tela ligera, hecha de hilos de seda, algodón o materiales sintéticos como el nailon, muy fina y delicada, a diferencia de los ejemplares de bailarina que popularizó la serie 'Sexo en Nueva York' en sus inicios, esta falda prescinde de forro y se lleva expuesta tal cual.
La nitidez es otro atributo. Al no tener forro interior y estar fabricada con tul, la lucidez innata del material queda a la vista. En el street style hemos cazado la falda en negro y blanco con acabado liso, en ese supuesto, las prescriptoras suman un short o culotte debajo, y en otra versión joya decorada con bordados, paillettes y puntillas. Precisamente esta última falda forma parte de la colección de una marca en concreto, Paco Rabanne.
A la enseña del recién desaparecido diseñador pertenece la falda de tul, transparente y largo midi que más han capturado los fotógrafos en las calles de París. Con un precio de salida de 2.000 euros, son muchas las editoras que la han incorporado al guardarropa de temporada.
El último rasgo, el largo. Aceptada como la longitud más elegante, sofisticada y para todas las mujeres, el midi es el aceptado y extendido. Una elección que se entiende en cuestiones prácticas de estilo: si vas a exponer parte de la silueta, reduce esa imagen de impacto con el largo a media pierna. Una combinación, riesgo y básico, que logra un efecto final de look muy tendencia capaz de cautivar a cualquier 'fashionista'.
Cómo llevarla
Dependiendo del acabado que presente el tejido, recordemos que puede ser liso o decorado, necesitarás, al menos, unas medias tupidas que oculten la ropa interior y sirvan como base del atuendo. También serviría, como hemos apuntado, un culotte o pantalón corto, y en este caso, las medias podrían desaparecer.
En cuanto a las prendas, la sencillez se impone a las estridencias. Las expertas que ya la llevan lo hacen con elementos monocromáticos en negro: tops, jerséis, chaquetas de punto, camisas o blusas. En los accesorios, más negro en botas de estética motera, bailarinas y zapatos de tacón sensato. ¿La única excepción? Metalizados en los bolsos.
Cíclica, pero también muy cambiante, la industria de la moda no tiene frenos. De la que abrazamos una corriente, la dominamos y lucimos con orgullo, los mandatos de diseñadores e insiders mutan y suelen hacerlo al extremo opuesto. Vamos con ejemplos. Pasamos de los pantalones de talle alto a los de talle bajo superanchos. De los tacones sensatos a las plataformas de vértigo. O de los bolsos de tamaño reducido a los 'shoppings bags' gigantes.