Adiós Los Ángeles, hola Miami: este es el nuevo epicentro de moda según las celebrities

Serena Williams, Kim Kardashian, Rauw Alejandro, LeBron James, DJ Khaled, Camila Cabello, P. Diddy, David y Victoria Beckham… Todas estas celebrities, estrellas de la música, el entretenimiento y el deporte tienen algo en común, además de sus elevadas cuentas corrientes: han estado recientemente en el DRV PNK Stadium​ de Fort Lauderdale, en Florida, viendo en directo jugar al fútbol a Lionel Messi.

El argentino lleva pocos partidos en el Inter Miami, pero ya ha revolucionado el panorama social en Estados Unidos lo suficiente como para que se produzca un trasvase de estrellas desde Los Ángeles y la Costa Oeste hasta la otra punta del país.

Lo cierto es que Miami siempre fue un foco de actualidad en la crónica social norteamericana, pero desde un prisma latinoamericano. Desde Julio Iglesias a Shakira, pasando por Alejandro Sanz y un sinfín de artistas del cine y de la música de habla hispana, muchos residen o lo han hecho en la ciudad más conocida de Florida. Su conexión cultural con Cuba, España y países latinos como Venezuela es indiscutible.

Ese corredor cultural ha sido clave en la exposición mediática de la cultura hispana en Estados Unidos, ya que Miami siempre ha estado asociado a las celebrities y el lujo y, por ende, nunca ha dejado de ser un imán para las noticias en clave social. Sin embargo, hasta el reciente desembarco de Leo Messi, la ciudad no había conseguido generar este nivel de atención global. Ni siquiera cuando su equipo de baloncesto, los Heat, reunieron en el mismo equipo a LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh, tres de los mejores jugadores del deporte de la canasta en lo que va de siglo. Aquello, aunque tuvo un impacto a gran escala, no se puede comparar con lo que ha conseguido Messi en unos días.

Algunos achacarán este ‘efecto Messi’ a las redes sociales, pero el carisma del deportista argentino es más poderoso que lo que pueden conseguir Twitter (ahora X), TikTok e Instagram. Prueba de ello es que tras su fichaje, el Inter de Miami se ha convertido en uno de los clubes más seguidos del mundo en Instagram y en TikTok ha triplicado la cifra de seguidores.

También ayuda a esta especie de Big Bang mediático que Messi haya llegado a Florida de la mano de David Beckham, presidente del equipo de la ciudad y cofundador del mismo hace algo menos de una década. Beckham fue el primero en dar el salto desde la Costa Oeste, ya que como futbolista militó en las filas de los Galaxy de Los Ángeles, a la Costa Este, al elegir Miami como sede para su inversión más ambiciosa en el mundo empresarial, la de fundar una franquicia de la MLS (así se llama la Liga de fútbol en Estados Unidos). A su llegada, prometió que convencería a los mejores jugadores del mundo para jugar en Miami y aunque le ha costado un poco, Beckham ha conseguido llevar a Florida al que para muchos es el mejor de la historia, icono mundial del deporte.

Y este movimiento, teniendo en cuenta el impacto del fútbol fuera de Estados Unidos, la atracción cultural y de ocio que supone Miami y el creciente interés del ‘soccer’ en el país de las barras y las estrellas, solo podía tener un efecto como el de los volcanes de erupciones violentas. El tiempo dirá si el ‘efecto Messi’ en Miami se diluye como la espuma de la cerveza, pero es indiscutible que el golpe que ha dado David Beckham en la mesa está teniendo una repercusión brutal a nivel mediático, a corto plazo, en Estados Unidos.

La lista de celebrities que han visitado Miami en apenas una semana que Messi lleva jugando para el equipo de la ciudad así lo demuestra. Es cierto que las Kardashian ya se habían dejado ver por los clubes nocturnos de Miami en los últimos años y que la ciudad había generado de nuevo interés mediático recientemente (en los países de habla hispana) por la mudanza de Shakira con sus hijos tras su ruptura con Gerard Piqué, pero reunir a semejante cosecha de celebrities como ha conseguido hacer Messi en dos partidos de fútbol es entrar en una nueva dimensión.

En Estados Unidos, a nivel deportivo, seguramente es algo que solo está al alcance de la primera fila del Madison Square Garden en los partidos de los New York Knicks y del Staple Center de Los Ángeles cuando juegan los Lakers de LeBron James, Super Bowl aparte, por descontado.

Ahora, al menos de manera temporal, un coqueto estadio de fútbol a las afueras de Miami amenaza con entrar en esta categoría, de manera que esa “guerra” cultural y mediática entre la Costa Este y la Costa Oeste de Estados Unidos (solo fue guerra literal en los 90, en la época del Gangsta Rap, con Tupac Sakur y Notorious Big a la cabeza) puede estar entrando en una nueva dimensión. Una dimensión en la que Miami por fin consiga convertirse en un polo de interés global, y no solo limitado al universo latinoamericano.