Penélope Cruz y Carlota Casiraghi, juntas de nuevo en el desfile más colorido de Chanel

A principios de los años 30, Gabrielle Chanel conoció a la pintora Marie-Laure de Noailles en la villa Noailles. Estas dos mujeres compartían la misma visión vanguardista de la vida y la promesa de una nueva modernidad. De ahí parte la inspiración de Virginie Viard para la colección primavera-verano expuesta en la Semana de la Moda de París. "Situada en las alturas de Hyères, en el sur de Francia, la villa Noailles ofrece desde hace más de un siglo un entorno modernista a una ciudad llena de libertad. Chanel celebra sus vínculos duraderos con este lugar único, dedicado a la creación", explica la maison sobre su nueva línea.

En este contexto, las flores y la explosión cromática han sido las grandes protagonistas sobre las pasarelas. Con ese universo botánico colorido, la directora creativa de la maison ha construido una línea llamativa, repleta de estampados y siluetas fluidas.

Viard no ha estado sola: sus musas y embajadoras han acudido al show. Encabezando el escuadrón de famosas, la actriz Penélope Cruz y la royal Carlota Casiraghi. Juntas de nuevo en un front row de la marca francesa, la primera apostó por uno de los clásicos tándem de tweed de Chanel en color blanco conformado por una chaqueta de cuello redondo, bajo recto y detalles joya en la pechera y los puños. Debajo, una falda corta con botonadura frontal y bajo acabado en onda. Más blanco en el bolso de mano y, a los pies, unas sandalias de plataforma negras.

Por su parte, la hija de Carolina de Mónaco, fiel a Chanel temporada tras temporada, se enfundó en un traje de chaqueta, pero a diferencia de la actriz española, apostó por el tándem americana más pantalón. Fabricado en también en tejido de tweed en tono azul marino, la chaqueta presentaba el reconocible logo de la marca bordado a contraste en la zona de los bolsillos. El pantalón, en cambio, más sencillo y de patrón campana, combina a la perfección.

Otras invitadas al desfile fueron Riley Keough, Camila Morrone, Emilia Clarke, Brie Larson, Caroline de Maigret o las hermanas Paris y Nicky Hilton.

Volviendo a la colección, la presencia del imbatible tweed compite con el denim, el satén, la organza, el encaje o el punto. El look ideal de la directora creativa para el verano será un bañador con un poncho de tweed por encima. Asimismo, propone combinar las clásicas chaquetas rústicas con vaqueros y tops asimétricos, con culottes y camisetas, o con faldas lápiz. No pierde fuelle y sigue presente con nuevos colores, materiales fantasía y bordados de pedrería.

Llaman la atención la cantidad de nuevos prints con los que juega la casa. El floral en tamaño XL fusionado con los logos de Chanel, los cuadros dameros, las rayas marineras en diferentes posiciones y en grosores diversos, los rombos o las geometrías perfectas. Motivos que se bañan en rosa fucsia, en amarillo, en azul, en verde y en el infalible dúo blanco y negro.

Los patrones buscan la ligereza, enfatizando la silueta de la mujer y alejándose de los cánones rígidos propios del invierno. Hombreras marcadas, pantalones relajados y piezas oversize que visten a la mujer para una temporada que, en lo que a la maison se refiere, sí es primavera.

Al final de la colorida propuesta, espacio para acoger a esos looks sofisticados que distinguen a la enseña. Para materializar esta línea, el negro como único tono en vestidos, faldas y trajes que terminarán por conquistar la alfombra roja. Se han visto minivestidos escalonados a base de volantes, conjuntos lenceros que engrandecen el encaje, vestidos midi con transparencias y puntillas, blusas con cuello halter y lazo acompañadas de faldas con vuelo, y hasta un traje de chaqueta brillante presentado en la figura de la modelo Gigi Hadid.

En el campo de los accesorios, Chanel insiste en convertir a las chanclas flip-flop en el remate de atuendos playeros o de cualquier índole, desde looks para el día a día hasta otros que derrochan glamour. Más calzados. Bailarinas con lazo o con cierre lateral de hebilla que se llevan con medias a media pierna, y botas y botines bicolores que introducen al azul como nueva pareja del negro.

Los bolsos icónicos de la maison compiten con el que será el nuevo 'it-bag': un diseño acolchado con forma de funda para albergar en su interior la cámara de fotos. Las joyas presumen de logos, de la camelia y del número 5. Gafas de sol enmarcadas con cadenas o diademas con adornos florales.