La primavera más 'college' llega de la mano de Miu Miu

Como en un déjà vu, así nos hemos sentido al ver el desfile de Miu Miu para la próxima primavera-verano. Como si el desfile anterior de febrero no hubiera acabado y las modelos hubieran salido tan solo unos minutos después de que se cerrara.

Eso sí, en este el espíritu 'college' que invadió la pasarela pasada tomaba una versión más 'piscinera'. Todo empezaba con un look en el que una estudiante llevaba camisa, jersey, blazer y bermudas por las que asomaba otra por debajo, en clara inspiración noventera.

Si Miu Miu recuperaba el calzoncillo masculino para nuestro armario hace un par de temporadas, ahora ha elegido el boxer de baño como elemento diferencial en esta pasarela. Es curioso cómo ha combinado looks de minifaldas, como en sus últimas propuestas, pero en esta ocasión con más volumen y atadas con cordón a la cintura. Con vestidos de paillettes dorados bordados de aspecto flapper (años 20).

Pese a ser primavera, los directores creativos de la enseña italiana que desfila en París han olvidado el cambio climático y nos han mostrado cómo se superponen detalles estilísticos muy dosmileros.

Las bragas, de inspiración olímpica, también han tenido su lugar en este desfile. Las hemos visto en varias ocasiones en otros de esta semana y, cómo no, Miuccia, que ha sido una de sus mayores precursoras, ha vuelto a remitirse a ellas. Otra de las prendas que cobra protagonismo es el polo, más corto, mostrando la cintura.

Reminiscencias genderless, en looks para ti y para él: prendas blazer, camisa de cuadros y polo. Siluetas andróginas se superponen a prendas vaporosas que van desde blusas de seda, vestidos abotonados o chalecos con ribetes de paillettes.

En cuanto al calzado, las merceditas planas y con tacón, además de los náuticos clásicos, han vuelto a pisar un show. También unas sandalias desparejadas; sí, el pie izquierdo era diferente del derecho.

Los bolsos no se llevan por el asa, sí bajo el brazo, en modo carpeta escolar, de tamaños grandes, y pocos pequeños. Muchos en color piel o caramelo, combinables con todo. Si seguimos hablando de marroquinería, merecen un capítulo especial los cinturones, que al igual que vimos en Louis Vuitton se llevan anchos y a la altura de la cadera. También el logo sigue omnipresente, aumenta incluso de tamaño y en ocasiones se funde con la prenda en una apuesta más discreta, como hemos visto en bandanas reconvertidas en los tops.

Morados, vainillas, azules, los tonos se apagan, mucho tostado, camel caqui... La primavera de Miu Miu no es alegre.