¿Hay un mercado negro oculto para acudir a los desfiles de alta gama?

Cuando el periodista especializado en moda Louis Pisano subió a su perfil de X un documento en el que se mostraba el precio para acudir al front row de algunos de los desfiles de las mayores marcas de moda del espectro de la alta gama, la industria se quedó ojiplática. ¿Qué tipo de negocio se esconde tras los desfiles? “Comienza el mercado negro de las invitaciones para la Semana de la Moda de París. Esto procede de un VIC Manager ( Very Important Client) de una de las mayores casas de moda de lujo francesa. Por lo que me dicen, es una actividad secundaria muy lucrativa”, dice el periodista antes de adjuntar el documento en el que podemos ver que ese insider ofrece la posibilidad de ir al front row (en las tres primeras filas, al menos) de marcas como Louis Vuitton o Balenciaga. “Esto es completamente real. Hay un documento rulando y he visto que los precios oscilan entre los 3.000 y los 7.000 euros por desfile. La corrupción es real. Chantajean a gente de seguridad, a relaciones públicas…”, asegura el influencer Bryanboy.

“Aquí hay una lista de precios muy antigua de las invitaciones a desfiles de moda hace algunas temporadas. No tengo todos los detalles, pero es una operación turbia: me dijeron que venden acceso a los clientes. Básicamente, los ricos pagan a estas personas (no sé quién vende el acceso) y sobornan a la gente desde dentro, ya sea a quienes trabajan en las propias casas de moda o a relaciones públicas, e incluso a personas del equipo de seguridad, para darles una invitación oficial y/o poder venderlas después a modo de contrabando”, señala.

En el documento vemos cómo para asistir al desfile de Dior, por ejemplo, hay que pagar 6.200 euros. Lo cierto es que tener que pagar para acudir a eventos de moda o desfiles comienza a ser común. Por ejemplo, Vogue World ha vendido entradas para acudir al evento por 3.000 dólares, mientras que el Ritz-Carlton ofrecía acuerdos por 10.000 dólares la noche que incluían “asientos vip en primera fila y servicio de automóvil privado” para asistir al show de PatBo. Como señala ‘The Cut’, lo que ahora ha cambiado es que las personas adineradas están pagando a los empleados internos, a los publicistas e incluso a los de seguridad para que vendan sus propios asientos o los introduzcan de contrabando en el espectáculo. “Aparentemente, es una forma que tienen las personas que trabajan para las casas de moda de complementar sus ingresos por debajo de la mesa”, explican.

Le preguntamos a la estilista Alba Melendo qué opina de este tema. “La verdad es que soy escéptica al respecto, sobre todo porque creo que las firmas cuidan mucho su imagen. Hay millones de por medio en la industria del lujo y dudo que sea algo que nazca de las marcas. Podrían ser personas que están dentro de la industria las que hacen eso, pero es muy arriesgado porque las invitaciones son nominativas e intransferibles. En el desfile de Dior, por ejemplo, te piden el DNI. Me sorprende y, ante todo, opino que muchos de los que están extendiendo los rumores tienen poca fiabilidad”, asegura. Hemos de aclarar que Louis Piano fue el que extendió el rumor de que ASAP Rocky le estaba siendo infiel a Rihanna con la diseñadora Amina Muaddi. “Anoche tomé la absurda decisión de tuitear cierta información que había recibido. No voy a hablar de mis fuentes, ni voy a culpar a otros por una discusión que se inició, porque al final del día, fui yo el que tomé la decisión de redactar ese tuit, de presionar, enviar y de publicarlo con mi nombre”, explicó tras la polémica.

Hemos consultado con diversos relaciones públicas de marcas de lujo y ninguno ha querido dar declaraciones ante un tema tan delicado, pero una insider nos ha dado su opinión pidiendo el anonimato. “¿Sabéis cómo creo que funciona? Los dependientes de las tiendas tienen un cupo de entradas para sus clientas top, por lo que si las clientas top declinan esa invitación, ellos entonces las venden y siguen diciendo que la persona que va es su clienta top aunque no lo sea”, comenta.

Sean ciertos o no los rumores, lo que destaca del listado presentado es que, aparentemente, Chanel es la única marca que no tiene precio de forma específica, por lo que es la más exclusiva de todas.

Junto con la maison, Dior, Balenciaga y Givenchy son las más aclamadas teniendo en cuenta el precio que presuntamente algunos pagan por asistir a sus desfiles, por lo que al menos este listado deja claras cuáles son las firmas que más expectación despiertan. Pese a la exclusividad y el hermetismo que rodea a los grandes desfiles, los miembros de PETA han logrado interrumpir más de uno, y aunque se niegan a explicar cómo consiguen acceder, Teodora Zglimbea se adentró en el último desfile de Hermès luciendo una pulsera que es la que se da a los miembros del staff para tener acceso al backstage. Bien sea por activismo, bien por postureo, los desfiles de las grandes marcas son poco accesibles para la mayoría de personas, pero con dinero y un poco de astucia, al parecer, algunos pueden presumir de compartir front row con Anna Wintour.