El bolso de lujo que se inspiró en una barra de pan y se ha convertido en objeto de culto

Que el célebre chic parisino es uno de los estilos más envidiados del mundo –si no el que más–, lo sabemos. Pero pensar que el arte de llevar una barra de pan tipo baguette “a la francesa” pueda servir de inspiración para la creación de un bolso de lujo es un concepto que sigue sorprendiendo.

Y esto es junto a lo que ocurrió hace ya más de un cuarto de siglo, cuando en 1997 la firma de lujo italiana Fendi lanzó al mercado su icónico bolso Baguette. Se trata de un diseño original de Silvia Venturini Fendi, nieta de Adele y Edoardo Fendi, quienes fundaron la firma en 1925 con la apertura en el centro de Roma de una pequeña boutique, convertida después en taller de bolsos y peletería.

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No fue un éxito al principio, pero esta pieza de icónica silueta y convenientemente aderezada con una tira para poder ser lucido también al hombro, alcanzó lo que ahora definiríamos como un “éxito viral” a partir de 1998, con la emisión de Sexo en Nueva York. En la inolvidable serie y referente fashion durante años, su estilista, la célebre Patricia Field, tuvo a bien convertir el bolso Baguette de la casa romana en casi un protagonista más de la trama, siendo elemento fundamental de muchos de los excéntricos y personalísimos looks que lucía Carrie Bradshaw, el recordado personaje interpretado por Sarah Jessica Parker. Fue a partir de ese momento cuando este diseño se convirtió, y ya para siempre, en el primer bolso icónico, o como se decía entonces, it bag, de Fendi. La firma de lujo, propiedad desde el año 2000 del grupo LVMH y en la que Karl Lagerfeld fue director creativo desde 1965 hasta su muerte en 2019, alcanzaba así el olimpo de las firmas de moda más exclusivas.

Si Chanel nos liberó, Fendi nos volvió a “atar“

En 1955, Coco Chanel revolucionó el mundo de la moda con su mítico bolso 2.55, el más icónico e imitado de la historia de la moda. Y también el primero dotado con un asa de cadena para que se pudiera llevar colgado al hombro y liberar así a la mujer de la “esclavitud” de tener que lucir estos accesorios siempre en la mano. A finales de los años 90, cuando el minimalismo daba paso a la estética 2YK, Silvia Venturini Fendi lidera su personal revolución con la creación de un lujoso bolso ideado para llevar, intencionadamente, en la mano cual barra de pan. No es casual que sean estos los años del boom de las celebrities como referentes de moda en las revistas –ocupando el rol que hasta entonces habían representado las modelos de forma casi exclusiva–, y de los eventos con posados en red carpets y photocalls.

Las fotos de actrices y cantantes posando en las alfombras rojas con estilismos tan fabulosos como estudiados llenaban las páginas de aquellas primeras publicaciones de moda y celebs, potenciando notablemente el protagonismo e importancia de los vestidos y diseñadores, pero también de las joyas y otros accesorios como el calzado y, por supuesto, los bolsos. Hoy, con la vuelta de la estética Y2K aún vibrante, sobre todo entre las generaciones más jóvenes, Fendi es firma de cabecera de estrellas de la Generación Z como Zendaya o, mirando para casa, la cantante Aitana, quien como “amiga” de la casa asistió a su desfile O/I 2023 en Milán, además de haber lucido looks de la firma romana durante su gira mundial Alpha Tour.

Más de medio siglo de vida y más de 1000 versiones diferentes

Desde su creación en 1997, el Baguette se ha actualizado y modificado más de un millar de veces. Sus nuevas versiones, algunas verdaderas joyas cuajadas de paillettes o realizadas en pieles exóticas, se añaden a las colecciones de cada temporada, incluyendo diferentes materiales, adornos y dimensiones, pero manteniendo siempre su emblemática silueta –su medida estándar es de 27 x 15 cm, aunque hay otros tamaños–, y su ADN como símbolo atemporal de lujo, sofisticación y artesanía.

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Con Silvia Venturini Fendi como directora artística de las colecciones masculinas y accesorios de la casa, Kim Jones como director artístico de las colecciones de mujer y haute couture y Delfina Delettrez, hija de Silvia y directora artística de joyas, Fendi se ha consolidado como una firma de lujo global que abandera la artesanía y la excelencia atemporales desde hace casi un siglo. Hitos como tener a una casi olvidada Demi Moore, estrella de un desfile de alta costura o recuperar diseños míticos de Karl Lagerfeld para la casa con motivo de la última gala del MET de Nueva York, dedicada al genial diseñador alemán y en la que iconos de estilo y moda como Kate Moss y su hija Lila Grace, Suki Waterhouse o Christina Ricci optaron por lucir diseños del conocido como Kaiser de la moda, también director creativo de Chanel desde 1983 hasta su fallecimiento.

Aunque en 2009 nace el otro bolso icónico de Fendi, el Peckaboo, el Baguette seguirá siendo siempre el “favorito”. En 2022 celebró su 25 aniversario por todo lo alto, con un desfile único en Nueva York y colaboraciones con algunos de los nombres más prestigiosos, y dispares, de la moda internacional. Entre ellos, Sarah Jessica Parker y su sofisticada versión del Baguette cuajado de paillettes teñidas a mano y en degradé; Marc Jacobs y su original diseño en el que se puede leer “The baguette”, por si hubiera alguna duda o Tiffany & Co, la histórica joyería neoyorquina y su lujosísima Baguette creada en el icónico color azul de la firma y aderezado con detalles en plata, oro y diamantes. Además, el proyecto Hand in Hand, con el que Fendi rinde homenaje a la mejor artesanía italiana, además de apoyar su preservación como patrimonio cultural y humano, comenzó con una reinterpretación del Baguette presentada en el desfile O/I 2020-21 y realizada con artesanos de la Toscana en una edición limitada a 20 unidades. Un encuentro entre las mejores manos de la artesanía local y que representa el made in Italy más auténtico, exquisito y artístico. Y con el bolso Baguette como estrella.