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La fabulosa vida de Jean Schlumberger, el virtuoso joyero autodidacta que adoraba Jackie O.
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HISTORIA DE LA MODA

La fabulosa vida de Jean Schlumberger, el virtuoso joyero autodidacta que adoraba Jackie O.

La mente que creó las joyas increíbles que han sido la obsesión de Elizabeth Taylor, Jackie Kennedy, Beyoncé o Lady Gaga

Foto:  Jean Schlumberger. (Cortesía Tiffany & Co.)
Jean Schlumberger. (Cortesía Tiffany & Co.)

"Una joya necesita una razón de ser, un significado: su estilo debe ser racional e inteligible, y sus volúmenes deben responder a la compensación y no a la simple repetición”. Así de explícito concebía sus piezas Jean Schlumberger, creador de algunas de las joyas más increíbles de la historia y considerado uno de los artistas más relevantes del s. XX. Entró a formar parte de la mítica joyería neoyorquina, hoy propiedad de LVMH, en 1956 como vicepresidente, pero su inmenso talento creativo, su dominio del dibujo y su carácter visionario pronto le llevaron por otros derroteros en la célebre firma: se convirtió en su director creativo más influyente y en un joyero revolucionario y virtuoso.

Elegante, atractivo, con un sofisticado sentido de la estética y amante de la naturaleza en general, y del mar y la flora en particular, el nombre de Jean Schlumberger es uno de los secretos mejor guardados de Tiffany & Co. La firma se hizo célebre con la inolvidable película 'Breakfast at Tiffany’s', en la que Audrey Hepburn protagonizaba una de las escenas más icónicas de la historia del cine desayunando un croissant frente a la sede de la joyería Tiffany & Co. en la Quinta Avenida neoyorquina. Y en el cartel promocional del filme dirigido por Blake Edwards y estrenado en EE.UU. en 1961, la inolvidable intérprete lucía el Ribbon Rosette, un espectacular collar creado por Jean Schlumberger en el que se engarza, por primera vez, el célebre Yellow Diamond, el diamante amarillo más grande y fino del mundo, con 128,54 quilates, y adquirido en 1879 por Charles Lewis Tiffany, fundador de la firma.

placeholder Desayuno con Diamantes. (Cortesía)
Desayuno con Diamantes. (Cortesía)

El destino excepcional de un artista virtuoso y visionario

Nacido en el seno de una familia de fabricantes textiles originaria de la región francesa de Alsacia, Jean Schlumberger destacó desde pequeño por su excepcional dominio del dibujo y su pasión por la belleza. Sus padres querían que se dedicara a la banca, pero todos los intentos fueron en vano, incluidos el de enviar al joven esteta a Berlín para labrarse una vida como banquero. Él siempre supo que su lugar en el mundo estaba en la creación y la artesanía. Frecuentó los círculos más sofisticados y creativos de la vibrante escena parisina de los años 30, donde era asiduo al Marché aux Puces (Mercado de las Pulgas). Allí buceaba entre todo tipo de antigüedades, pero fue una lámpara victoriana decorada con porcelana de Meissen, la más antigua producida en Europa, la que supuso un punto de inflexión en su carrera. Tras desmontar las flores que la adornaban y convertirlas en broches que vendió entre algunos conocidos, estas piezas se volvieron un éxito y los encargos por parte de su selecto círculo de amistades empezaron a ser muy frecuentes.

placeholder Retrato Jean Schlumberger. (Cortesía)
Retrato Jean Schlumberger. (Cortesía)

En 1936, la mítica Diana Vreeland, obsesionada con sus creaciones, publica sus broches con flores de cerámica en la revista americana 'Harper’s Bazaar'; un año después, fue otro nombre icónico del fashion system de la época, la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli, quien le fichó como creador de sus piezas de bisutería tras quedar fascinada con unos pendientes de la duquesa de Kent diseñados por el genio francés.

De París a Nueva York revolucionando la joyería

Tras servir durante la Segunda Guerra Mundial, Jean Schlumberger se traslada a Nueva York, donde abre una tienda-taller con su amigo de infancia Nicolas Bongard. En 1956, Walter Hovig, presidente de Tiffany & Co., le pide que se una como vicepresidente y comienza así una de las colaboraciones más fructíferas y exitosas en la historia de la joyería.

Enamorado de la belleza y el color, viaja con frecuencia a la India, Bali o Indonesia, y desde su casa en la isla caribeña de Guadalupe ideó la mayoría de sus diseños. Allí sentía cerca la inspiración de esa naturaleza delicada y a la vez apabullante que tanto amaba. Todas y cada una de las piezas las comenzaba con bocetos, pues adoraba dibujar, y pronto destacó con importantes y revolucionarias aportaciones a la joyería. En un sector dominado hasta entonces por técnicas y diseños clásicos y protagonizados por los diamantes blancos tradicionales, el genio francés traducía sus bocetos en llamativas y sofisticadas piezas con siluetas de criaturas oníricas y fabulosas, algunos seres híbridos, en las que combinaba el oro con piedras preciosas de llamativos colores. Además, recuperó el Paillonneé, una técnica de orfebrería en la que el lacado se combina con la aplicación minuciosa de finísimas láminas de oro. Producto de ella son sus brazaletes Croisillon, también conocidos como brazaletes Jackie en honor a su mayor fan, Jackie Kennedy.

placeholder Jackie Kennedy. (Getty)
Jackie Kennedy. (Getty)

La entonces primera dama convirtió estas coloristas y valiosas pulseras, aún hoy a la venta, en sus accesorios preferidos de día. Su adoración por la firma era tal que su entonces marido John Kennedy le regaló en 1960, y con motivo del nacimiento de su hijo John John, una de las primeras joyas que diseñó Jean Schlumberger para Tiffany & Co.: el broche Two Fruit, realizado en oro amarillo con diamantes y rubíes. También en los años 60, Elizabeth Taylor se convirtió en una de las mayores admiradoras de las joyas del diseñador francés. Richard Burton, con quien se casó dos veces, fue quien le regaló en 1965 una de las joyas míticas de Jean Schlumberger para Tiffany & Co.: el broche Fleur de Mer, una espectacular pieza creada con diamantes y zafiros y comprado por la propia firma en 2011 tras el fallecimiento de la protagonista de 'Cleopatra'.

El resurgir de Jean Schlumberger

Más allá de la fama adquirida tras 'Desayuno con Diamantes', es cierto que el nombre de Jean Schlumberger ha permanecido eclipsado durante años por el de otras célebres y exitosas colaboradoras de la joyería, como el de Elsa Peretti, fallecida en 2021, o Paloma Picasso.

Sin embargo, el talento y el legado de este genio autodidacta siempre ha estado ligado a la casa neoyorquina fundada en 1837. Lady Gaga, Beyoncé y su marido Jay-Z, ambos imagen de campaña de la firma en 2021, o la cantante Adele son algunas de las celebrities que han lucido piezas originales de este joyero universal. Aunque un hecho más reciente confirma que Tiffany & Co. no solo no olvida a Jean Schlumberger, sino que mantiene más vivo que nunca su irrepetible legado. Y lo hace dedicando la última edición del Blue Book, el catálogo de alta joyería que publica anualmente, a la reedición de algunas de las creaciones más icónicas del artista francés. Protagonizada por la actriz Anya Taylor-Joy, esta colección bautizada como Out of the Blue recupera, entre otros, un diseño que es ya historia de la joyería: el mítico Bird on a Rock. ¡Larga vida!

"Una joya necesita una razón de ser, un significado: su estilo debe ser racional e inteligible, y sus volúmenes deben responder a la compensación y no a la simple repetición”. Así de explícito concebía sus piezas Jean Schlumberger, creador de algunas de las joyas más increíbles de la historia y considerado uno de los artistas más relevantes del s. XX. Entró a formar parte de la mítica joyería neoyorquina, hoy propiedad de LVMH, en 1956 como vicepresidente, pero su inmenso talento creativo, su dominio del dibujo y su carácter visionario pronto le llevaron por otros derroteros en la célebre firma: se convirtió en su director creativo más influyente y en un joyero revolucionario y virtuoso.

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