Elie Saab recupera las espaldas de infarto, las capas y los vestidos con cola para su desfile con Jennifer Lopez

El pasado año 2023, el nombre de Elie Saab volvió a recobrar fuerza. Vistió a dos mujeres de la realeza para sus bodas, primero a Alexandra de Luxemburgo para el 'sí, quiero' al filólogo francés Nicolas Bagory y después a Rajwa al Saif para convertirse en esposa del príncipe Hussein. Al margen de las bodas, la cantante Beyoncé confió en el diseñador libanés para crear algunos de los looks de su gira, o famosas como Halle Berry y Lily Collins escogieron sus diseños para desfilar por las alfombras rojas.

Es evidente que la marca, fundada en 1982, ha recuperado el encanto de su época dorada. Con los vestidos joya como seña de identidad, ahora Elie Saab regresa a París para presentar su nueva colección de alta costura para primavera-verano. Las pistas que la marca había dejado en sus redes sociales vaticinaban lo que, horas más tarde, iba a desplegarse en la pasarela: brillos, feminidad y looks preciosistas.

Dos vídeos cortos colgados en el perfil de Instagram de la firma en los que podíamos ver al diseñador libanés trabajando en el taller que tiene ubicado en la Ciudad de la Luz, entre puntadas y bordados, en pleno fitting con las modelos, nos avanzaban su nueva colección.

Las invitadas han comenzado a llegar a las puertas del desfile: la cantante Jennifer Lopez, la influencer Leonie Hanne, la actriz Hiba Abouk, María Carolina y Chiara de Borbón-Dos Sicilias, la modelo polaca Sabina Jakubowicz o la actriz Heart Evangelista.

Como rey de la 'red carpet', Elie Saab ha recuperado los tres rasgos que definen todo su historial de trabajo en la industria de la moda: las espaldas de infarto, las capas y los vestidos con cola.

Así se ha sucedido un vestido tras otro. Confeccionados con tejidos bordados con pedrería, calados con perforaciones florales, transparencias cuajadas de cristales, adornados con flecos joya, encajes metalizados y cualquier material que sirva de oda para representar la fantasía.

La paleta cromática ha jugado con los tonos primaverales. Comenzando por suaves como el rosa palo, el nude o el lila, pasando por otros más atemporales como el gris perla, hasta recalar en la potencia del rojo y la imagen chispeante del dorado.

Como adornos, minilazos en la cintura, flores 3D, strass y piedras brillantes. Vestidos armados que se enfrentan a otros más fluidos de inspiración griega. ¿El común denominador? Espaldas de infarto. Circulares o cuadrados, los escotes que el diseñador ha ideado para esta colección dejan expuesta la espalda de la modelo para un efecto 'wow' sobre la alfombra roja.

Las capas han puesto el broche a muchos de esos vestidos. Con o sin capucha, pero siempre atadas al cuello, las capas han extendido sus encantos por la pasarela. Son diseños que culminan el look y le aportan movimiento y ligereza. También se ha asomado una chaqueta tipo bomber formada por flores multicolores en relieve.

Al igual que las capas, las colas han arrastrado todo el glamour y la sofisticación a lo largo del desfile. Se han visto vestidos con escote en V muy profundos, faldas de diseño 'wrap' en trajes que simulaban ser dos piezas y modelos con cuerpos tipo corsé que ensalzan la figura femenina. Un único representante con pantalón: un mono en rosa nude con cuerpo bordado y, encima, un abrigo a juego.

Ausencia total de accesorios salvo el calzado: debajo de esos vestidos joya se asomaban unas sandalias de plataforma en plata, el color que sigue siendo tendencia entre las invitadas.