Valentino destierra al vestido y encumbra a la falda y el pantalón como nuevos esenciales

En el último desfile de alta costura de Valentino, el celebrado en julio de 2023, Pierpaolo Piccioli expuso una colección que fue toda una declaración de intenciones: las nuevas princesas del siglo XXI van planas y pasan de castillos. Alabada por la crítica y acogida en masa por las famosas e insiders, la expectación por ver qué esconde su nueva línea se sentía en París. Por la moda propiamente dicha, el director creativo no cesa de dictar tendencias en sus propuestas, y por todo lo que se cuece alrededor del show, un listado exclusivo de celebrities.

Tras colocar a la corbata en el centro o recuperar la camisa blanca como emblema, veremos qué pieza convierte en objeto de deseo con su 'Le Salon'. Este es el nombre que ha recibido la colección de alta costura para esta primavera-verano y que ve la luz en París. Lo hace después de una jornada de lujo con los vestidos de alfombra roja de Elie Saab y la oda al feminismo de Simone Rocha para Jean Paul Gaultier. En pocas palabras, el listón estaba alto, pero la casa italiana no ha defraudado.

Bajo el #ValentinoLeSalon, que traducido significa 'El salón de Valentino', la marca daba una pequeña pista en su cuenta de Instagram sobre lo que podíamos esperar de su nueva colección. La cámara entra en el taller de Valentino y pilla a sus costureros y patronistas rematando los tejidos que darán forma a los diseños ideados por Pierpaolo Piccioli. Plisados, plumas, lentejuelas, tul y puntadas de última hora. La alta costura se está cocinando.

Las amigas y musas de la enseña de lujo comienzan a asomar la cabeza en la plaza Vendôme, el enclave elegido para presentar su colección. La cantante Jennifer Lopez, que hoy hacía doblete tras asistir al desfile de Elie Saab, la modelo Rosie Huntington-Whiteley, la socialité Kylie Jenner, su hija, Stormi Webster, y su madre, Kris Jenner; la exmujer de Kyril de Bulgaria, Rosario Nadal, o la actriz Florence Pugh.

Todas ellas ataviadas con estilismos 'total black', es decir, negro de la cabeza a los pies. Algunos ejemplos, la mujer de Ben Affleck, con un vestido negro muy ceñido, de cuello cerrado y manga decorada con calados bordados con pedrerías, o la modelo Huntington-Whiteley, con un tres piezas conformado por un top y una falda sirena, ambas confeccionadas con un tejido de lentejuelas, y como prenda de abrigo, una americana de corte oversize.

Tras su llegada, ha dado comienzo el desfile. Dentro de uno de los edificios ubicados en la citada plaza parisina, las modelos se han contoneado habitación tras habitación para mostrar el salón de Valentino. Lámparas de cristal, suelos de moqueta, puertas blancas y una escalera de caracol por la que han bajado los diseños de la marca italiana.

En líneas generales, mucho color y combinaciones sorprendentes, notas brillantes, patrones limpios, gran variedad de tejidos y protagonismo para la falda y el pantalón, los que, para Valentino, serán los aliados de la mujer para la próxima primavera-verano. No es que los vestidos hayan desaparecido de la estampa, pero las otras dos prendas han ganado peso a lo largo del desfile.

Para abrir, un atuendo con pantalón. Sobre él, un minivestido de plumas y una chaqueta desestructurada. Como novedad, el clásico sastre de talle alto con pinzas y una abertura lateral en una de las perneras, un modelo de Pierpaolo Piccioli que promete ser un hit.

En esta intención por ensalzar al pantalón, el creativo ha incluido monos, un total look repleto de hilos metalizados y pedrería, escotes de vértigo y dotado de una silueta relajada. Los pantalones se han repetido sin cesar en los tonos propios de la primavera y siempre sin perder esa imagen formal del patrón de vestir.

Con las faldas, la explosión ha sido aún mayor. Más de seis diseños diferentes, entre faldas lápiz, globo exagerado, bordadas con flores, fruncidas en textura, 'wrap' o en línea 'A'. Faldas que el italiano acompaña de blusas hiperfemeninas, chaquetas de estética cargo e incluso de capas joya. Todas, importantes, con peso en los estilismos y dejando toda una declaración de intenciones en materia de tendencia para la próxima temporada.

Las prendas se han adornado con volantes XL, se han confeccionado con tejidos microplisados y, en algunos casos, no han dejado nada a la imaginación gracias a las transparencias y el tul. Precisamente y apuntando a los vestidos, casi al final del show se han visto varios modelos traslúcidos a lo 'naked dress' que han exhibido las figuras de las modelos.

Han llamado la atención las originales combinaciones de colores. Piccioli y su equipo se atreven con todo: amarillo, azul celeste y gris, morado y verde manzana, naranja, rosa fucsia y más azul, una paleta refrescante al servicio del armario de primavera.

Si hablamos de accesorios, tres han sido las estrellas del desfile: guantes ópera de piel, pendientes gigantescos y salones revestidos de raso para un efecto final muy brillante.