Los vestidos y looks de Sigourney Weaver, Cate Blanchett y Juliette Binoche: tres estilos para tres Goyas Internacionales

Este será el tercer año consecutivo que una superestrella de Hollywood acuda a la gala de los Premios Goya. No, no hablamos de Penélope Cruz ni de Pedro Almodóvar, dos españoles que triunfan en la meca del séptimo arte y que también volverán a la ceremonia más relevante de nuestro cine, sino de Sigourney Weaver, Cate Blanchett y Juliette Binoche, las tres premiadas con el Goya Internacional. La primera lo recibirá en unas horas cuando dé comienzo la 38ª edición de los Goya en Valladolid. Fue el pasado martes cuando la Academia del Cine anunció que Weaver sería la figura internacional de este 2024.

Como hemos avanzado, antes de la protagonista de 'Alien: el octavo pasajero', Cate Blanchett y Juliette Binoche vivieron sus propios homenajes por parte de nuestra industria del cine. Tres mujeres y tres estilos diferentes que dejaron (y dejarán) huella en la alfombra roja.

Y quién mejor que el tándem Cruz-Almodóvar para dar dicho galardón por primera vez. Ellos se encargaron, en los Premios Goya 2022, celebrados en Valencia, de hacer entrega del 'cabezón' a Cate Blanchett. La australiana, que inauguró esta categoría, se subió al escenario y, ante un auditorio en pie que le regaló una gran ovación, Cate Blanchett recibió emocionada el primer Goya Internacional de la historia de los premios, una distinción que ese año creó la Academia de Cine, que ya va por su tercera edición y que "reconoce a personalidades que contribuyen al cine como arte que une culturas y espectadores de todo el mundo".

Reina de las alfombras rojas, para su visita a España, Blanchett no nos defraudó con su atuendo. Creado por Armani Privé para acudir a los Premios Goya de 2022, se trató de un diseño confeccionado en seda de color champán bordado por completo con más de 300 flecos de cristales.

Con una clara inspiración en el Old Hollywood, el vestido joya que con tanta elegancia defendió la actriz presentaba el escote halter, semitransparencias y abertura en el abdomen, tiras de strass sobre los brazos para recrear las mangas, falda recta y espalda con cascada de flecos. Un look que la australiana remató con un sencillo recogido para ceder todo el protagonismo al vestido de Armani Privé.

Un año después, le tocó el turno a Juliette Binoche. Hablamos, sin ir más lejos, de los Premios Goya de 2023 celebrados en Sevilla. Para hacer entrega del galardón, la Academia de Cine escogió a la directora Isabel Coixet.

Embajadora internacional del savoir faire francés, Binoche escogió un original diseño con guiño a España. Unos días antes de que la capital andaluza acogiese los galardones, el diseñador Paco Rabanne fallecía en su casa de Portsall (Francia) a los 88 años. De las últimas colecciones lideradas por el vasco, y con Julien Dossena como director creativo, rescató la francesa su vestido para recoger el Goya Internacional.

Confeccionado con tres materiales, uno de terciopelo para la falda, otro de crepé en los adornos y un tejido de malla elástico para el cuerpo, la actriz rindió su particular tributo al modisto español desaparecido al pisar la 'red carpet' con este vestido. De manga larga con puños campana, decorado con volantes en los hombros y un escote cruzado bordado con paillettes plata, la pieza más llamativa del traje fue la falda drapeada con un volante metálico. Unos zapatos de salón en negro remataron su look.

Tendremos que esperar a la ceremonia del sábado 10 de febrero para descubrir qué estilismo luce la última actriz en recibir el Goya Internacional, Sigourney Weaver. Como referente de su estilo para pisar la alfombra roja, recordamos el que llevó en 2023 a los Premios Oscar. Un look que encerró un claro mensaje de moda: se puede brillar pasados los 70 años. Para conseguirlo, la actriz y productora de cine se enfundó en un imponente vestido metalizado de acabado dorado de Givenchy. De patrón sencillo y líneas depuradas, el modelo dejaba que fuese el tejido la única estrella del outfit.

A Weaver se la reconoce por ser poseedora de un armario atemporal y minimalista, arriesga con los colores, pero nunca con las siluetas. Es amante de los trajes de chaqueta y los esmóquines, y si opta por un vestido, lo hace subido de tono.