Demi Moore y Diane Kruger no se pierden el desfile de Carolina Herrera junto a su clan

Las primeras imágenes mostraban a Carolina Herrera (madre) entre los invitados del front row de la nueva propuesta de su heredero creativo, Wes Gordon. Demi Moore con un traje de cuadros de tweed; a su lado Diane Kruger, con un conjunto a lunares con fondo marrón, tomaba asiento al lado de una de las mujeres más poderosas de la moda, Anna Wintour. Lauren Santodomingo, sentada a la izquierda de la actriz, con una peonía en la solapa de su abrigo camel, daba pistas de lo que iba a ser el desfile.

Entre los invitados, uno muy especial, en la primera fila estaba también Pedro Noronha, pareja de Carolina Herrera hija, sentado al lado de esta, y los dos, a su vez, entre 'cuñada y suegra', demostraban con su asistencia la buena relación que tiene con la familia Herrera. Otra de las amigas de la marca, Valeria Mazza, ha acudido con un vestido de flores de la mano de su marido.

Desde los primeros looks hemos podido ver el espíritu de Herrera en cada modelo, la creadora de la marca tiene en Wes un fiel doncel que mantiene las características de la enseña tal y como ella las diseñó: looks femeninos, con emblemas como el negro y el rojo presentes.

En estos dos tonos ha sido el primer look con un top en carmesí y un pantalón con volante en la cadera. Una línea conductora ha guiado el desfile: el rosa, como color que unía la historia presentada esta tarde en la Gran Manzana. También las mangas con volumen han sido omnipresentes.

Pero Gordon ha añadido un poco de picante a la tradicional Herrera. En este último desfile ha desenfadado a la mujer neoyorquina que lleva vistiendo desde hace décadas.

De día, Wes viste a sus fans con sus míticas camisas blancas, con 'little red dress', tops con maxivolantes negros, siluetas en las que la cintura cobra importancia, faldas con volumen que contrastan con bodis ceñidos al cuerpo, y las abriga con capas.

Hemos visto aires noventeros, capas urbanitas, varias modelos 'curvy', trajes revisitados, botones que cobran importancia, bañados en una pátina dorada que actuaban como joyas. Solo alguna gargantilla y alguna criolla les restaban protagonismo.

Algún maxiabrigo ha tomado protagonismo, pese a ser una colección, en general, bastante primaveral; todo esto para el día, porque cuando llega la noche la casa Herrera sofistica a sus clientas.

¿Cómo? Con el negro como máximo valedor y la pedrería para las más valientes, porque viene en dorado y plata, bordando vestidos largos, dos piezas o prendas mini que seguro veremos en las próximas alfombras rojas que nos esperan estos meses.

También looks con telas adamascadas y estampadas de flores, porque el universo floral de la modista no podía fallar hoy en el rascacielos en el que ha presentado la colección.