Ir en bragas con botas 'over the knee' seguirá siendo tendencia, palabra de Gucci

Pocos apostarían que, tras la salida de Alessandro Michele a finales de noviembre de 2022, la firma de la 'G' con mayúsculas, esto es, Gucci, resurgiría de las cenizas. Pues Sabato de Sarno, actual director creativo, puede jactarse de haberlo logrado. Sigue siendo, incluso con más peso que antes, una de las marcas de lujo más valoradas por las fashionistas. No lo decimos nosotros, es el portal Lyst quien confirma que al nuevo Gucci le espera por delante un camino repleto de éxitos.

Con esta posición privilegiada, De Sarno desembarca en Milán para presentar su colección otoño-invierno 2024/2025. Su desfile es uno de los más esperados y uno de los que más rostros internacionales acogen en el front row. Como avance, una pequeña pista en su perfil de Instagram.

Una imagen con una libreta de piel granate con las iniciales del director creativo grabadas a fuego, muchas anotaciones marcadas y la frase "follow your heart", es decir, sigue tu corazón. Al pie, este texto: "Busca un pequeño gesto subversivo. Estén atentos a la revelación de la colección femenina otoño-invierno 2024. Viernes 23 de febrero a las 15:00 CET".

Pues ese día es hoy. Las estrellas del street style mundial Poppy Delevingne, Leonie Hanne y Alexa Chung, la royal Olympia de Grecia, François-Henri Pinault, propietario del conglomerado de moda Kering, al que pertenece la firma, junto a su mujer, la actriz Salma Hayek, o la también actriz Kirsten Dunst se han dado cita en el front row de Gucci.

Al son de 'Coronacid', de Did Virgo, las modelos han comenzado a aparecer en el espacio industrial que ha albergado el desfile. El primer look era un buen avance de lo que sería toda la colección. Una blazer a modo de minivestido, unos shorts de tamaño reducido y botas XXL planas, todo en negro. Ya no se trata de enseñar piernas. Para De Sarno, la clave está en combinar la reducida prenda inferior con unas botas extralargas, y en la práctica, dejar por escrito que el próximo invierno seguiremos yendo en bragas.

A pesar de que no fue Gucci el precursor de la tendencia -recordemos que se le atribuye ese hit a Miu Miu-, su poder de influencia en la industria como look todopoderoso ha provocado que sea el dictado reiterativo en el desfile de la marca italiana.

Acto seguido, los vestidos, las faldas, los monos o directamente las bragas no han dejado de sucederse sobre la pasarela. Acompañados de esas botas 'over the knee' que tapan casi la totalidad de las piernas, los outfits también han estado aderezados por chokers y bolsos con forma de media luna.

Si se vislumbraba un abrigo, siempre corto y sin nada debajo, al menos nada que no supere su largo mini. Sabato los borda con paillettes y flecos, los deja limpios y puros sin adornos, o les concede una nueva dimensión con una silueta relajada. Algunos de esos modelos se han fabricado con piel grabada con el logo de la enseña.

Entre tanto mini, se han podido ver vestidos lenceros de largo midi. Confeccionados bien con terciopelo o bien con un material de gasa semitransparente, Gucci los decora con puntillas de encaje, cristales y bordados florales. La ropa interior queda expuesta y se convierte en un elemento de vestir más.

Para cambiar de tercio, unos mocasines con plataformas gigantescas han puesto el broche a los vestidos lenceros. En esa misma tónica se han movido los atuendos de dos prendas con top y falda de estética utility.

Si hablamos de materiales, el punto, la piel y el terciopelo reinan en la propuesta. La gama cromática ha sido de las más ricas: verdes, azules, amarillos, grises, rosas, morados, metalizados y negros.

Con gran ausencia de estampados, al final hemos visto un motivo brillante que dibujaba ondas con destellos. Nada de pantalones largos, sastrería ni trajes corpulentos; con la máxima de exponer la piel, todas esas piezas desaparecen del catálogo de Gucci.

La marca ha difundido el alegato del director creativo: "Buscar un pequeño gesto subversivo. Observar las cosas desde una perspectiva diferente a la que se presume más adecuada, sin respetar las normas. Esa es mi forma de soñar, sin prisa, visualizando y estratificando aspiraciones como si fueran los ladrillos de una casa. En mi moda, como en mis sueños, el ejercicio es el mismo. Buscar entre los pliegues un vacío que quiera ser llenado. Analizar minuciosamente los detalles antes de proceder a alejarme en busca de una perspectiva más amplia. Capturar lo extraordinario allí donde se espera lo ordinario. Mis sueños, al igual que mi moda, están en constante diálogo con la realidad. Porque no busco otro mundo en el que vivir, sino formas de vivir en este mundo".