Volúmenes, sastrería refinada y hombreras XXL: el invierno de Stella McCartney

El nombre y el trabajo de Stella McCartney siempre han estado ligados al cuidado y la defensa del medioambiente. En sus más de 20 años al frente de su firma homónima, ha creado un imperio sola, sin ayudas y sin traicionarse a sí misma. Sustentado por el activismo a favor de la sostenibilidad, la británica cree firmemente que el deseo de poseer lujo no está reñido con su eslogan eco. Precisamente, 'Mother Earth' (Madre Tierra) es el nuevo lema con el que aterriza en París. Un alegato que vuelve a poner al planeta en el centro de su nueva colección para el próximo otoño-invierno 2024/2025.

Hay más. Varios vídeos cortos en sus redes sociales con otro mensaje, 'It's about fucking time', como avance de lo que íbamos a ver en la Ciudad de la Luz.

Para eso trabaja desde los inicios de su marca en 2001, ofreciendo alternativas innovadoras (y muy caras de confeccionar) reduciendo el uso de recursos naturales y presentando, al mismo nivel, colecciones irresistibles que todo el mundo quiera comprar. "Estas piezas son únicas y ejemplo de nuestro compromiso. Es la solución para hacer prendas grandes y una realidad que irá reemplazando al cuero", comentaba McCartney para Vanitatis sobre Mylo (así se llama el tejido creado a partir de micelio en colaboración con Bolt Threads, compañía de biotecnología con la que trabaja desde 2017). Una vez más, la diseñadora nos ha demostrado ser un referente en estas lides.

En el front row, la modelo Bar Refaeli, la influencer italiana Erika Boldrin, la actriz Charlotte Rampling, la editora de moda Anna Dello Russo; el padre de la diseñadora, Paul McCartney, con su mujer, Nancy McCartney; Ringo Starr, o la cantante y actriz Paris Jackson.

Si la preocupación por el medioambiente es su filosofía, la sastrería, la estética que domina sus colecciones. Trajes de chaqueta y pantalón de corte oversize y patrones relajados, americanas de doble botonadura y, para enriquecer esas prendas, bordados de cristales. Decoran los bajos de las piezas y también los escotes. Con los materiales propios de este universo, hablamos de tejidos sostenibles que emulan a la espiga o el estampado Príncipe de Gales, la británica también ha dado vida a minivestidos como novedad en el armario sartorial.

Piel sintética sostenible o tejidos creados a partir de residuos para los abrigos. En este terreno, ganan las gabardinas. Se presentan con piel (lisa o efecto coco), el cuello alto tipo chimenea, con cremalleras, trabillas y cierre lateral con lazada. Stella McCartney confirma lo que llevamos viendo durante toda la semana en París: el trench será el abrigo imprescindible del otoño-invierno.

Como nexo de unión de las prendas superiores, las hombreras XXL. Con una base cuadrada y gran presencia, se cuelan en vestidos, jerséis de punto, chaquetas y blusas, ninguna pieza se escapa de este efecto. Y, a pesar de ser un recurso ochentero, en la colección de la diseñadora no presentan una imagen ochentera gracias a la fluidez y la ligereza que se despliega en el resto del patrón. En vestidos satinados, blazers gigantescas y chaquetas trenzadas, las hombreras vuelven.

Si hablamos de prendas de punto, Stella propone jerséis con mangas protagonistas, decorados con flecos esponjosos, trenzados y que combinan dos colores en bloque en su corte. Acompañados de pantalones vaqueros o diseños sastre, pronostican que será una temporada invernal pura y dura.

En el territorio vaquero destacan dos looks. Uno con americana oversize y relajada como parte superior y unos jeans bordados con paillettes plata en el frontal, y otro, que fusiona dos lavados vaqueros en su silueta.

Los accesorios para el otoño-invierno de la británica apuntan a la balaclava, a las botas altas con corte de mocasín y a los flecos por doquier. Mención especial para los bolsos que se decoran con cadenas y, otra vez, esos flecos rizados que asimismo han materializado capas y abrigos.

Aunque empezó con tonos neutros como el marrón chocolate, el gris o el rosa empolvado, la gama cromática se fue tornando el azul eléctrico o el rojo para sumar intensidad al armario.

Espacio para los vestidos más femeninos con asimetrías, cut-out y estampado de labios en tejidos efecto satén. Casi al final, un vestido de alfombra roja: mini, negro, con escote corazón y cola voladora. Entre las modelos, hemos visto a Lila Moss y, como cierre, a Natalia Vodianova con un abrigo impoluto muy voluminoso a base de cuerdas trenzadas.