Michael Costello, el diseñador de las estrellas, nos abre su showroom en Madrid: "Estoy aquí gracias a Paula Echevarría"

Al otro lado del charco, en Los Ángeles, Miami o Nueva York, Michael Costello (1983, Palm Springs, California) es una eminencia. Eminencia con la aguja y eminencia sobre las alfombras rojas. Es el diseñador de las estrellas. Hablamos de figuras como Beyoncé, Lady Gaga o Jennifer Lopez, que confían en él para crear algunos de esos looks de impresión que lucen en los escenarios, los que desfilan por los grandes eventos o los que visten en sus trabajos cinematográficos. Tal es su papel como creador que, a lo largo de su carrera, el estadounidense ha ganado, entre otros reconocimientos, dos premios Emmy.

Con este currículum, Michael Costello aterriza en Madrid. La capital será el centro de operaciones del diseñador en Europa. Vanitatis ha entrado en exclusiva en su showroom, un espacio ubicado en pleno barrio de Justicia por el que ya se pasean Esther Cañadas, Judit Mascó, Goya Toledo, Rossy de Palma, Olivia Baglivi y, por supuesto, Paula Echevarría, amiga de Costello y el motivo por el que haya elegido Madrid para conquistar nuestro país y nuestro continente.

"La primera vez que visité Madrid fue porque Paula Echevarría me pidió que viajase hasta aquí para participar en una producción para una revista de moda. Además de amigos desde hace años, resulta que soy fan de la serie 'Velvet', que ella protagonizó. Cuando llegué a Madrid estaba deseoso por conocer las galerías Velvet, pero Paula me dijo que no existían y me quedé desolado", cuenta entre risas. "Estoy aquí gracias a ella. Me ha ayudado a conocer a muchas famosas de aquí como Esther Cañadas o Rossy de Palma". La actriz descubrió los diseños de Michael Costello en uno de sus viajes por Estados Unidos y, gracias a ella, sus looks comenzaron a verse en las fiestas y las alfombras rojas nacionales.

Desde bien niño, a Costello siempre le había interesado el mundo de la moda. Apoyado por su madre, la carrera del diseñador despegó cuando tan solo tenía 15 años. "Abrí mi primera tienda en Palm Springs, California, a esa edad. Enseguida se corrió la voz entre las celebrities: todas querían conocer al chico que estaba revolucionando la moda". Un furor inicial que, con los años, se ha consolidado. No estaban equivocadas, a aquel adolescente le esperaba una trayectoria de éxito.

"No creo ni sigo las tendencias. Me rijo por las cosas que me gustan e inspiran en cada momento. Si tuviera que definir mi trabajo con una sola palabra, sería el drapeado. Me encanta jugar con los tejidos, con las hombreras, los colores y, en general, con la estética de la década de los 70. Visto a una mujer sofisticada, muy chic y que le gusta viajar", explica.

Una mujer empoderada como Beyoncé, Lady Gaga o Jennifer Lopez. "Cuando era un niño solo quería diseñar vestidos y no pensaba en la fama. Nunca imaginé que acabaría vistiendo a esas celebrities. Para mí es un sueño". Eso sí, Costello admite que trabajar con cada una de ellas es completamente diferente: "JLo no tiene peticiones ni preguntas. Me dice qué color quiere, por ejemplo, amarillo, con mucha tela y una abertura en la falda. Con Beyoncé, el proceso es distinto. Mantenemos una conversación por teléfono en la que me cuenta su inspiración y cuál es el concepto del show, pero nunca me dice qué quiere exactamente. Y, por último, Lady Gaga, con miles de ideas revoloteando por su cabeza". Esto se justifica por una razón, "cada una quiere ser única y presumir de su personalidad".

Sin duda, un punto de inflexión en la carrera de Michael Costello fue el día que Beyoncé acudió a los Premios Grammy enfundada en uno de sus vestidos, todo un icono. Ese momentazo sobre la alfombra roja de los galardones musicales desplegada en Los Ángeles ocurrió en enero de 2014.

"Después de tantas horas de trabajo, cuando las veo posar en el photocall o subidas al escenario con el vestido, siento una gran satisfacción. Entonces llamo a mi madre y juntos comentamos los detalles", confiesa el estadounidense. "Aunque no hay tiempo para celebrar. Me llueven nuevos encargos y tengo que seguir diseñando para otra famosa, para otro espectáculo o para otra serie", añade.

Con un largo historial de looks a sus espaldas, es difícil quedarse solo con uno, elegir un traje favorito que, por una razón u otra, se haya quedado grabado en su corazón como el más especial: "El vestido que ideé para la cantante Ke$ha a principios de la década de 2010. Ella fue una de esas chicas malas de la canción con un estilo 'trash' muy marcado. El día que apareció con ese traje, los expertos y críticos en moda alucinaron. Ahí fue cuando empezaron a hablar de ella como una estrella encabezando todos los rankings de mejor vestidas". Se queda también con los estilismos de Lady Gaga para la serie 'American Horror Story', un trabajo como diseñador de vestuario que le hizo ganador de un premio Emmy; el segundo se lo llevó con 'The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story'.

Admira España y, por supuesto, nuestra moda: "Todo lo que hay en España me inspira: pasear por la Gran Vía, los espectáculos de flamenco, mirar los edificios e, incluso, el logo del Tío Pepe. Es más, todos esos elementos me han ayudado a dar forma a los vestidos que hoy presiden mi showroom de Madrid. Los diseñadores de aquí no tienen que olvidar el legado y la cultura española, que es muy rica. Hablo de figuras como Balenciaga, que han hecho tanto por la industria".

Del joven talento español, Costello admira a Andrew Pocrid, el nuevo preferido por las famosas para las 'red carpets'. "Entiende qué es la moda, qué es la belleza y cómo vestir a una mujer para que luzca sexy sin necesidad de enseñar piel. Su trabajo es maravilloso. Me gusta imaginar que Andrés Pozuelo (fundador y director creativo de Andrew Pocrid) es el hijo de Óscar de la Renta y de Carolina Herrera", dice entre risas.

A diferencia de otros coetáneos, Michael Costello huye del lápiz y el papel a la hora de diseñar y dar vida a sus colecciones. "No me gusta trabajar con patrones ni bocetos. Cojo la tela y le doy forma encima del maniquí. El tejido me habla y me dice qué necesita, en qué diseño puede brillar más y qué estilo debo darle. Trabajo con mis manos, drapeo el tejido y, poco a poco, creo el vestido que mejor casa con esa tela", detalla.

La inspiración le aflora de manera natural. En el día a día, viendo a una mujer, dando vueltas por una tienda o simplemente en el taller, cualquier cosa que pase por el ojo del estadounidense es susceptible de caer en sus redes y servir como base para crear un nuevo look.

Tras hablar con Costello, una se da cuenta de que es uno de esos pocos elegidos de la moda, un prodigio autodidacta, un diseñador muy familiar y un apasionado de su trabajo, que, desde una edad temprana, ha sabido explotar lo que mejor sabe: vestir a la mujer para que se sienta favorecida y sensual. En su búsqueda por realzar la belleza femenina y jugar con los límites, los vestidos del estadounidense se han colado en las alfombras rojas más relevantes del planeta, de los Premios Oscar a los Grammy. Una revolución iniciada en Estados Unidos y que ahora llega a nuestro país.