Khaite, el fenómeno de la moda estadounidense que arrasa

Llamada así por la palabra griega χαίτη (cabello largo y suelto), esta enseña encarna una sensación de libertad aventurera y los dioses griegos están de su parte. Con sede en Nueva York, fue fundada hace tan solo ocho años, en 2016, por Catherine Holstein, y está arrasando a nivel mundial. Según la diseñadora, es su forma de mirar el mundo.

Nominada a Diseñadora Emergente del Año en 2019 y ganadora del premio CFDA de Diseñadora de Ropa Femenina del Año en 2022. Khaite es célebre por su increíble atención al detalle y su trabajo con materiales excepcionales.

Su marca se ha hecho famosa gracias a los contrastes: masculino y femenino, fuerza y ​​fragilidad, estructura y fluidez, clásico y moderno. Más que simples elementos esenciales, cada pieza encapsula una atemporalidad y una elegancia sencilla y promete convertirse en un favorito para siempre.

Evoluciona con cada temporada basándose en una base de artículos robustos, pero pulidos, que se distinguen por materiales excepcionales, artesanía exquisita y detalles sutiles pero llamativos junto a siluetas pulidas.

Es una de las grandes historias de éxito recientes de la moda estadounidense, si no la mayor. Catherine, su fundadora, ya ha sido reconocida dos veces como diseñadora del año por el Consejo de Diseñadores de Moda de América, en los años 2022 y 2023. Holstein tiene el proyecto de abrir una tienda de diseño zen de arquitectura brutalista en el SoHo, cerca de otras marcas de renombre como Prada y Balenciaga. El año pasado, la marca recibió una inversión de Stripes, una firma de capital privado que también respalda empresas como A24, una productora de cine, y On Running, con el propósito de expandir su red de tiendas.

Su último desfile, que se llevó a cabo en una gran caja negra en Chelsea Piers, con una pasarela iluminada únicamente por focos de seguimiento al estilo de Tom Ford en sus años en Gucci y YSL, reflejó claramente la ambición de la marca. La colección presentada incluyó largos abrigos ajustados en la cintura con hombros prominentes, chaquetas con hombros curvos y grandes, recortadas como boleros, combinadas con faldas de cuero cuadradas, así como tops y faldas de organza moldeados alrededor del torso y las piernas. La silueta predominante fue voluminosa en la parte superior y ajustada en la parte inferior.

En sus notas de desfile, Holstein mencionó que esta colección se inspiró en la "herencia" y la "memoria", evocando recuerdos de una época en la que la moda de Nueva York era vista como derivada de la europea.

Holstein, junto a las gemelas Olsen de The Row, a través del lujo silencioso y el minimalismo más purista, parecen haberse convertido en las líderes de la moda estadounidense. Ambas enseñas están diseñando de una forma distintiva y con un punto de vista único sobre las mujeres y su lugar en el mundo. Tienen los recursos y la determinación para lograrlo y desde un fondo de armario están saliendo de la zona de confort establecida por otros diseñadores. Veremos dentro de unos años si consiguen mantenerse en el podio alcanzado.