Kelly Rutherford: la inesperada sorpresa de estilo fan de marcas españolas

Cuando nadie la recordaba, la excepcional Lily van der Woodsen de 'Gossip Girl' reapareció en nuestras vidas como lo que esperábamos: la elegante madre de Serena (Blake Lively), una socialité neoyorquina de gran poder adquisitivo y mejor armario.

Kelly Rutherford ha hecho un despliegue en la Alta Costura digno de cualquier estrella en activo, apareciendo como auténtica embajadora del lujo silencioso. Y no en desfiles menores, no, nada más y nada menos que en Dior o Jean Paul Gaultier y al lado de las influencers como Kylie Jenner, personajes de total actualidad.

Si esta primavera la actriz estadounidense nos sorprendía en Madrid en la presentación de María de la Orden con su amiga Ana Cerrato, dueña de la marca de friulanas Cayumas, vestida con marcas españolas como Charlotte Blaz, ahora la intérprete se ha erigido como una auténtica reina de estilo en la Semana de la Alta Costura de París.

Boheme, así, se llama el modelo de friulane favorito de la actriz. Tanta es su pasión por la comodidad y estilo de este zapato que la hemos visto lucir Cayumas hasta en dos ocasiones en menos de tres días. Esta firma española, que confecciona en Friuli, ha demostrado ser la opción favorita de celebrities de todo el mundo, como la influencer Leandra M. Cohen o la actriz de Gossip Girl.

Kelly nos da dos opciones para combinar para este calzado. La primera, con una llamativa camisa de colores y pantalones vaqueros crop. La segunda, perfecta para la oficina, un conjunto de dos piezas con tejido de cuadros.

Hace tan solo unas horas, llevaba en sus redes sociales un top de La Veste, marca de la que María es propietaria junto a la trendsetter catalana Blanca Miró.

Pero no es algo fortuito, Lily lleva tiempo trabajando en su muro de Instagram, repleto de selfis que capturan su estilo impecable, caracterizado por detalles vanguardistas que está paseando por el mundo de la mano de su móvil.

En una de sus apariciones, de beis, llevó las prendas que son el epítome de la tendencia que apostaba por prendas sencillas y colores suaves, algo que replica ahora en su vida personal: una impecable camisa blanca, una prenda fundamental en cualquier armario que se precie, metida en pantalones color crema a medida, junto con una capa a juego completa con bordes festoneados, un bolso de cuero blanco con detalles dorados y tacones de aguja blancos.

En el desfile de Dior, eligió un conjunto en la misma línea, un look atemporal de traje de falda color crema, con una chaqueta abotonada combinada con una falda midi. A juego, complementada con zapatos de tacón beis y un bolso Lady Dior del mismo tono.

En el de Jean Paul Gaultier ocupó el asiento de la primera fila junto a Kylie, luciendo un vestido de satén rosa bebé poco convencional pero elegante, adornado con un detalle de cinta escarlata, perfectamente coordinado con tacones de gamuza Roger Vivier a juego.

Todo un acierto, look tras look, no hay que perderle la pista.