Gucci también se rinde al estilo de los años 70 en su colección crucero

Tras unas semanas de misterio, Gucci anunciaba que su nueva colección vería la luz en la Tate Modern. Según contaban desde la casa, este museo de arte contemporáneo se convertía en "el marco perfecto en el que plasmar la visión del director creativo de Gucci, Sabato De Sarno, para el desfile de la colección Cruise 2025".

La llegada del italiano ha supuesto un giro de 180 grados al estilo que impuso Alessandro Michele, 180 grados al estilo que impuso Alessandro Michele, del barroquismo al esencialismo. Algo que encaja a la perfeccción en la localización elegida para la presentación de la colección Gucci Cruise 2025 en el Tate Modern en el horizonte, la confluencia de arte, moda y patrimonio se convierte en el foco de todas las miradas. Esta ocasión no solo rinde homenaje a la célebre historia de Gucci, sino que también reafirma su compromiso de promover el diálogo en panoramas culturales diversos, capturando la intersección de lugares, personas, momentos y estéticas a través de su singular narrativa.

El carrusel final respiraba la mujer de los setenta por la que también ha apostado la diseñadora de Chloé, Chemena Kamali. ha apostado la diseñadora de Chloé, Chemena Kamali. Blanco, denim, ante eran los primeros indicios de que el nuevo Gucci tiene una propuesta mainstream que pretende arrasar en el día a día, dejando las estridencias a un lado.

Prendas que van a conformar un armario en el que el croché y los abalorios metalizados convivirán en relieve y movimiento. Y cómo no, tenemos al omnipresente cuero, si tuvo una importancia fundamental en el desfile de febrero al que acudió la mismísima Julia Roberts, en esta propuesta no ha perdido protagonismo.

Volúmenes en las chaquetas y las capas, ha sido una colección en la que todas y cada una de estas piezas iban acompañadas de un bolso de la enseña, porque los complementos son tan importantes como la ropa para la empresa que nació de una maleta.

La camisa blanca cobra un papel en muchos de los looks, así como un estampado de margaritas que ha sido quizá la idea más romántica de todas las presentadas.

Vestidos y petos minimal asimétricos de los noventa; blusas con lazada; sastrería revisitada con aires de los sesenta; chaquetas de cuadros y bombers oversize empolvadas en pasteles que se posaban sobre los hombres con vestidos livianos que respiraban lencería se deslizaban por la escalera de caracol.

Recupera sus clásicos mocasines y los reversiona, también recupera las bailarinas planas. Los primeros los combina con calcetines blancos con el áncora. El nuevo director creativo de Gucci, recupera la icónica banda tricolor y la vuelve a imponer como tendencia y a su color con nombre propio: Gucci Ancora. a su color con nombre propio: Gucci Ancora. En cuanto a los accesorios, gafas de sol, collares de perlas y recupera la idea del doble bolso que llevábamos hace diez años: combina uno mini –preferiblemente en bandolera– con un bolso maxi tipo cesta de la compra.

Inspirado por sus múltiples viajes a Londres a lo largo de los años, donde tuvo la oportunidad de explorar la diversidad cultural la ciudad, Sabato De Sarno ha buscado capturar la esencia del espíritu londinense: una confluencia de ideas, estilos y personalidades contrastantes que fomentan la creatividad.

El profundo vínculo entre Gucci y Londres se remonta a la fundación de la casa de la mano de Guccio Gucci. Su estancia en Londres allá por 1897 marcó un punto de inflexión y dio forma a su concepción del lujo y la artesanía. En su tiempo como botones en el Hotel Savoy, Guccio se sumergió en la vibrante cultura de la ciudad, un aprendizaje que más tarde influiría en la identidad de la firma.