Federer y Nadal, amistad y moda más allá de las pistas

Louis Vuitton, la reconocida firma del grupo LVMH ha demostrado en los últimos años un claro interés por los deportistas. Recordemos las campañas con figuras como Neymar, Cristiano Ronaldo o Messi; la conexión entre los futbolistas y este sector es bien conocida. La cercanía entre el deporte y el 'fashion system' es evidente. En 2021, la casa Dior seleccionó al futbolista Kylian Mbappé como embajador de su línea de menswear y de la fragancia Eau de Sauvage. No solo las marcas de lujo, sino también las más accesibles, como Mango, con Antoine Griezmann, o Springfield con Pedri, el jugador del Barça, han seguido esta tendencia. Así, la relación no solo ha sido estrecha con las marcas aspiracionales, sino también con las más accesibles.

La misma marca hace un año convertía a Carlitos Alcaraz en el objetivo de todas las cámaras, cuando comunicó, en un despliegue en las redes sociales, que el tenista era su nuevo embajador.

Ahora se ha vuelto a rendir al mundo del tenis en una campaña con dos de los grandes: Roger Federer y Rafael Nadal. La vinculación del primero con la moda ya es conocida, ya ha combinado la raqueta y la moda. Federer, icono de estilo en la cancha, siempre fue uno de los favoritos y actualmente es íntimo amigo de Anna Wintour, incluso fue patrono de la Met Gala del año pasado.

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Las últimas décadas del tenis no se pueden comprender sin una de las rivalidades más bonitas y ejemplares de la historia del deporte. Federer y Nadal no solo se han impulsado mutuamente a alcanzar nuevos hitos, sino que también han protagonizado duelos épicos que quedarán en la memoria para siempre. Como aquella final de Wimbledon en 2008, considerada 'el partido del siglo', donde el español se llevó la victoria tras una batalla de 4 horas y 48 minutos. O la emotiva final en Australia, un año después, que terminó con lágrimas. Experiencias en la pista que convirtieron a estos rivales en amigos.

Ahora esta historia queda retratada para la posteridad en una campaña única son fotografiados mientras escalan la majestuosa cordillera de los Dolomitas en Italia. Bajo el lema “Algunos viajes se convierten en leyendas”, la campaña captura a estos dos atletas en un viaje de ambición, determinación y descubrimiento.

Bajo la lente de la fotógrafa Annie Leibovitz, y a una altitud de 3000 metros, ambos dejan atrás sus diferencias para convertirse en compañeros de travesía. La fotógrafa que todo el mundo desea, incluso los Reyes de España que se han dejado fotografiar por ella.

"Es una oportunidad única trabajar en esta campaña con Rafa. Ha sido genial empezar siendo rivales y luego, al final de nuestras carreras, estar uno al lado del otro en esta campaña. Y donde estamos hoy aquí, creo que también lo encarna todo: estar en la cima de las montañas es algo significativo y especial para nosotros”, dice Roger Federer.

Sé cuántos iconos importantes han sido parte de esta campaña, así que estoy personalmente muy orgulloso de ser parte de ella, especialmente de poder compartir la experiencia con Roger; una persona que ha pasado de ser mi mayor rival a un amigo cercano. A lo largo de mi carrera he logrado más de lo que jamás soñé, al final del día me he dado cuenta de que el legado en términos humanos es el valor más importante”, explica Rafael Nadal.

Federer, cargando la clásica mochila Monogram Christopher, símbolo de su estilo imperecedero, en línea con su propio legado en el deporte; y Nadal con la versión del Monogram Eclipse, que simboliza su dinamismo, su fuerza y su tenacidad. Juntos evocan los valores que resuenan en todos y cada uno de los diseños de Louis Vuitton, así como en las campañas Core Values: una travesía que va más allá de lo físico, un compromiso con la excelencia y una invitación a soñar.