Y ahora Escocia. Así ha sido la imaginativa propuesta de la colección crucero de Dior

Para Maria Grazia Chiuri, la presentación de la colección crucero es una oportunidad para seguir los pasos de Christian Dior en todo el mundo. Y en esta ocasión, la italiana ha movido cielo y tierra para mover al equipo a desfilar a Edimburgo.

Los jardines de un castillo, nadie en los primeros cientos de pasos, las modelos cual Ana Estuardo bajaban las escalinatas de una colección puramente escocesa que presentaba looks que vestirán sin duda las reinas de la moda. Y si hay algo que no deja de sorprender es la capacidad imaginativa de la cabeza de Maria Grazia... realmente, no tiene fin.

Una puesta en escena en la que esta vez no hacían falta florituras, porque el jardín ya lo tenía todo. Eso sí, el tiempo ha estado a su favor, ya que en contra de lo que suele pasar en Escocia, hoy no ha llovido en este mapa de Escocia fashion.

El mismo que ha adornado algunas de las prendas de esta línea crucero, trazando una cartografía de colaboraciones y encuentros culturales diseñados especialmente para este desfile, incluyendo un homenaje al tartán: "Probablemente, sea el único tejido elegante que se resiste a las modas", escribió Christian Dior en 'El pequeño diccionario de la moda'.

Combinando diversos colores y el corte de una falda escocesa, esta tela histórica, emblemática de la región, sigue cruzando modas pasadas y presentes, desde el romanticismo hasta el punk. Las fotografías de la presentación primavera-verano de 1955 se transforman en estampados o se utilizan como apliques en los bordes de faldas escocesas o chaquetones, en una especie de collage cinematográfico. Se convierten en recuerdos que distinguen esta colección crucero 2025 de Dior.

Los looks fusionan elementos contrastantes, incluidas las texturas diversas de terciopelo y encaje que visten al ecuestre contemporáneo. Algunas siluetas presentan mangas exageradamente anchas que, en las camisas blancas, se muestran bajo pequeños vestidos con faldas fruncidas y corpiños resplandecientes de bordados.

Este último puede encontrarse en varias piezas oscuras e iridiscentes, a veces adornadas con perlas. Cuellos de encaje iluminan el negro. También utilizado en materiales muy ligeros, el tartán es el hilo conductor de esta auténtica celebración. Del kilt, ya sea fabricado directamente en Escocia o reinterpretado. Sin olvidar los vestidos concebidos en diversos largos, así como abrigos y capas con grandes capuchas. Las botas de lluvia van y vienen.

Las toreras adoptan el gris de telas para ropa masculina, y la icónica chaqueta Bar luce botones Brandenburg de terciopelo negro. Este mismo terciopelo embellece un vestido de noche, cuyo busto ceñido realza la falda oversize.

En 1955, el señor Dior exhibió su creación en Perthshire, Escocia, en el salón de baile del Hotel Gleneagles. Para la directora creativa de Dior, este país se ha convertido en el telón de fondo de la colección crucero 2025 de Dior, presentada en los jardines del Castillo de Drummond, donde recuerdos, inspiraciones y sugerencias se entrelazan para dar forma a diseños y bordados.

El unicornio y el cardo, ambos emblemas de Escocia, ofrecen una interpretación única de los Millefleurs. Este motivo se convierte en bordados heráldicos, evocando la maestría de esta técnica excepcional, un lenguaje propio y una manifestación de resiliencia. No podían faltar los mensajes en las prendas, sello de la italiana.

Un símbolo de María Estuardo que se menciona en el libro de Clare Hunter, "Bordando su verdad: María, reina de Escocia y el lenguaje del poder". Como las gaitas que han cerrado el desfile.