Desde su creación, Audemars Piguet ha explorado incansablemente nuevos territorios creativos en términos de técnicas relojeras, complicaciones, materiales y diseños innovadores. Los relojes femeninos han tenido suma importancia en esta senda creativa a través de la miniaturización, el engaste de piedras preciosas y la sofisticación estética, tres propiedades reflejadas en las piezas históricas que pueden apreciarse en el Musée Atelier Audemars Piguet en la Vallée de Joux.
El Royal Oak Mini celebra igualmente el protagonismo de las mujeres en la historia de la casa relojera de Le Brassus. Y es que las mujeres han desempeñado un papel clave en la creación de los relojes de la casa: desde Jacqueline Dimier, pasando por la diseñadora de joyas Carolina Bucci, la diseñadora de moda Tamara Ralph y ahora con Anne-Gaëlle Quinet, directora de complicaciones de Audemars Piguet -una de las pocas mujeres que ha alcanzado esa posición en la industria- y, como no, su CEO Ilaria Resta, también una de las poquísimas de la industria.
La relojería en femenino está de moda y las marcas lo saben. Audemars Piguet, tan atenta a las tendencias de la moda como original en sus propuestas relojeras ha creado recientemente modelos Royal Oak que entre los 37 y los 34 mm se ajustan a las muñecas más delicadas para brillar con luz propia. Una luz que ahora emana de un formato aún más pequeño, aún más sutil, pero enormemente poderoso, dinámico e intemporal.