Brigitte Macron, con un abrigo vestido inspiración Kate, da la bienvenida en el Elíseo

La tarde en París ha empezado con una de las grandes protagonistas del día, la Primera Dama francesa Brigitte Macron. A un lado del Presidente francés y con un look que nos ha recordado a Kate Middleton, la francesa ha recurrido a una fórmula supereficiente que seguro pertenece a su marca fetiche Louis Vuitton.

Un abrigo vestido camel de largo midi con unos stilettos beige ha sido la elección para esta tarde de julio parisina

¿Por qué lo aseveramos? Además del histórico de la mujer del líder galo, son muchos años y tantos looks como llevamos viendo en su legislatura firmados por Nicolas Ghesquière, el director creativo de Louis Vuitton, el amigo de las celebrities.

Sabíamos que sus tentáculos a nivel social eran largos, pero lo que no nos podíamos imaginar era que llegaran hasta el Elíseo. Lo descubrimos gracias a la portada de la publicación francesa 'Madame Figaro'. Según se publicaba este año en las redes sociales del diseñador y la publicación: "A partir de 2017, se establece una relación de complicidad entre la primera dama y el director artístico de las colecciones femeninas de Louis Vuitton. Una línea estilística única que nos deja un entretenimiento exclusivo".

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Paula Mata

En todos sus desfiles se ha notado por la numerosa presencia de actrices en la primera fila venidas desde Hollywood, embajadores de marcas de primer nivel y hasta pesos pesados ​​de la industria, quienes aplauden su ingenio. Quizás sea por el aspecto teatral de sus innovaciones, en el que se ven a sí mismos. O por su capacidad para mezclar y combinar los temas más opuestos en un género completamente nuevo, pero todos admiran su destreza.

La primera dama ha destacado una vez más por su discreción. Y aunque siempre busca un perfil bajo, sin querer se convierte en protagonista al lado de su marido Emmanuel. Su presencia, ciertamente, no podía pasar desapercibida y las razones son muchas. Empezando por el look que la 'première dame' ha elegido para la ocasión, un claro homenaje al presidente francés, con el que vive una (polémica) historia de amor desde hace casi treinta años. En clara sintonía, con un outfit chic a la par que conservador.

Y además el grupo LVMH es el patrocinador de los Juegos Olímpicos de este año, así que otra razón para confirmar nuestra teoría.