Colores vibrantes, bordados intrincados y acabados pulidos, así ha sido el desfile de Carolina Herrera en Nueva York

Un edificio en el centro de Nueva York ha acogido la última presentación de la firma House of Herrera con su fundadora como invitada principal.

Hemos podido ver las propuestas para la primavera que viene con un front row plagado de influencers y de las mujeres más poderosas de la moda norteamericana. En primer lugar, la editora Anna Wintour, que no falta a las citas fashion de la Gran Manzana. También estaba Lauren Santodomingo, amiga de la familia y fundadora del e-commerce Moda Operandi. Junto a Carolina Karlie Kloss, la modelo y empresaria ha disfrutado de la presentación.

Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera desde 2018, es conocido por su enfoque en la elegancia moderna y el uso del color. Sus diseños esta tarde han fusionado sofisticación clásica. Como ya hemos visto a lo largo de estas temporadas y hoy lo ha replicado, ha recurrido a siluetas femeninas, detalles románticos y tejidos lujosos, manteniendo un equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo.

Gordon ha priorizado la fluidez y la feminidad, destacando los estampados florales vibrantes, bordados intrincados y acabados pulidos. Su estilo celebra la belleza atemporal, sin dejar de incorporar elementos frescos y modernos.

Los primeros looks han sido una declaración de intenciones looks blancos y negros con flores en 3 dimensiones y lazadas adornaban las sobrias propuestas del director creativo de la marca, en la tercera salida ha aparecido una de las icónicas blusas de la enseña a la que han seguido vestidos negros que reclaman fiestas nocturnas.

Monos, pantalones capri y crop tops de encaje protagonizaban una colección que respiraba un aire retro con un claro toque sixties, que añora los looks de verano de la Costa Azul.

Los lunares, cómo no, han reclamado su espacio en abrigos de pétalos, vestidos largos, faldas con volantes, mantenidos siempre en esta apuesta bicolor que define los códigos de la elegancia para el verano que viene.

Blusas y faldas con volumen tampoco se han hecho esperar ante los ojos de los expertos y clientas.

Las flores, además de estampar algunas prendas, han reinado en los accesorios.

El primer color que ha robado el espacio ha sido el rosa chicle que se ha combinado en un momento 'Barbie' con la pata de gallo. Su clásico rojo en su matiz más fresa le ha seguido en siluetas que identifican perfectamente a la enseña. Luego matices de azul, primero en pedrería y luego sobre prints florales han demostrado que la alegría llega a la primavera, pero suavemente, sin estridencias, primero en pequeñas flores amarillas en el cabello de las modelos y luego bañando los vestidos. Las neoyorquinas 'de bien'saben que esta colección está dedicada a ellas, a esas que desde que Carolina madre fundó la enseña no le han fallado, y ahora su director creativo, Wes Gordon, les ha rendido un claro homenaje.