La moda francesa y su mensaje fue la ganadora en el debate entre Trump y Kamala

Esta semana uno de los temas que han gobernado la agenda ha sido el debate de los candidatos a la presidencia estadounidense. Kamala Harris y Donald Trump se enfrentaron por primera vez, de hecho era su primer encuentro en persona, un momento que generó mucha expectación. Hubo ganadora, los expertos dicen que Harris recurrió a su experiencia en los tribunales para esta puesta en escena, y le sirvió.

Pero hubo un arma que muchos no apreciaron y que seguro que le aporto seguridad a la política: su traje. La moda, una vez más, ha vuelto a convertirse en el tema de conversación estrella del panorama político.

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Argemino Barro. Nueva York

"Cuando una elección de moda parece ser el símbolo de un cambio, ignorar lo que alguien lleva precisamente por ser mujer es caer en el mismo estereotipo. La moda es parte de la política y se emplea para comunicar posturas y personalidades", asegura el medio The New York Times. Así que nosotros no caeremos en el error.

Con su guardarropa de trajes pantalón en colores conservadores, la vicepresidenta ha evitado cuidadosamente llamar la atención sobre sus elecciones de estilo. Pero ahora, cuando la elección podría decidirse por unos pocos miles de votos, no va a correr riesgos.

¿Qué eligió para el debate?

Como comunicaban desde la marca hace pocas horas: "La vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala D. Harris, llevaba una chaqueta y pantalones negros Dior 30 Montaigne de lana y seda". Fue vestida de Dior por Maria Grazia Chiuri para el debate.

No cometamos el mismo error que el de la tertuliana política Sunanda Vashisht que criticó que un look de Alexandria Ocasio-Cortez costara más de 13.000 euros, olvidando por ello no solo que en las revistas de moda los outfits son cedidos por las marcas para la sesión de fotos, también sucede en la realeza como ha hecho la reina Camila en Inglaterra con la misma marca (no pagan por ello, y no se queda en el armario de quien con ellos posa).

No es de extrañar que Kamala haya elegido un traje, y tampoco que sea de una marca francesa, en mayo optó por un vestido verde oscuro de Chloé con cola y chaqueta con capa en mayo y un vestido de Celine by Hedi Slimane y anillos llamativos en la cena de corresponsales de la Casa Blanca en abril.

Y la elección encaja perfectamente en su discurso si tenemos cuenta que desde que Maria Grazia es la directora creativa de la marca, sus desfiles siempre tienen mensajes feministas que empoderan a la mujer. Y este traje dos piezas mantiene la premisa que busca la candidata: proyectar una apariencia refinada, uniforme y sencilla.

En el mundo de la política, como en tantos otros, la imagen juega un papel esencial. Cuando Kamala Harris dio su discurso enfundada en un traje blanco con el que rendir homenaje a las mujeres sufragistas, quería que el significado de su look fuera contado, y lo hizo ella misma en la red social X (antes Twitter): "Me he vestido de blanco en honor a las mujeres que han allanado el camino para las mujeres. Desde las sufragistas hasta Shirley Chisholm, no estaría aquí, si no fuera por las madres del movimiento".

Y este traje dos piezas mantiene la premisa que busca la candidata: proyectar una apariencia refinada, uniforme y sencilla

Y ahora, de nuevo, se está encargando de que sus looks manden los mensajes que quiere sin necesidad de abrir la boca. Con su estrategia de power dressing consistente en trajes compuestos por faldas midi y chaquetas, demuestra estar en el poder, y sus camisas con lazada otorgan una feminidad a un armario, utilizó una blusa pussy bow la seña de identidad de Margaret Thatcher, que pareció desarmar a Trump.

Desde la primera campaña

Su directora de campaña lanzó unas camisetas con un mensaje "this is what a president looks like", que se podría traducir como "así es un presidente". Era una declaración de intenciones, un eslogan, con guiño al género de la entonces senadora y su herencia negra y del sur de Asia. Hasta el momento el guardarropa de Harris (tacones, ocasionales Converse y trajes de pantalón en conservadores negro, gris y azul marino) era más juvenil, pero desde que sustituyó a Biden en la carrera por la Casablanca empezó a apostar por un look más formal, optando por diseñadores como Altuzarra, Celine y Schiaparelli.

Mientras, en las celebraciones de la presidencia de Biden vistió de diseñadores de color como homenaje a su raza: Sergio Hudson, Christopher John Rogers, and Kerby Jean-Raymond de Pyer Moss para remarcar el momento histórico.

Parece que Kamala sabe la importancia que la moda tiene en la política, y pese a los que la tachan de aburrida, ella está normalizando como hacen las expertas en moda trabajar con esenciales de calidad que no la llevan al error, de una forma que la moda no pueda ser empleada ni para criticar ni para mermar el poder.