Prada nos recuerda que en cuestión de patronaje menos es más
Ha hecho un uso destacado de las líneas limpias, cortes estructurados y materiales innovadores que hemos podido ver desde la primera minifalda plata que ha salido
El estilo de la última colección de Prada para la temporada de primavera/verano 2025 ha estado marcada por un enfoque en la simplicidad elegante y una reinterpretación de los códigos clásicos. Tanto Miuccia Prada como Raf Simons, quienes co-diseñan la marca desde 2020, han optado por una visión minimalista que contrasta con el maximalismo de otras marcas de lujo. Se observa una fusión de lo masculino y lo femenino, lo funcional y lo ornamental, creando piezas que son tan conceptuales como llevables en el día a día.
Prada ha sido fiel a su estética esta tarde, ha hecho un uso destacado de las líneas limpias, cortes estructurados y materiales innovadores que hemos podido ver desde la primera minifalda plata que ha salido. Los tejidos técnicos, como el nailon regenerado, han seguido siendo protagonistas, manteniendo el compromiso de la marca con la sostenibilidad.
Al mismo tiempo, se ha visto una vuelta a siluetas icónicas de los años 60, con camisas con cuello babydoll, y abrigos de piel que juegan con las proporciones de los cuerpos de las modelos. Y prendas de punto muy delicadas se ciñen a la silueta femenina sobre leggings que nos recuerdan que el pitillo vuelve con fuerza. Un vestido de plumas rompe el volumen de la silueta ceñida.
Un aire sesentero baña todas las prendas, algunas con un toque punk, que hemos visto principalmente en cascos con detalles metalizados y gafas de sol. Porque, como no podía ser de otra manera, los accesorios han tenido un protagonismo especial. Recordemos que esta marca nació como una enseña maletera, mules, merceditas y zapatos de tacón sensato alternaban con stilettos de palas geométricas. El calzado ha destacado por su audacia, con diseños tanto funcionales como experimentales.
En cuanto a los bolsos, las icónicas mochilas han desaparecido y bolsos han sido reimaginados con nuevas texturas y tamaños, incluso a algunos les han puesto cinturón.
Los colores predominantes han sido neutros y monocromáticos, aunque con toques de colores vivos y neón en algunos detalles y accesorios. El rosa aúna cuellos de pelo en abrigos, en las medias los violetas se alternan con algunos naranjas y amarillos en un juego de color con un toque pop.
Los estampados gráficos, solo han aparecido de forma sutil en algunas prendas, especialmente en vestidos y faldas que recordaban a vestidos de Paco Rabanne con espejos y geometrías, una estética retro-futurista, también han sido parte del sello distintivo de esta colección, lo que añade una dosis de nostalgia mientras se mantiene una sensación de modernidad.
No se han perdido este espectáculo actrices amigas de la marca, que por supuesto han acudido vestidas de la enseña, como: Sarah Paulson, Simone Ashley, Maya Hawke, las cantantes Haimes, e intérpretes como Amanda Peet, Adria Arjona, Letitia Wright o Carey Mullighan.
La mezcla de lo utilitario y lo lujoso ha sido clave en las colaboraciones y lanzamientos más recientes de Prada, lo que la mantiene como una de las marcas más influyentes en la moda contemporánea.
El estilo de la última colección de Prada para la temporada de primavera/verano 2025 ha estado marcada por un enfoque en la simplicidad elegante y una reinterpretación de los códigos clásicos. Tanto Miuccia Prada como Raf Simons, quienes co-diseñan la marca desde 2020, han optado por una visión minimalista que contrasta con el maximalismo de otras marcas de lujo. Se observa una fusión de lo masculino y lo femenino, lo funcional y lo ornamental, creando piezas que son tan conceptuales como llevables en el día a día.