Alejandro de Miguel, el gran diseñador de las campanadas: “No me gustan los disfraces, apuesto por la elegancia y la belleza”

Año tras año, su nombre resuena en todas las casas de España la noche del 31 de diciembre. No es para menos, Alejandro de Miguel es una de esas personas que nació para entregarse en cuerpo y alma al mundo de la moda. Una pasión heredada de sus dos padres, quienes llegaron a trabajar para las mejores firmas nacionales. Décadas después y con un nombre propio, ahora él puede presumir de haberse convertido en uno de los diseñadores de referencia para nuestras celebrities, quienes cada Navidad sucumben a su estilo de líneas depuradas y cortes perfectos; bajo el objetivo de brillar en las ocasiones más especiales.

Ana Obregón, Paz Padilla, Anne Igartiburu o Dafne Fernández son solo algunas de las mujeres que han dado la bienvenida al 1 de enero enfundadas en sus vestidos. Una vez más, este 2024 volverá a hacer lo propio con Eva González o Verónica Dulanto en las galas de programación especial y con Cristina Pardo en las campanadas de La Sexta. Por ello, a escasas horas de este mágico momento Vanitatis habla en exclusiva con el modisto, que nos desvela algunos detalles de estas piezas que permanecen aún en total secreto.

Eva González, Verónica Dulanto, Cristina Pardo, Mariló Leal y Adriana Abenia…este 2024 despides el año por todo lo alto. ¿Cuántas personas y durante cuánto tiempo habéis trabajado para crear estos cinco diseños?

Cuando llega el mes de septiembre, y vuelvo de vacaciones, mi cabeza ya se pone en “modo campanadas”. Comienzan las primeras conversaciones con estilistas, presentadoras y directivos. Aquí todo el mundo opina.

Primero, se hacen bocetos, se eligen tejidos y nos ponemos de acuerdo, y cuando ya hay una idea clara pasa a taller. En mi taller hay más de 20 personas, entre cortadoras, patronistas, costureras y bordadoras. En el mes de octubre nuestro taller empieza a confeccionar los vestidos más mediáticos de Navidad y fin de año.

¿Qué supone para ti haberte consolidado como un pilar fundamental del día 31 de diciembre de cada año?

Es un trabajo apasionante, a mí me encanta. Creo que soy el diseñador que más vestidos ha diseñado para esta noche tan especial, además en casi todos los canales de Televisión. ¡Es un orgullo muy grande! Desde pequeño siempre soñaba con hacer vestidos para este momento. Son vestidos muy comentados y es un escaparate muy bueno para la firma. Toda España se reúne frente al televisor para hacer un recorrido por todos los canales y comentar los estilismos. Es un hervidero de comentarios en redes sociales que hacen aumentar la popularidad. Es increíble ver cómo en un par de horas Instagram da un subidón tremendo de nuevos seguidores.

Sobre todo, después de más de un lustro protagonizando la Nochevieja, ¿Cómo consigues mantener la ilusión año tras año?

Soy un enamorado de mi trabajo, y me gusta sorprender cada año. Creo que esa ilusión la tendré siempre. En el mundo de la moda, esto es lo más importante, querer sorprender e innovar.

¿Y la creatividad? ¿No se acaban las ideas?

Vivo enclaustrado en mi taller. Es un auténtico laboratorio donde se cuecen las ideas a diario, porque la inspiración debe pillarte trabajando. Además, el contacto directo con mis clientas me hace vivir una realidad muy firme de lo que busca el mercado y la expectativa de mis compradoras.

¿Qué no tiene que faltar en una prenda para esta ocasión tan especial?

La comodidad. Aparte de que el vestido sea bonito, la mujer que lo va a lucir tiene que estar muy segura para poder defenderlo, ya que ellas son las que se van a poner delante de las cámaras ante toda España.

¿Hay diferencias entre los vestidos para los programas navideños y los de las Campanadas?

Sí, hay diferencias. Normalmente para campanadas la información del vestido tiene que estar en la parte superior y el diseño del mismo tiene que estar reforzado en esta parte. Normalmente están en frente a la Puerta del Sol, en directo, en una pequeña habitación con balcón y el tiro de la cámara no da para más. El 90% de la retransmisión es de cintura para arriba.

Por otro lado, en las galas de Navidad suelen ser platós enormes, en los que la presentadora va presentando a varios artistas y ahí entra en escena el vestido de pies a cabeza. Influye el movimiento de la tela y otros aspectos.

¿Cómo llevas la presión?

Muy bien, la verdad, me siento muy mimado por las redes sociales. Está claro que toda la noche me la paso pegado al móvil y debo confesar que a la gente le gustan mis trabajos; con alguna excepción como es lógico.

Cristina Pardo estará de nuevo en la Puerta del Sol con un modelo tuyo. ¿Cómo se ha realizado la confección del diseño?

¡Cristina está espectacular! La verdad que ha sido un descubrimiento para mí. Llevo ya 3 años haciéndole el vestido para las campanadas y es una mujer que me inspira a lo grande. Ella me deja trabajar con libertad y es un verdadero lujo vestirla. El diseño evoca la pureza y el resplandor de la luz estelar. Este minucioso trabajo requirió más de 80 horas de dedicación por parte de hábiles costureras, logrando una pieza que trasciende la moda y se convierte en una verdadera obra de arte.

¿Cuál ha sido el proceso creativo?

Primero, hice varias propuestas en boceto sobre unas pautas que su estilista Inma Fernández Domínguez me facilitó. Después, hubo una primera reunión para la toma de medidas y elegir tejidos y color. Luego, varias pruebas a mitad del proceso.

¿El look escogido tiene mensaje?

Me he inspirado en la inmensidad del universo, en las estrellas y en nuestra pequeñez frente a la enormidad del cosmos para crear un vestido que combina arte, artesanía y significado.

¿Qué tipo de acogida crees que va a tener por parte del público?

Yo creo que va a gustar mucho, Cristina está increíble. Está muy favorecida. Creo que a mí se me busca para embellecer a la mujer, es mi trabajo. No me gustan los disfraces, apuesto por la elegancia y la belleza.

Cuando empezaste, ¿imaginabas este camino de éxitos?

Empecé muy joven y ha sido una carrera de fondo. El éxito no ha venido de la noche a la mañana. Llevo muchos años atendiendo a clientas de toda España desde mi pueblo, Miguel Esteban. Aunque sí noté un giro muy grande en mi carrera profesional al abrir mi atelier en la milla de oro de Madrid, ha sido sin duda el talismán de mi carrera que ha supuesto un tsunami de encargos de vestidos.