Un espectáculo llamado Valentino: piezas de museo, tecnología y modelos en contra del edadismo

Alessandro Michele no ha dejado ningún detalle al azar en la primera colección de alta costura que ha ideado para Valentino, la que esconde las prendas para primavera-verano 2025. El que fuera director creativo de Gucci y cambiase de marca en abril de 2024, tras la salida de Pierpaolo Piccioli, ha querido sorprender y, desde París, dejar al mundo sin palabras. Bautizada como 'Vertigineux', esto es, vertiginoso, su propuesta ha fusionado el ADN de la marca con sus códigos de diseño. Hasta tal punto que solo veíamos a Alessandro Michele en todos y cada uno de los 48 looks que han salido a escena.

La puesta en escena, teñida de negro impoluto, hablaba de un Valentino más moderno, más tecnológico, y las prendas, auténticas piezas de museo, presentaban una exquisita y artesana confección.

Michele ha eliminado la pasarela tradicional por un escenario negro en el que, una a una, iban a apareciendo las maniquís. Como enclave, el Palacio de la Bolsa de París. Por detrás, una pantalla gigante con palabras a contraste en rojo que nos chivaban la inspiración del creador: Diego Velázquez, María Antonieta, Marcel Proust, Hollywood, 1990, cut-out, bow tie, polka dots y así, un largo listado de menciones.

Así, 'Valentino Vertigineux', se ha adentrado en el concepto del infinito y el deseo de la humanidad de crear significado y orden fuera del caos. Inspirado por la idea de Umberto Eco de 'El vértigo de las listas', cada uno de los 48 vestidos de la colección sirve como una lista. No literalmente, sino como narrativas en capas tejidas a partir de telas históricas, referencias cinematográficas, fragmentos botánicos, y más. En esencia, el espectáculo utiliza la moda para explorar las infinitas posibilidades de expresión humana, celebrando la complejidad, la imaginación y la belleza de una historia inconclusa.

Todo sucede como en un espectáculo teatral, de un lado el público, del otro el escenario, se levanta el telón y en el lugar de la luz, se desplazan rápidamente esas palabras a modo de carteles de neón. Y ya está aquí el primer look de Valentino de Alessandro Michele: un gran vestido de gala en un patchwork arlequín fabricado en tul de colores. Un primer vestido que nos avanza que el espectáculo será extraordinario.

Marcado en el suelo con una equis, se señalaba el lugar donde las modelos tenían que pararse, girar al frente y parar unos segundos delante de los invitados. Unos segundos que, ya sea en directo en el desfile o a través de la retransmisión que la marca ha llevado a cabo, han servido para contemplar, vestido a vestido, las obras que había creado el italiano.

Tanta oscuridad y focos de luces que iluminaban a las modelos a su paso para convertirlas en protagonistas de su propia escena teatral.

El elenco de modelos también se ha escapado de los márgenes marcados. Rompiendo con el edadismo, el Valentino de Alessandro Michele ha alternado una modelo joven, con una madura. Mujeres de todas las edades y entre tanto, hombres ataviados con modelos femeninos para jugar con el concepto 'genderless'.

Vestidos con faldas esculturales, vuelta al estilo renacentista, estampados a todo color, encajes y tejidos preciosistas, flores y lazos en tamaño gigante, formas estructuradas, combinación insólita de colores y un largo etcétera.

En este contexto, las celebrities que han asistido como invitadas, han quedado relegadas a un segundo plano. Aun así, aquí el resumen: Carla Bruni, Alex Rivière o María de la Orden.

Todavía quedaba una sorpresa más al final del 'show'. Todas las modelos, ya juntas y a tropel, desfilando por ese escenario y una luz intermitente bañándolo todo. Un fin de fiesta al estilo Michele. Poco después, el director creativo de Valentino ha entrado para saludar y agradecer los aplausos que ha recibido su primera e increíble colección de Alta Costura.