Luis Medina, un dandi en el juzgado: abrigo peacoat, pantalones de micropana y botines de ante
Ha elegido un outfit que equilibra la formalidad con un punto de excentricidad, manteniendo su sello personal incluso en una situación adversa
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Luis Medina, aristócrata y empresario español, comparece hoy ante los tribunales en el marco del caso de las mascarillas, un escándalo de presunta corrupción relacionado con la compraventa de material sanitario durante la pandemia de COVID-19. Junto a su socio Alberto Luceño, está acusado de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental tras haber intermediado en contratos con el Ayuntamiento de Madrid para la adquisición de material sanitario por valor de 12 millones de euros. Según la Fiscalía Anticorrupción, Medina y Luceño habrían obtenido comisiones millonarias mediante sobreprecios abusivos y documentación presuntamente fraudulenta.
El caso ha generado una gran atención mediática no solo por la gravedad de las acusaciones, sino por la figura de Luis Medina, miembro de una familia de renombre en la aristocracia española. Hoy, su comparecencia en el juzgado marca un nuevo capítulo en esta investigación judicial. Para esta cita ha elegido un outfit que equilibra la formalidad con un punto de excentricidad, manteniendo su sello personal incluso en una situación adversa.
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Luis, a lo largo de los años, ha cultivado una imagen marcada por la sofisticación. Un gusto por la moda refinada, pero con un enfoque particular que refleja su personalidad. Con una elegancia más desenfadada y personal, aunque siempre dentro del universo del lujo y la exclusividad. Adopta un enfoque más relajado y audaz dentro del lujo. Sus estilismos combinan piezas tradicionales con detalles que aportan un aire más bohemio y contemporáneo, como chaquetas estructuradas en tejidos llamativos, gafas de sol de diseñador y un uso más atrevido del color.
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Debajo, lleva una camisa blanca y una corbata de tono burdeos con pequeños lunares, un detalle que le confiere formalidad sin resultar excesivamente rígido. En cuanto a los pantalones, sorprende con un modelo de pana en verde oscuro, una elección que denota comodidad y un guiño a una moda más relajada pero cuidada. Este contraste entre lo formal y lo casual se mantiene con el calzado: unos botines de ante marrón que refuerzan la estética sofisticada pero accesible.
Las gafas de sol, de montura gruesa y negra, son un accesorio clave en este look, otorgándole un aire de misterio y manteniendo cierta distancia con la prensa y el público. También porta una botella de agua en la mano, un gesto aparentemente trivial, pero que puede interpretarse como una forma de proyectar calma y control en un contexto de alta presión.
Su look parece pensado para transmitir seguridad y estatus, pero sin caer en un exceso de sobriedad que pudiera interpretarse como un reconocimiento tácito de la gravedad del proceso judicial.
Su relación con la moda viene de largo, además del vínculo a través de su madre, fundó en 2007 un showroom donde se dedicaba a la representación y comunicación de marcas de lujo. Sin embargo, con el tiempo, Luis Medina se desvinculó de este proyecto y exploró otras iniciativas empresariales.
Luis Medina, aristócrata y empresario español, comparece hoy ante los tribunales en el marco del caso de las mascarillas, un escándalo de presunta corrupción relacionado con la compraventa de material sanitario durante la pandemia de COVID-19. Junto a su socio Alberto Luceño, está acusado de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental tras haber intermediado en contratos con el Ayuntamiento de Madrid para la adquisición de material sanitario por valor de 12 millones de euros. Según la Fiscalía Anticorrupción, Medina y Luceño habrían obtenido comisiones millonarias mediante sobreprecios abusivos y documentación presuntamente fraudulenta.