Alaïa en París: esculturas de tela que abrazan la piel y siluetas ceñidas con precisión quirúrgica
Históricamente, Azzedine Alaïa se caracterizó por su rechazo al calendario convencional de la moda, eligiendo presentar sus colecciones según su propio ritmo creativo, sigue manteniendo parte de la discreción pero con nuevos tiempos
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París se viste de deseo esta tarde con el desfile de Alaïa Summer Fall 25. Bajo la batuta de Pieter Mulier, la maison sigue explorando el arte de la seducción con ese magnetismo que solo Alaïa sabe esculpir sobre el cuerpo femenino. Si algo ha demostrado el diseñador belga desde que tomó las riendas de la firma, es que entiende a la perfección el legado del maestro Azzedine Alaïa: cortes impecables, sensualidad sin esfuerzo y una feminidad que desafía el tiempo.
Históricamente, Azzedine Alaïa se caracterizó por su rechazo al calendario convencional de la moda, eligiendo presentar sus colecciones según su propio ritmo creativo. Sin embargo, desde su fallecimiento en 2017, la casa ha ido adaptándose progresivamente al calendario oficial de desfiles, participando en las principales semanas de la moda internacionales. Bajo la dirección creativa de Pieter Mulier, ha adoptado una frecuencia de desfiles más alineada con el calendario tradicional de la moda, presentando aproximadamente dos colecciones al año como el resto de marcas.
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¿Qué veremos en este esperado desfile? Si seguimos el rastro de Mulier, ha cumplido las expectativas con esculturas de tela que abrazan la piel, siluetas ceñidas con precisión quirúrgica y ese juego entre lo etéreo y lo estructurado que define su visión. La temporada pasada nos dejó con faldas de sirena, chaquetas-corsé y transparencias estratégicas. Ahora, hemos tenido respuesta a nuestras esperanzas: ha elevado el lenguaje de la sensualidad para el próximo otoño.
Hoy, todas las miradas has estado puestas una vez más en el ADN de la casa, reinterpretado con la visión del siglo XXI, del que hasta ahora solo hemos podido ver estos tres looks en sus redes sociales.
Dos piezas forman este vestido. Un top y una falda. La estructura está hecha de un tubo de metal cuidadosamente moldeado en el cuerpo de la modelo para seguir sus curvas exactas. El jersey está envuelto alrededor de esas joyas únicas del cuerpo para crear movimiento como si el vestido flotara.
Chaqueta cropped de cuero blanco con hombros acolchados y cintura cincha, llevada con una falda plisse de talle bajo acolchada voluminosa en turquesa «grain de poudre» con banda de cuero blanco. El plisse está hecho a mano en un patrón único utilizando la técnica tradicional de «cartón». La estructura acolchada de la falda permite que la pieza gravite simplemente alrededor del modelo.
Figura de segunda piel que abraza el cuerpo con un «boudin» redondo alrededor de la cabeza llevado con una falda plisada hecha a mano en franela con un patrón único creado con la técnica tradicional de «cartón».
El escenario parisino ha sido el lienzo perfecto para una colección que ha explorado nuevas dimensiones del cuerpo y el movimiento. Con Pieter, cada desfile de Alaïa se convierte en una carta de amor a la artesanía y al poder de la moda para transformar.
Porque si hay algo claro, es que Alaïa sigue siendo sinónimo de deseo, y Pieter Mulier, su mejor narrador.
París se viste de deseo esta tarde con el desfile de Alaïa Summer Fall 25. Bajo la batuta de Pieter Mulier, la maison sigue explorando el arte de la seducción con ese magnetismo que solo Alaïa sabe esculpir sobre el cuerpo femenino. Si algo ha demostrado el diseñador belga desde que tomó las riendas de la firma, es que entiende a la perfección el legado del maestro Azzedine Alaïa: cortes impecables, sensualidad sin esfuerzo y una feminidad que desafía el tiempo.