Rosalía, Georgina y Jon Kortajarena, las claves de la presencia de los españoles en la Gala MET

La historia de España en la MET Gala comenzó en 2004 con la presencia pionera de Eugenia Silva. Desde entonces, la alfombra roja más mediática del mundo ha visto desfilar a otros nombres. Sin embargo, aún son contadas las apariciones de españoles en un evento que mezcla arte, moda y espectáculo en su máxima expresión. Este 2025, la representación patria ha sido breve, pero contundente, con tres figuras clave de nuestro imaginario cultural: Georgina, Rosalía y Jon Kortajarena.

El caso de Georgina

Nadie lo vio venir, pero todas las cámaras lo captaron. La MET Gala 2025 —ese Olimpo anual donde la moda, la belleza y el espectáculo se dan la mano bajo la batuta de Anna Wintour— nos ha dejado una dupla inesperada pero poderosísima: Georgina Rodríguez, reina de los realities, embajadora global y rostro infalible de las alfombras rojas, ha llegado del brazo de Charlotte Tilbury, la exitosa empresaria y maquilladora de las estrellas. Y lo ha hecho como su invitada oficial. Un gesto que no solo consolida a Georgina como nueva musa de belleza, sino que eleva su estatus de celebridad fashion a nuevas cotas.

La maquilladora le agradecía a Georgina en su muro de Instagram su compañía en esta noche tan especial, no solo para ellas, sino para el mundo entero.

El coste por cubierto en la gala más exclusiva del calendario fashion asciende este año a los 75.000 dólares, un precio que no cualquiera está dispuesto —o invitado— a pagar. Pero cuando una figura como Charlotte Tilbury extiende una invitación, significa que estás dentro del selecto círculo de confianza de una de las mujeres más influyentes de la industria de la belleza.

La presencia de Georgina, con un vestido negro lencero que parecía esculpido directamente sobre su piel y un maquillaje que realzaba su famosa estructura ósea, no fue casual. Su look entero fue un guiño a la línea más icónica de Tilbury: Super Nudes, de la cual la influencer es embajadora global desde hace unos meses. Un match natural, si tenemos en cuenta que la colección busca una sensualidad refinada, atemporal y muy cinematográfica, justo el tipo de glamour que Georgina ha hecho suyo en cada aparición.

Rosalía: escultura viva en manos de Balmain

Ha vuelto a hacer historia. La catalana se presentó en la escalinata del MET como una auténtica escultura viviente, vestida con un impresionante diseño de Balmain, obra de su director creativo Olivier Rousteing. Inspirado en el concepto “made to measure” —hecho a medida— y en el origen mismo de la moda como arte manual, el vestido se construyó sobre un maniquí, pero no uno cualquiera: el de Rosalía.

“¿Qué mejor que trabajar sobre ella? Una amiga, una musa, una mujer icónica”, declaró el diseñador, visiblemente emocionado. La pieza, que fusionaba estructura con fluidez, estaba compuesta por un corsé arquitectónico que envolvía su torso como una armadura y una falda en cascada, casi líquida, que caía con movimientos controlados. El tono marfil del tejido, salpicado de reflejos perlados, jugaba con la luz como si se tratara de una pieza de mármol pulido. En conjunto, el look evocaba a una diosa moderna atrapada entre la alta costura y la escultura clásica.

A nivel estilístico, Rosalía remató el conjunto con su ya icónico delineado gráfico y un recogido que dejaba ver los mechones rizados sobre la frente, detalle que se ha convertido en su firma capilar. Fue, sin duda, uno de los momentos más sofisticados de la noche y una nueva prueba de su capacidad para fundir tradición y vanguardia.

Jon Kortajarena: elegancia atemporal con acento español

Por su parte, Jon demostró que a veces la sobriedad es el camino más elegante. El modelo bilbaíno apareció con un smoking negro clásico, impecablemente entallado, y como guiño retro, un bigote fino que rompía con su imagen habitual, aportando un aire old Hollywood muy en línea con el espíritu dramático de la gala.

Pero más allá del estilismo, lo de Jon en Nueva York es una historia de amor de largo recorrido. La ciudad fue el trampolín que consolidó su carrera internacional y también el escenario donde conoció al diseñador Tom Ford, quien no solo lo convirtió en uno de sus rostros icónicos, sino que también le dio su primer papel cinematográfico en A Single Man (2009). Kortajarena que lleva décadas posando y desfilando para las grandes casas —Versace, Armani, Balmain— ha demostrado que su magnetismo trasciende pasarelas y editoriales. Su presencia en la gala no fue solo la de un modelo invitado, sino la de un top model consagrado que ha sabido mantener el equilibrio entre sofisticación, autenticidad y relevancia.

Georgina, Rosalía y Jon elevaron la bandera española en una de las noches más influyentes del año, reafirmando que el talento y la estética made in Spain están más vivos que nunca.