El bolso inspirado en España que enamora a vips como Martina Svedin y Lulú Figueroa

Hay accesorios que no necesitan gritar para ser protagonistas. Que susurran historia, arte y elegancia en cada costura. Así es el nuevo objeto de deseo de las insiders de la moda: el Pasticcino Bag Spanish Heritage de Weekend Max Mara, que ha conquistado los brazos —y los corazones— de vips como Martina Figo y Lulú Figueroa, dos mujeres con estilos distintos pero un punto en común: el amor por lo auténtico que presidieron su estreno en España el pasado jueves en una cena solo para 47 personas.

La firma italiana ha elegido, tras Madrid, Granada como escenario para desvelar el cuarto capítulo de su Pasticcino Bag World Tour, tras pasar por Venecia, Kioto y París. Y no es casualidad. Esta edición limitada rinde homenaje a la herencia artesanal española, con un foco especial en dos oficios centenarios: la marroquinería cordobesa y el damasquinado toledano. Un tributo que no solo es estético, sino emocional.

El bolso Pasticcino, cuyo nombre significa “pequeño pastelito” en italiano, nació en 2016 y rápidamente se convirtió en un icono de la marca. Pero esta nueva versión eleva su historia a otro nivel. Para su confección, Weekend Max Mara ha contado con el maestro cordobés Rafael Varo Atalaya, fundador de Cueros Ghadamés. Varo y su equipo han trabajado durante cuatro intensos meses para producir más de 3.000 paneles de piel —casi 900 metros cuadrados— tratados con técnicas tradicionales y prensados sobre planchas de madera grabadas con motivos únicos, inspirados en la geometría árabe de Córdoba. Cada pieza ha sido coloreada y frotada a mano, lo que hace que no haya dos iguales.

El resultado es una paleta de colores profundamente terrenal: marrón café, caqui, oliva, azul Córdoba, cuoio cálido y negro. Son tonos que evocan paisajes andaluces y que conectan con esa búsqueda contemporánea de lo artesanal, lo natural, lo real.

Pero si la piel es poesía, el cierre es orfebrería pura. Manufacturas Anframa, el histórico taller toledano fundado en 1970, ha creado casi 4.000 esferas decorativas mediante el arte del damasquinado. Este proceso consiste en incrustar oro y plata sobre acero grabado, y lleva varios días por pieza: grabado, decoración con oro de distintos tonos, lacado protector... Todo ejecutado por una docena de artesanos que aún trabajan como antaño, con paciencia, precisión y respeto por la tradición. Una oda a España que nos recuerda a cuando Maria Grazia Chiuri eligió a Sevilla y artesanos de nuestro país para su desfile.

TE PUEDE INTERESAR

Su cita perfecta, qué estudió... Martina Svedin y los 12 secretos de su vida que ha revelado ella misma

M. L. G. M.

El interior tampoco se queda atrás: forros con estampados de flores abstractas, caballos pintados o gráficos geométricos, rematados por una bolsa de polvo roja, como guiño al color más representativo de España.

No es de extrañar que celebridades como Nicole Wallace, Valentina Romani o influencers asiáticas como Xin Wu o Hazel Choi hayan viajado hasta Granada para celebrar su lanzamiento. El evento, de dos días, incluyó desde una clase de flamenco hasta una visita privada a la Alhambra y talleres con artesanos locales. Todo muy aesthetic, sí, pero con un alma que va más allá del marketing.

Para mujeres como Lulú Figueroa, artista y aristócrata con ojo para lo único, este bolso no es un simple complemento. Es una pieza de colección. Y para Martina, hija de Luis Figo, símbolo del nuevo chic deportivo y cosmopolita, el bolso le aporta ese toque sofisticado, sin esfuerzo, que equilibra cualquier look contemporáneo.

En un momento en el que la moda se debate entre lo inmediato y lo eterno, esta obra de artesanía apuesta por lo segundo. No sigue las tendencias: las trasciende. Y por eso enamora. Porque no es solo un bolso. Es una historia contada en cuero, metal y emoción. Una historia que, como las mejores, no necesita palabras para ser recordada.