El bucket hat de Jackie Kennedy vuelve con fuerza a la moda

Durante las primeras imágenes del rodaje de 'El Diablo viste de Prada 2', hemos podido ver a Anne Hathaway luciendo un look que no pasa desapercibido: un vestido boho geométrico, collares de perlas y, sobre todo, un bucket hat de rafia con borde burdeos. El gesto no es casual. El sombrero de ala caída que popularizó Jackie Kennedy en los años sesenta vuelve a estar en boca de todas, y no solo por nostalgia. Vuelve con fuerza, actualizado, versátil, elegante… y sorprendentemente fácil de llevar.

De Jackie Kennedy a la actualidad

El bucket hat no nació en la moda, sino en la pesca. Lo utilizaban los marineros y agricultores irlandeses desde principios del siglo XX para protegerse del sol y la lluvia. Hechos de lona encerada o tweed, estos sombreros utilitarios eran funcionales, no glamurosos. Hasta que Jackie Kennedy le dio la vuelta al significado.

En los años sesenta, la exprimera dama de Estados Unidos lo introdujo en su armario de vacaciones. Fue durante sus estancias en Capri o la Costa Azul donde se la vio por primera vez con versiones en lino o rafia, siempre con grandes gafas de sol y vestidos vaporosos. De pronto, un sombrero campestre se transformó en un símbolo de sofisticación mediterránea.

Décadas más tarde, su nuera —la siempre elegante Caroline Bessette Kennedy— retomaría ese legado con un enfoque aún más minimalista. Las imágenes de Caroline paseando por Nueva York en los noventa con un bucket hat de algodón crudo y un slip dress blanco siguen inspirando tableros de Pinterest y campañas de marcas como The Row o Khaite.

El retorno millennial y Anne Hathaway como musa

Tras un largo letargo, el bucket hat volvió a la escena a través del streetwear. Lo adoptaron raperos, skaters y diseñadores como Virgil Abloh o Demna Gvasalia en clave noventera y oversize. Pero su salto definitivo ha llegado ahora, de la mano de las nuevas referentes del estilo elegante y despreocupado: Zendaya, Rosie Huntington-Whiteley, Kaia Gerber… y Anne Hathaway.

La actriz, que en los últimos años ha vivido un renacimiento estilístico aplaudido por insiders y fans, ha hecho del bucket hat su complemento fetiche en rodajes, photocalls e incluso eventos oficiales. En la imagen reciente, en la que lo lleva con un vestido de estampado Mondrian y un bolso de rafia, demuestra cómo una prenda humilde puede adquirir una dimensión cool y aspiracional con los estilismos adecuados.

Cómo llevar el bucket hat (sin parecer que vas a mariscar)

El temor de muchas es lógico: ¿cómo evitar parecer que salimos de faenar almejas en vez de pasear por el Soho? Aquí van algunas claves para integrar el bucket hat en tu look sin perder sofisticación:

• Elige bien los materiales. Los modelos en rafia, lino o algodón con estructura elevan automáticamente el conjunto. Huye del nailon brillante o los estampados excesivos si buscas un toque más chic.
• Juega con los contrastes. Combínalo con piezas minimalistas (camisas blancas oversize, vestidos camisero, conjuntos de lino) o bien con otras de aire retro (pantalones palazzo, gafas cat eye, sandalias de tira fina) para crear una narrativa.

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Paula Mata

• Aprovecha su funcionalidad. Además de protegerte del sol, el bucket hat es el mejor aliado para los bad hair days. Una melena suelta y ondulada que asome por debajo puede resultar tan favorecedora como un recogido pulido.
• Sí al total look vacacional. Inspírate en Jackie en Ravello o Anne en el rodaje: el bucket hat funciona muy bien con vestidos amplios, bolsos de paja, sandalias planas y collares de perlas.

Es el accesorio inesperado que conecta pasado y presente, pesca y pasarela, elegancia e ironía.