Condé Nast Johansen renueva el diseño de su guía de hoteles para seguir siendo la biblia de los viajeros

Para muchos viajeros, Condé Nast Johansens es sinónimo del lujo a lo largo y ancho del orbe terrestre. La afamada guía de hoteles celebró el año pasado su primer cuarto de siglo, veinticinco años en los que se ha convertido en sinónimo de la sofisticación en hostelería, sobre todo por las grandes fotografías y descripciones que cabían en su formato de sobremesa (DIN A 4).

Sin embargo, nada es eterno y los tiempos mandan. Con la emergencia de las publicaciones digitales, los viajeros quieren guías en papel en formatos manejables que puedan llevar consigo al salir de casa rumbo a la aventura. En la casa editora han considerado oportuno actualizar la presentación de su destacada obra, para lo que han reducido el formato hasta lograr diseñar un libro más transportable y cómodo. ¿El resultado? Un texto de referencia que sigue reseñando los locales más exclusivos para pasar unos días de descanso, pero con un tamaño que permite su uso en cualquier lugar.

La guía Condé Nast Johansens presta una atención detallada a los establecimientos hoteleros españoles. Las cifras mandan: de los más de mil hoteles que recomienda la publicación, 104 están en nuestro país. Entre ellos el abanico es bastante amplio, recorriendo el camino que va del lujo neoaristocrático del hotel Hospes Palacio de los Patos, en Granada, al novísimo Hotel Cram de Barcelona.

No es de extrañar tanta atención a los establecimientos de la Península viniendo de una publicación que históricamente ha reconocido la excelencia de establecimientos españoles como el Urban de Madrid, perteneciente a la cadena Derby, galardonado en 2006 como el mejor hotel europeo. Los que han disfrutado de su cocktail bar, de su terraza o de sus elegantes dúplex saben bien por qué.

No sólo el Urban de Jordi Clos: también la Hacienda el Santiscal, en Arcos de la Frontera, obtuvo el galardón al mejor hotel por su relación calidad-precio. Y la lista continúa: el premio al mejor hotel por su servicio recayó en el Palacio de los Granados en Écija; y el dedicado al mejor hotel de diseño e innovación, en el Amérigo de Alicante.

La garantía de la supervisión local

Más de cincuenta personas se encargan de la inspección, supervisión y redacción anual de los comentarios sobre los hoteles, resorts, spas y centros de reuniones recogidos en la guía, lo que permite a los viajeros asegurarse una información de primera mano sobre su elección.

Al tiempo que renueva su presentación en papel, Condé Nast Johansens ha procedido a un vasto replanteamiento de su página web a partir de un estudio realizado con la participación de los propios usuarios de su sitio en Internet. Entre las ventajas, la posibilidad de localizar un hotel atendiendo a criterios razonables: una escapada gastronómica, un viaje romántico, una cita de negocios… Además, el buscador funciona con los criterios más tradicionales, como código postal, ciudad, país o radios geográficos concretos. Otras de las herramientas de la página web son los buscadores locales, las ofertas especiales o la compra online de los siempre socorridos cheques-regalo, así como la disponibilidad a última hora de habitaciones.

En definitiva, Condé Nast Johansens ha seguido la máxima de cambiarlo todo para que las cosas sigan igual. En su próxima escapada no lo dude y confíe en el consejo de los expertos. Cuando vuelva de su viaje estará eternamente agradecido.