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Cervantes sigue vivo en las calles de Alcalá de Henares
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Cervantes sigue vivo en las calles de Alcalá de Henares

La calle Mayor de Alcalá de Henares, que viene a ser la vía porticada más larga de España, vive estos días un viaje en el tiempo

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Cervantes sigue vivo en las calles de Alcalá de Henares

La calle Mayor de Alcalá de Henares, que viene a ser la vía porticada más larga de España, vive estos días un viaje en el tiempo muy particular. Trescientos puestos callejeros componen en este casco urbano reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad un mercado medieval único en España por su tamaño y actividades. Es la propuesta más conocida de la Semana Cervantina, que sirve para que los alcalaínos rindan pleitesía hasta el día 12 a su paisano más conocido, ese mismo que decía de Dulcinea que sería “famosa desde Henares a Jarama” y del que en estos días se celebra el nacimiento. Recorriendo los pasos del escritor por la ciudad estos días descubrimos esquinas y secretos escondidos en un lugar que se sabe poseedor de más de un hueco en la Historia.

“domingo nueve dias del mes de octubre Año del señor de mill /e qnjs. e quarenta e siete años fue baptizado miguel/hijo de Rodrigo de çervantes e su muger doña leonor fue/ron sus compadres Ju.º pardo baptizole El R.do señor br.e/seRano Cura de nra. señora ts.º baltasar vazqz. sacrista/e yo q. le baptize e firme de mj nobre// El bachillr. SeRano”. Así reza el texto de la partida de bautismo de Cervantes. El tomo original manuscrito se puede contemplar en el centro de interpretación Los Universos de Cervantes, ubicado en un extremo de la plaza dedicada al escritor.

 

El centro se encuentra en la capilla de Antezana, sita en las dependencias de la antigua parroquia de Santa María la Mayor, que fue destruida en gran parte durante la Guerra Civil. Hoy alberga diversas exposiciones temporales y aparte del texto que atestigua el bautizo de Cervantes también conserva reconstruida la pila en la que fue cristianado.

La plaza de Cervantes, rematada con una escultura en bronce del autor de El Quijote obra del italiano Carlo Nicoli, es el centro de la vida urbana de Alcalá de Henares. Aquí descansan los mayores en los bancos mientras los más jóvenes quedan y desquedan con un helado en la mano. La que el escritor conoció como plaza del Mercado merece un paseo calmado que nos permita convertirnos en unos alcalaínos más y contemplar con detalle sus soportales. Sólo se encuentran en uno de los lados, el que estaba bajo la jurisdicción del regidor de la villa, porque el otro caía bajo manos del rector. La plaza servía como marca que diferenciaba las dos jurisdicciones locales, algo patente incluso en la arquitectura.

En el área porticada se encuentra el Corral de Comedias, espacio del que los locales se sienten orgullosos con motivo por ser el recinto escénico documentado más antiguo de Europa. Del diseño original del siglo XVII poco queda, ya que con el paso del tiempo fue techado, se cambió su planta original por la elíptica que hoy presenta, sirvió como cine durante la dictadura franquista y finalmente quedó abandonado a su suerte.

Tras la restauración dirigida por José María Pérez González (sí, el mismo Peridis de El País) vuelve a acoger obras de teatro. Por ejemplo, del 16 al 18 de octubre programa Días Mejores, dirigida por Àlex Rigola, y entre el 21 y el 29 La niña de plata, de Lope de Vega. Coincidiendo con la Semana Cervantina celebra jornadas de puertas abiertas en las que se puede contemplar el empedrado original y su pozo, hay lecturas públicas de El Quijote y se ofrecen representaciones de El coloquio de los perros, “una pequeña y ejemplar delicia literario-escénica” del alcalaíno más universal.

Si volvemos sobre nuestros pasos hacia la calle Mayor nos encontramos la casa museo de Cervantes, justo a las espaldas de la estatua que convierte al alter ego de Alonso Quijano y a Sancho Panza en dos tranquilos conversadores sentados en un banco. Más que la vivienda de la familia del escritor (que sí estaba en este solar, pero de la que no queda rastro) lo que nos encontramos aquí es una recreación modélica de las viviendas castellanas tradicionales del XVI en la que se guardan también ediciones de El Quijote en los idiomas y alfabetos más dispares. No hace falta moverse demasiado para encontrar más rastros de su familia: frente a ella se encuentra la casa de la Calzonera, que fue propiedad de su tío Juan de Cervantes.

No podemos abandonar Alcalá de Henares sin hacer parada en otros dos sitios que también tienen mucho que ver con Miguel de Cervantes, que tuvo que dejar la antigua Complutum cuando su padre, cirujano sangrador de oficio, marchó con la familia buscando mejor fortuna. La primera es en el número 11 de la calle Libreros, donde estaba la imprenta que en su día puso negro sobre blanco el texto de La Galatea. Cerca de allí, en la calle de la Imagen, el convento del mismo nombre, de las Carmelitas Descalzas, fue lugar donde profesó Sor Luisa de Belén, que venía a ser hermana del escritor. Y camino de la Puerta de Madrid que abre el camino hacia la capital podemos hacer una última parada en los puestos de la feria del libro nuevo y de ocasión: si hay que comprar recuerdos, mejor que sean en papel.

La calle Mayor de Alcalá de Henares, que viene a ser la vía porticada más larga de España, vive estos días un viaje en el tiempo muy particular. Trescientos puestos callejeros componen en este casco urbano reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad un mercado medieval único en España por su tamaño y actividades. Es la propuesta más conocida de la Semana Cervantina, que sirve para que los alcalaínos rindan pleitesía hasta el día 12 a su paisano más conocido, ese mismo que decía de Dulcinea que sería “famosa desde Henares a Jarama” y del que en estos días se celebra el nacimiento. Recorriendo los pasos del escritor por la ciudad estos días descubrimos esquinas y secretos escondidos en un lugar que se sabe poseedor de más de un hueco en la Historia.

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