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Lujo en la medina de Marrakech con vistas al Atlas
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Lujo en la medina de Marrakech con vistas al Atlas

El embrujo de la Medina Al-Ham'rá (ciudad de rojo en árabe) que es Marrakech resulta difícilmente descriptible. Rodeada por 24 kilómetros de encarnadas murallas que aguantan

Foto: Lujo en la medina de Marrakech con vistas al Atlas
Lujo en la medina de Marrakech con vistas al Atlas

El embrujo de la Medina Al-Ham'rá (ciudad de rojo en árabe) que es Marrakech resulta difícilmente descriptible. Rodeada por 24 kilómetros de encarnadas murallas que aguantan en pie desde hace centenares de años, la ciudad vieja esconde residencias imperiales en recoletas calles junto a puestos callejeros de verduras o espléndidas pastelerías... Pero también es el lugar de hoteles deslumbrantes que ocultan su exuberancia tras unas robustas puertas labradas. Hoy visitamos dos de los establecimientos con más encanto de los quartiers de la Kasbah y Derb Chtouka, junto a los palacios reales.

 

Les Jardins de la Medina es, como avanza su nombre, un oasis dentro de este otro oasis que es Marrakech. Este hotel ubicado cerca de la muralla exterior y el palacio real, en la zona de Derb Chtouka, fue durante mucho tiempo residencia palcaciega para una princesa y aún guarda un encanto decadente que recuerda a la época en la que embajadores, artistas y políticos se reunían junto a las inabarcables palmeras del jardín en animada tertulia.

Muchas de las plantas disfrutan del sol en este entorno desde hace más de un siglo, haciendo una y otra vez el ciclo de las estaciones. Con la primavera la jacaranda ha comenzado a mostrar el intenso violeta de sus flores, a la espera de que con el verano surjan los embriagadores aromas del azahar provenientes de los naranjos, mientras la musa paradisiaca (vulgo, platanera) también trata de alcanzar la luz del sol entre los hibiscos del jardín.

Las habitaciones del hotel –divididas en tres categorías– no pasan de las 36 y a pesar de encontrarnos en un predio del siglo XIX cuentan con las comodidades habituales de un establecimiento de categoría. Decorada cada una con cortinas, colores y estilos diferentes, todas comparten un detalle común: el uso constante del tadelakt, el tradicional revestimiento marroquí para las paredes de toda la casa.

Una de las propuestas más atractivas del hotel son sus cursos de cocina. Tanto huéspedes como personas interesadas en la tradición culinaria marroquí pueden apuntarse a esta sesión diaria de aprendizaje. Acompañados en todo momento por la jefa de cocina, el curso comienza comprando las materias primas en los comercios locales para luego cocinarlas en el agradable ambiente de la terraza superios. Panes, tahine, cornes de gazelle o té a la menta son algunas de las recetas. Y al terminar llega el momento para disfrutar de nuestros propios platos. La oferta del hotel se completa con una zona de wellness con un hammam junto a la piscina, una zona de fitness y un área para masajes en la terraza superior.

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La Sultana: hotel, spa y mucho más

Salimos de Les Jardins de la Medina y tomamos la rue de la Kasbah como si nos dirigiéramos a la mezquita de la Kasbah y casi al final, junto a las mundialmente famosas tumbas sadíes, se encuentra La Sultana, nuestro segundo destino de lujo en el centro de la ciudad.

Construido en el espacio de cinco riads, La Sultana es un establecimiento miembro de Small Luxury Hotels y de Great Hotels of the World (5*GL). Madera, estuco y mármol se suceden en los patios de los cinco riads que conforman este capricho arquitectónico abierto desde 2004 tras un trabajo de restauración de tres años.

La obra de recuperación de este conjunto de antiguas casas privadas fue supervisada en todo momento por la UNESCO, ya que el hotel comparte una pared con el mausoleo de las tumbas sadíes, una de las principales maravillas históricas de la ciudad.

La Sultana cuenta con 28 habitaciones de siete categorías diferentes y se diferencian unas de otras por los metros cuadrados de superficie. Cada riad cuenta con un número diferente de habitaciones, lo que permite combinar varias en caso de un viaje en grupo.

Uno de los riad, con sólo dos habitaciones, resulta perfecto para familias de viaje o pequeños colectivos. La decoración, diferente en cada cuarto, está inspirada en elementos africanos u orientales y excepto algún que otro exceso kitsch, como unos sillones hechos con cuernos de elefante, resulta apropiada para el ambiente de lujo y opulencia del hotel.

El spa es, sin duda alguna, uno de los principales activos del hotel. Los tratamientos del hammam incluyen la exfoliación con jabón negro, una joya cosmética del norte de África hecha a partir de aceitunas y eucalipto, y los masajes con el inevitable aceite de argán. También cuenta con sesiones de aromaterapia, algoterapia y cromoterapia.

Les Jardins de la Medina

21, derb Chtouka – Kasbah Marrakech

Teléfono: +212 5 24 38 18 51

Web: www.lesjardinsdelamedina.com

La Sultana Marrakech

403, rue de la Kasbah

Teléfono: +212 5 24 38 80 08

Web: www.lasultanamarrakech.com

El embrujo de la Medina Al-Ham'rá (ciudad de rojo en árabe) que es Marrakech resulta difícilmente descriptible. Rodeada por 24 kilómetros de encarnadas murallas que aguantan en pie desde hace centenares de años, la ciudad vieja esconde residencias imperiales en recoletas calles junto a puestos callejeros de verduras o espléndidas pastelerías... Pero también es el lugar de hoteles deslumbrantes que ocultan su exuberancia tras unas robustas puertas labradas. Hoy visitamos dos de los establecimientos con más encanto de los quartiers de la Kasbah y Derb Chtouka, junto a los palacios reales.

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