Seis restaurantes nuevecitos (y muy cool) en Madrid para que estrenes este fin de semana
Un café bar con sabor a barrio y tango, una taberna con trazas de exclusiva, un japo muy marinero... También hay uno que tiene como protagonista al tomate y otro a la carne. Tú eliges
Lo de Madrid es una continua première. Un no parar, sigue sigue, y no hablamos ahora de carteleras, sino de ese otro plantel que son los restaurantes, siempre echando humo, más allá, mucho más allá, de sus cocinas. La capital es ya un universo foodie, el feudo de Dabiz Muñoz (lo iconoclasta al poder y las palomitas por el aire) y compañía, y se nota. Somos gentes de buen comer y mejor beber. Siempre haciendo la ruta de la croqueta, el sushi, la tortilla de patata y lo último en fusión. Añadimos ahora seis restaurantes nuevos para estrenar cuando llegue la ocasión este fin de semana. Desde una oda al tomate hasta casi un tango a la mesa. Apunta.
Toma Tomate
El tomate también puede ser el rey del cotarro. Y aquí está este restaurante (www.toma-tomate.com) para demostrarlo. En su carta, tomates de los que saben a tomate, que pueden ser cherry, de pera, azul, rosa, pomodori o rambo. Junto a él, el aguacate y la patata adueñándose de una carta en la que podrás encontrar tortilla de Betanzos, pulpo a feira con cachelos, pero también taco de cochinita pibil con cebocha xnipec en un viva el mestizaje. Vale tanto para el desayuno del principio como para los cócteles del final. Por cierto, tienen sus propios vinos.
El ambiente: es todo muy campestre. Su barra de piedra natural, sus muebles de madera, sus elementos decorativos de esparto, sus taburetes de telas florales, sus lámparas de latón y su espejo grande y envejecido atraerán a los amantes de lo rústico-chic y lo eco. La decoración es de Dorotea Estudio.
Un plus: tiene un hermano, La Barra de Toma Tomate, en la avenida del Monasterio del Escorial, 64 (Montecarmelo, Fuencarral). Y un horno de carbón vegetal para la carne, el pescado o las verduras.
Dónde: Avenida de los Andes, 6 (Palomas, Hortaleza).
Adorado
De nueve a nueve (de 9 a 21 h) abre este garito (www.adoradobar.com) recién llegado de Argentina, donde cuenta con nueve locales de los que hacen barrio (plateado por la luna, como en el tango), en el siempre 'adorado' Lavapiés. Todo cuadra. La cuestión es que el respetable se sienta como en casa, dándole a las materias primas frescas en la cocina donde se elaboran recetas de las de toda la vida. Desde las tostadas de pan casero para desayunar o el Full Brunch con huevos de corral revueltos y demás hasta el trío de hummus, guacamole y pesto de tomates secos, las clásicas (y míticas) empanadas argentinas y los sándwiches en clave gourmet.
El ambiente: lo llaman "casual, relajado y acogedor", con la idea de que sea finalmente 'adorado'. Hay un salón principal al fondo del local, una especie de hall y una terraza semicubierta.
Un plus: es el momento de probar la chocotorta, que es una tarta de galletas y dulce de leche típicamente argentina. Te sonará a bandoneón.
Dónde: Mesón de Paredes, 22.
No Name Bar
El No Name (www.nonamebar.es) se ha mudado y de paso se ha hecho más cosmopolita, pero sigue apostando por la cocina japo-panamericana con el toque canalla y desenfadado de los locales de moda de Miami (esta fue su inspiración, en 2016), aunque como dejan caer ya desde el nombre, no quieren etiquetas. Quiere ser precisamente eso que no se puede nombrar. Su cocina es viajera. Ya son clásicos el arroz pegado de steak tartar, el atún picante o el hot dog de rabo de toro. Además, hay que probar el pescado crudo en sashimis, usuzukuris, tatakis, tartar... Y caer en la tentación del postre con la tarta japo o el carrot cake. Abren para el desayuno (tostadas con aguacate, por ejemplo) y cierran con cócteles; has de saber.
El ambiente: tiene el mar como musa. Por eso, los azulejos esmaltados en azules y verdes, las formas redondeadas, los mármoles, las sillas y hasta una ola en el techo del comedor principal. Es más: la gran barra central es un pez y las paredes, de yeso negro, cantan la 'belleza de la imperfección' (wabi-sabi) de las tabernas japonesas. El interiorismo ha estado en manos de Marta de la Rica
Un plus: la cocina, en el sótano y de estilo industrial, es como la sala de máquinas de un gran submarino. Todo muy Moby Dick y marinero.
Dónde: Claudio Coello, 27.
Kuc
A los mandos en los fogones está Unai Camba, que se curtió con su padre, Iñaki Camba (restaurante Arce), y glorias como Martín Berasategui o Arzak. Su lema: respeto máximo al producto, que se puede probar tanto en la zona de mesas altas, que es lo que se lleva ahora, como en el comedor. Para rematar la faena, las copas y cócteles, que también se sirven. Y lo mismo el desayuno, el picoteo entre horas... y ese non stop tan capitalino (www.kucplacetobe.com).
El ambiente: aquí se cuidan detalles que marcan la diferencia como la vajilla, la cubertería... La decoración ha corrido a cargo de Marisa Gutiérrez, que la ha bañado en sofisticación: negro, dorado y blanco roto. Verás chapa ondulada en la barra, tramex en el armario de los vinos, elementos de hierro puro y mármol-piedra en las mesas, terciopelos y espejos antiguos.
Un plus: el restaurante se reserva para eventos privados.
Dónde: Santo Tomé, 6.
Zalamero
Retiro siempre nos parece lo más. Otro barrio de tango, de peregrinaje gastronómico, que nos lleva ahora a la taberna Zalamero (www.zalamerotaberna.com), empeñada en demostrar que un cuidado servicio de sala no es exclusivo de restaurantes con estrella y en confesarse amante de los vinos como la que más. Sí, es un enobar: con 370 referencias de vinos tranquilos y 25 de espumosos. Luego están los 80 que se sirven por copas y que lucen en una gran pizarra en su barra. ¿De comer? No te pierdas sus croquetas de pollo rustido, su caballa en escabeche con mirin o su tortilla de patata esparragada con morcilla patatera picante y hongos.
El ambiente: todo es muy artesano y cálido, casi nórdico pero al calor de aquí. Ls suelos y los baños, de Francisco Segarra, en clave vintage. La barra, mesas y aparador, fabricadas a mano. La sillas, de Señora Wood...
Un plus: el pan está hecho con harinas ecológicas molidas en molino de piedra y elaborado en un obrador de Villalba (Madrid). ¿A que suena bien?
Dónde: Narváez, 67.
Avec
Esto es otro cantar. Manda la carne, dispone de Club de Cuchilleros -con cuchillos para clientes habituales personalizados con sus iniciales-, cuenta con cocina vista, parrilla de carbón de encina y la ya casi obligada barra de cócteles, y todo pero todo está maridado con (¡avec!) su correspondiente vino. La carta está diseñada por el chef Javier Moyano, ex jefe de cocina del hotel Villa Magna. A los carnívoros se les hará la boca agua: un T-bone de simmental alemán, una chuleta de vaca gallega o un lomo de wagyu japonés tipo A5 con marmoleado 11, pero también hamburguesas (de primera, por supuesto).
El ambiente: es un espacio abierto, con techos altos y diáfano, donde cabe la sala principal y la superior, que está suspendida en el aire. Te envolverá lo verde: mucha vegetación, madera y cobre. ¡Ah!, y tiene terraza.
Un plus: no solo hay carne, por fortuna. Se suman las rabas 'viajadas' con crema de aguacate, el puré de patata trufado con huevos poché y panceta ahumada Joselito o un poke de atún rojo con piña braseada, aguacate y anacardos. De postre, la Galleta de la Fortuna gigante. Hay que probarla.
Dónde: Villanueva, 2.
Lo de Madrid es una continua première. Un no parar, sigue sigue, y no hablamos ahora de carteleras, sino de ese otro plantel que son los restaurantes, siempre echando humo, más allá, mucho más allá, de sus cocinas. La capital es ya un universo foodie, el feudo de Dabiz Muñoz (lo iconoclasta al poder y las palomitas por el aire) y compañía, y se nota. Somos gentes de buen comer y mejor beber. Siempre haciendo la ruta de la croqueta, el sushi, la tortilla de patata y lo último en fusión. Añadimos ahora seis restaurantes nuevos para estrenar cuando llegue la ocasión este fin de semana. Desde una oda al tomate hasta casi un tango a la mesa. Apunta.