Los hotelitos en los que te vas a querer despertar esta Semana Santa (y siempre)

Es hablar de hotelitos con encanto y se nos ponen los dientes muy largos. Esos lugares en el mundo con habitaciones con vistas, objetos de diseño o antigüedades por doquier y rincones más que instagrameables, envueltos en fabulosos jardines, que para sí quisieran los pavos reales (y el modernismo). Aquí nos queremos alojar esta Semana Santa y todos los días. Porque esto huele a excelencia viajera, a placeres mayúsculos y a glamour. Ya no podemos pensar sino en ser sus huéspedes. Son cantos de sirena en nuestros oídos. Y no hacemos como Ulises: nosotros caemos en la tentación y nos vamos.

Novavila Design Wine Hotel, en Pontevedra

Ya por estar consagrado al viejo Dioniso figura entre nuestros sueños, pero es que además este hotel pontevedrés, en manos de la familia Vilanova Peñas, que ha volcado en él toda su pasión por “el vino, la decoración, los lugares y las gentes”, tal y como nos dicen, es un lujo se mire por donde se mire. Además, podrás adquirir cualquiera de los objetos, muebles y complementos que lo adornan, por si te encaprichas, que te encapricharás. Y tienen su propio vino: aquí se brinda con albariño. Precio: desde 175 euros. Dónde: Santo Tomé de Nogueira (Meis).

Can Aisha y Gecko Hotel, en Formentera

El Can Aisha no es exactamente un hotel, pero necesitábamos algo así, tan rabiosamente mediterráneo. Algo que nos acercara el verano. Y es lo que hace este pequeño pero adorable complejo con cinco estudios, cerquita de la playa de Es Pujols. Tiene lo que querías: jardín y solárium con piscina. Por cierto, es solo para adultos. Precio: 106 euros. Dónde: Carretera de San Ferrán, 375.

Y seguimos en la isla, cómo irnos, pero ahora en el Gecko Hotel & Beach Club, porque es la mar de apetitoso y porque, además, propone retiros de yoga para Semana Santa (del 18 al 21 y del 21 al 24 de abril), con el gurú Yiannis Mukta Om. No podía haber un sitio mejor que este hotel que evoca el glamour isleño de los años 50. Los atardeceres mágicos están garantizados. Tumbonas, camas balinesas, comida rica… Ponte a soñar ya. Precio: desde 695 euros el pack, desayuno y cena incluidos. Dónde: Playa de Migjorn. Ca Mari.

Hotel Des Deux Rocs, en Seillans (Francia)

En un pueblo de los más bellos de Francia, de esos que han atraído a los artistas como un poderoso imán, está esta casa del siglo XVII escoltada por dos impresionantes plátanos. Hablamos de Seillans y de un hotel cuyas habitaciones tienen los nombres de la flores de Grasse, el reino de los perfumistas, y están plagaditas de muebles antiguos, grabados originales y de paredes enteladas. ¿Minimalismo? Esto es una oda al romanticismo, restaurante incluido. Deux Rocs es un refugio muy pero que muy francés, la Francia de la Provenza. También un hotel familiar, el de Julie y Nicolas Malzac. Precio: desde 89 euros. Dónde: 1 Rue Fontaine d’Amont.

Palacio Bucarelli, en Sevilla

Sevilla tiene un color especial y también este tipo de hoteles que son de quitar el sentido. Decimos hoteles pero son palacios. El Bucarelli, en concreto, del siglo XVII pero con el confort del XXI. ¿Puede haber mejor reclamo? Más cositas: está en el barrio de San Lorenzo, muy cerca del Museo de Bellas Artes, y también lo inundan cuadros, tapices y muebles de herencia familiar. Puedes elegir entre el ático con terraza y piscina (¡ummm!), el apartamento suite, que puede ser también familiar; el deluxe y el apartamento a dos alturas. Suena tan bien… Precio: desde 156 euros. Dónde: C/ Dalia, 1.

Arantza Hotela, en Arantza (Navarra)

Esto sí es minimalismo, ese que deja que se cuele el paisaje por los grandísimos ventanales y los espacios se inunden de luz. Todo ello con diseño, esculturas y muebles que son obra del artista José Pablo Arriaga, así que estarás rodeado de bosque, de silencio y de arte. Son 11 habitaciones con nombres en euskera (distintas maneras de llamar a la pareja) que tienen camas King de la casa Hänstens y bañera para vivir, dicen, “el aquí y ahora, sin prisas, a tu ritmo”. Además, de sus paredes cuelgan cuadros que forman parte de una colección que comienza en el restaurante. Y para colmo, todo es muy bio: desde los productos locales, de km O, hasta los amenities o los cargadores para coches eléctricos. Aviso a navegantes: Adults Only. Precio: desde 264 euros. Dónde: Aientsa Auzoa, 10.

Ronco dell’Abate, en el lago Como

Todo lo que rodea al imponente lago Como, con semejante paisaje alpino, es de encanto máximo y lujo, y este hotel con este nombre no podía ser menos. Te parecerá que has viajado en el tiempo, con su elegante ambiente, sus históricos muebles, sus habitaciones perfectamente conservadas. Es muy royal y chic. Nada más entrar, te recibe una gran escalera adornada con dos pinturas del siglo XVIII y una araña de cristal que le da un sofisticado aire bohemio (de verdad). Y eso que aún no hemos hablado de la biblioteca con libros raros, mapas antiguos y una caja de música de finales del XIX. Es todo tan literario... Para leer, por ejemplo, 'La casa tomada', de Cortázar. Precio: desde 152 euros. Dónde: Via Salita dei Cappuccini, 23.