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“Hortensias para Letizia y lilas para Sofía”, dice Sonia Mompó, la reina de las flores
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LAS FLORES QUE DECORAN ETERNAMENTE

“Hortensias para Letizia y lilas para Sofía”, dice Sonia Mompó, la reina de las flores

No es florista, ni botánica, ni decoradora y lo es todo a la vez. Sonia Mompó conoce las flores como si hubiera vivido con ellas toda la vida

Foto: Los arreglos florales o el don de mezclar colores y texturas. (FOTOS: José Salto)
Los arreglos florales o el don de mezclar colores y texturas. (FOTOS: José Salto)

La peculiaridad de Sonia, y de ahí su rareza, es que domina ese arte pero con elementos artificiales. Una especie de 'pulgares verdes', que es como se llama a las personas que saben tratar a las plantas en todas sus variantes. Peonías, rosas, hortensias, pensamientos, gardenias, tulipanes, lavanda, camelias, jacintos… son algunas de las especialidades que sirven para que ella componga sus centros de flores que, a simple vista, parecen naturales.

placeholder La artista de las flores, Sonia Mompó.(FOTO: José Salto)
La artista de las flores, Sonia Mompó.(FOTO: José Salto)

Lo curioso es que nunca pensó que se dedicaría profesionalmente a esta actividad. En realidad, se licenció en Derecho y Empresariales y durante varios años su actividad laboral estuvo relacionada con sus estudios. Sonia Mompó nos abrió las puertas de su estudio, donde lo único que faltaba era el olor de las flores para imaginar que realmente estábamos en un jardín mágico. Por encima del sentido del olfato estaba el de la vista.

placeholder Flores que permanecen de por vida.  (José Salto)
Flores que permanecen de por vida. (José Salto)

La primera pregunta nos parece obligada: ¿Cómo se da el paso de ser una brillante profesional licenciada en Derecho y Empresariales a realizar un trabajo manual como este? “Durante siete años fui directora comercial del departamento Pertegaz Camisas”, empieza explicando Sonia. “Allí aprendí mucho porque tuve que tocar todos los departamentos (producción, gestión de clientes, proveedores, almacén, ventas...) y fue mi gran máster cuando salí de la universidad”.

Como dato curioso, Pertegaz le hizo su traje de novia. Años después se lo haría a la periodista Letizia Ortiz para su boda con el príncipe Felipe

Cuando se toma una decisión de este tipo, a la familia, los amigos y hasta los compañeros de trabajo les resulta difícil entender el cambio laboral. Mientras muestra las cajas apiladas en una gran estantería con el nombre de la flor que hay en su interior cuenta que, efectivamente, al principio fue un poco incomprendida. Sobre todo porque no había rendimiento económico y sí gastos.

placeholder Sonia Mompó.(FOTO: José Salto)
Sonia Mompó.(FOTO: José Salto)

“La verdad es que no lo entendían. Mi hermana pequeña me decía que cómo había estudiado tanto para dejarlo todo. Y yo le decía que cuando fuera madre lo entendería. Para mí era muy complicada la conciliación familiar. Lo importante era estar con mis niños y no llegar a las diez de la noche y que estuvieran dormidos. Monté el taller en casa y he visto crecer a mis cinco hijos. Siempre digo que fue la Providencia. Cuando hacía un regalo, lo adornaba con flores secas. Acudí a una feria y vi las maravillas que se hacían y me cambié a las artificiales. Venían a casa amigos, me preguntaban que dónde compraba los centros y, al decirles que los hacía yo, empezaron a encargarme. Así fue como empecé”.

placeholder El proceso. (José Salto)
El proceso. (José Salto)

Sonia tenía claro desde el principio que tenía que elegir el mejor producto del mercado. Y la 'high class' de las flores y plantas artificiales las fabrican los chinos y se distribuyen en Europa. “En España hasta hace muy poco no se compraban flores para decorar la casa sino para regalar. Por ejemplo para el Día de la Madre o los cumpleaños. No había cultura en este sentido y menos artificiales porque no estaban bien hechas. Ahora hay preciosidades y me encargan ramos de novia que van a tener siempre como recuerdo”, cuenta.

Al preguntarle qué flores no juntaría nunca, nos explica: “Por ejemplo, una rosa y una orquídea, y esta con una peonía. Las orquídeas tienen tanta personalidad que van solas. Y son difíciles de componer las silvestres. ¿Una fácil? La hortensia es muy vistosa y agradecida”.

Para alguien ajeno a este mundo, al ver sus centros, maceteros y jardineras llenas de plantas se podría pensar que nuestra protagonista, además de sus licenciaturas, hizo algún curso que tuviera que ver con los trabajos de floristería o al menos un curso de botánica para saber el 'espíritu' del material que utiliza, su movimiento, las que pueden estar juntas y las que no... Mompó da una clase magistral sin haber trabajado nunca en un vivero.

¿Hiciste algún curso?

¡Qué va! Es algo innato porque, en cambio, las flores naturales se me dan fatal. Me sirvió haber trabajado en el mundo de la moda, donde estaba acostumbrada a ver colecciones, texturas y gamas de colores.

¿Cómo consigues que tengan movimiento?

Es lo más difícil. Cuando yo recibo las cajas con las flores, están tiesas y hay que ir una a una dándoles la forma, moldeándolas. Es un juego de manos.

En este trabajo se unen las manualidades, el diseño y la creatividad, pero si falta el buen gusto, todo lo demás sirve de poco. En su caso, su trayectoria ha ido más allá y su faceta artesanal la completa con otro tipo de productos decorativos: cuadros hechos con conchas de diferentes tamaños, caracolas, estrellas de mar, que los combina con formas geométricas de todo tipo...

¿Cómo llega la gente a ti?

Nunca he hecho publicidad. Funciona el boca a boca y el contacto se hace a través de mi web, Los Detalles de Sonia Mompó. (Perfil de Instagram: @losdetallesdesonia)

¿Es verdad que cada persona tiene su flor? ¿Hablas con los clientes?

Sí, sobre todo con las novias. Me gusta intercambiar impresiones con ellas antes de empezar a trabajar.

¿Qué centro enviarías a Meghan Markle por el nacimiento de su bebé?

Peonías con algo de eucalipto.

¿Y a la reina Letizia?

Una mezcla en tonos blancos. Por ejemplo, hortensias combinadas con lilas.

¿Y a la reina Sofia?

Algo más clásico. Un gran centro con magnolios o unas buenas lilas.

La peculiaridad de Sonia, y de ahí su rareza, es que domina ese arte pero con elementos artificiales. Una especie de 'pulgares verdes', que es como se llama a las personas que saben tratar a las plantas en todas sus variantes. Peonías, rosas, hortensias, pensamientos, gardenias, tulipanes, lavanda, camelias, jacintos… son algunas de las especialidades que sirven para que ella componga sus centros de flores que, a simple vista, parecen naturales.