Tripea y otras 3 joyas gastro 'escondidas' en mercados de abastos de Madrid
Los tradicionales espacios en los que hasta hace poco solo se compraba carne y verdura se han reconvertido en lugares de encuentro para degustar auténticas delicias culinarias
Si hace unos años alguien nos hubiera dicho que esos mercados en los que hasta no hace demasiado tiempo la gente se acercaba para comprar fruta verdura o pescado fresco se iban a convertir en los nuevos 'places to be' en la ciudad, nadie se lo habría creído. Pero la creciente proliferación de espacios gastronómicos de interés ha posibilitado esta transformación de lo tradicional a lo moderno sin dejar nunca de ser cool.
En Madrid, uno de los primeros en realizar esta reconversión fue el mercado de San Miguel, que después de estar muchos años con la verja echada, un lavado de cara respetando una estructura original muy atractiva y el hecho de que se encuentre en un enclave privilegiado le convirtieron en punto de peregrinación para curiosos y, sobre todo, turistas. Pero obviando el más intagrameable de todos los mercados madrileños, los barrios albergan autenticas joyitas culinarias.
Tripea, Mercado de Vallehermoso
En el puesto 44 del Mercado de Vallehermoso se consolida, después de dos años, la propuesta del chef Roberto Martínez. Su lema, 'Come y flipa', encantará a unos y chirriará a otros, pero sus platos convencerán a todos. La cocina de base tiene sabor español, pero el espíritu aventurero de Roberto y su estancia en Perú le dan toques asiáticos, latinos y peruanos creando, en palabras del propio chef, “una jungla de sabores que te harán repetir”.
Una de las principales ventajas de tener tu espacio gastronómico dentro de un mercado es que los productos llegan de los puestos vecinos, así que la frescura y la innovación están asegurados en función del producto de temporada.
Una mesa larga, alta y única da la bienvenida a los comensales que en este segundo aniversario pueden probar algunas de las novedades de la carta como el satay de mollejas de cordero o la croqueta pintada & kimchiee. Además cuenta con un menú degustación de 7 pases con clásicos como la tostada de manitas enmoladas o las revolconas de plátano macho.
La terraza de San Antón, Mercado de San Antón
Un espacio cuyo lema es 'Come, bebe, goza' ya cuenta con nuestra aprobación, pero lo que hace especial a la terraza de San Antón (situada en la azotea del mercado del mismo nombre) es esa mezcla de buen comer y mejor beber que la ha convertido en un clásico del colorido barrio madrileño de Chueca. Otro de los atractivos es su amplio horario, de 10.00 de la mañana hasta las 2.00 de la madrugada, lo que la convierte en el mejor punto para un gratificante sueño de una noche de verano.
¿Indoor o outdoor? En la Cocina de San Antón ambas opciones son posibles y las dos ganadoras. El espacio cuenta con una zona de terraza descubierta (muy apreciada en estas fechas), pero también con un espacio cubierto para los que ven en el aire acondicionado un aliado. El local rebosa una exuberante vegetación y cuenta con una cuidada iluminación.
La carta es de lo más refrescante incluyendo clásicos del verano como ibéricos y salmorejo, pero lo más divertido es que puedes comprar lo que te apetezca en el propio mercado de las plantas inferiores y te lo cocinan. Acompáñalo de un Frozen Lemonade o de la San Antón Sangría y a disfrutar.
Casa Dani (Mercado de la Paz)
Antes de que los mercados experimentaran esa transformación gastronómica ya existían algunas joyas camufladas entre puestos de pescado y clientes que preguntan: "¿Quién es la última?". Hace más de un cuarto de siglo que Casa Dani surgió ocupando un humilde puesto del Mercado de la Paz, en el barrio de Salamanca. Daniel García fundó esta casa de comidas en 1991 y hoy es su hijo Dani el que continúa con el negocio y ya hay una tercera generación trabajando en el local.
La especialidad de este espacio es sin duda la tortilla de patata y cuenta con varios premios que lo acreditan. El penúltimo de ellos el conseguido el 26 de marzo de este año en el II Campeonato Nacional de Tortillas celebrado en el marco del Foro Gastronómica Internacional de la Papa en Tenerife. Con cebolla o sin cebolla, todas del mismo tamaño, todas con el punto exacto de sal, de patata confitada y el punto exacto de jugosidad. 500 tortillas diarias (la primera madruga a las 7:30) no pueden estar equivocadas.
Cutzamala (Mercado de Antón Martín)
Uriel Coria es un mexicano de Cuernavaca que después de dos décadas viviendo en Madrid decidió dejarlo todo y lanzarse a una aventura gastronómica que tendiera puentes entre su ahora y su ayer; es decir, sus raíces mex y su presente madrileño. Así nació Cutzamala Mex Food, que ya va por su quinto año sirviendo comida mexicana sin grandes aspavientos, pero sabrosa, honesta y deliciosa con ingredientes de temporada seleccionados en los puestos vecinos.
Sin olvidar que los tacos son la especialidad del local, no hay que dejar de probar otras opciones como los totopos de maíz (sí, los nachos) que sirven con guacamole casero y queso fundido. Suena familiar pero sabe extraordinario. Las quesadillas de cochinita pibil son excelentes, así como los tacos al pastor hechos sobre plancha.
En el capítulo de las bebidas no podemos dejar de recomendar las magnificas aguas de Jamaica, tamarindo y la fresca de horchata elaborada con arroz.
Y el menú entre semana es tan asequible que no merece la pena ni que te prepares un táper.
Si hace unos años alguien nos hubiera dicho que esos mercados en los que hasta no hace demasiado tiempo la gente se acercaba para comprar fruta verdura o pescado fresco se iban a convertir en los nuevos 'places to be' en la ciudad, nadie se lo habría creído. Pero la creciente proliferación de espacios gastronómicos de interés ha posibilitado esta transformación de lo tradicional a lo moderno sin dejar nunca de ser cool.