Gwyneth Paltrow contrata a un curador de libros

De Gwyneth Paltrow nos esperamos cualquier cosa. No podemos olvidar que hablamos de la gurú de estilo de vida más famosa del planeta, con permiso de Marie Kondo, si por estilo de vida entendemos, claro está, utilizar huevos vaginales de jade, recurrir a spas vaginales (¿soy la única que empiezo a ver una temática recurrente en los intereses de esta mujer?) y creer que las picaduras de abejas son un buen método de belleza.

La última excentricidad de la actriz, pese a todo, ha conseguido sorprendernos. Resulta que Gwyneth Paltrow ha contratado a un curador de libros (espero que en estos momentos estéis frunciendo el ceño tanto que la industria del bótox se esté frotando las manos) para que le ayude a encontrar los libros adecuados para llenar las estanterías de su casa de Los Ángeles. Problemas del primer mundo, ya sabéis: Paltrow está agobiada porque necesita libros bonitos para sus estanterías, porque ¿quién quiere libros feos? (Nótese el tonito de ironía, por favor).

En una entrevista publicada en ‘Town&Country’, el curador de libros de los famosos (sí: Paltrow no es ni la primera ni la última en recurrir a sus servicios), Thatcher Wine, explica cómo ha sido su labor junto a la actriz. “Investigué qué libros tenía. Eran sobre moda, arte, cultura, fotografía y arquitectura. También me fijé en los libros que les gustan a sus hijos. Nos centramos en los temas que tenía en sus estanterías y para los niños, incluimos una selección de clásicos que les podrían gustar cuando crezcan”, explica a la publicación.

También cuenta que a Gwyneth le gusta leer en el comedor y que ha organizado los libros ahí siguiendo una paleta de colores negros, blancos y grises. Al remodelar su casa, la actriz se dio cuenta de que necesitaba entre 500 y 600 libros para sus estanterías y recurrió al curador de libros de los famosos, que Laura Dern y Shonda Rhimes también han contratado.

En ‘Goop’ (¿dónde si no?) aparece una entrevista a Wine en la que explica a los lectores de la web cómo organizar sus estanterías de libros. “Hay que pensar en diferentes factores: el tamaño, el color, la temática y la estantería. Para una habitación familiar, creo espacios que sean fácilmente accesibles para los niños y los invitados.

Suelo poner los libros en las estanterías más bajas, para que puedan cogerlos. Cuando tienes libros con temáticas similares -moda, joyas, arte o arquitectura-, puedes determinar cuánto espacio necesitas para ellos y cómo podrían organizar los libros, si quieres ponerlos de forma vertical, haciendo montañas en horizontal, o combinando ambas formas. Intento crear un patrón visual”, explica. La pregunta real es si alguien se lee realmente esos libros o si solo son utilizados como objetos de decoración.