Los hotelitos (con mucho encanto) en los que vas a querer despertarte este otoño
Ponte otra vez on the road (poéticamente, incluso) y despiértate en Vejer de la Frontera, en Barcelona, en Toledo o en Menorca. Estos cuatro hoteles son para ti. ¿Cuál te gusta más?
Si te están entrando unas ganas enormes de hacer una escapadita de fin de semana en clave otoñal a algún punto de nuestra geografía, aquí tienes cuatro hotelitos que te van a poner los dientes muy largos y en los que te vas a querer despertar. Ya lo verás.
Hotel Plaza 18, en Vejer de la Frontera
Vejer no solo es para el verano. Al pueblo que más y mejor reúne lo que es Cádiz le sienta muy bien el otoño. Puedes ir a comprobarlo y alojarte en el hotel boutique Plaza 18, que acaba de abrir sus puertas en pleno casco histórico, nada menos que en la plaza de España, de donde su nombre. Solo seis habitaciones desde las que podrás contemplar la sierra, el pueblo o la costa, alojadas además en un edificio del siglo XIX construido sobre una casa árabe del XIII, con una fachada que te va a encantar, el patio y la terraza que te esperabas, suelos de madera, piedra natural y mármol. Más datos: es hermano de la ya mítica Casa del Califa y lleva la firma de la diseñadora Nicky Dobree.
Un plus: no hay mejor época para ir que esta. ¿Por qué? Están a punto de cruzar el Estrecho las aves migratorias y ¡es un espectáculo que no tiene igual!
Precio: desde 180 euros.
Dónde: Plaza de España, 18. Vejer de la Frontera (Cádiz).
Complejo Agroturístico Fontenille, en Menorca
Menorca es así. A la vez lujosa, cool y agroturística. Las Baleares en general lo son. Solo hay que ver este complejo que nace de la unión de dos fincas históricas (y preciosas): Torre Vella, de arquitectura clásica menorquina, con 17 habitaciones, un restaurante y un bar al borde de un acantilado a 60 metros sobre el nivel del mar, y Santa Ponsa, un antiguo palacio del XVII con exuberantes jardines y terrazas, 22 habitaciones, un spa y un restaurante de autor (el chef catalán Albert Riera). En total, 300 hectáreas con naturaleza salvaje, dos kilómetros de playa y una explotación agrícola sostenible, de donde sale aceite, vino y miel, casi de película (francesa). Por cierto, este Relais & Châteaux tiene dos hermanos en Francia: Domaine de Fontenille y Les Hortensias du Lac, por si te animas a cruzar al país vecino.
Un plus: te puedes apuntar a yoga frente al mar, a un taller de alfarería y a dar un paseo en barco o a caballo.
Precio: desde 174 euros.
Dónde: Carretera de Llucalari. Alaior (Menorca).
Hotel Eugenia de Montijo, en Toledo
Volvemos a los viajes culturales ahora que es otoño y Toledo es una cima, con su catedral, sus sinagogas, su monasterio de San Juan de los Reyes y su largo y maravilloso etcétera, con el Greco de fondo. Y para alojarnos nos vamos de cabeza al hotel Eugenia de Montijo, que está en todo el centro y fue palacio de la emperatriz española durante el siglo XIX. Hay obras de arte antiguas y modernas, mucho azul Tiffany’s (favorito de la aristócrata), un lucernario de vidrio emplomado muy decimonónico y no poco cruce de culturas, como en toda la ciudad. Tiene 40 habitaciones, spa, un circuito termal, bar y un restaurante de nombre Federico, no por Lorca, sino por quien fue el diseñador de cabecera de la emperatriz, el inglés Charles Frederich Worth.
Un plus: acaban de inaugurar el paquete turístico que incluye disfrutar del Puy du Fou, un parque temático que recrea los hitos del pasado a través de la actuación de bailarines, actores, jinetes y hasta especialistas.
Precio: 285 euros (una noche de alojamiento para dos con desayuno, entrada preferente al Puy du Fou y traslado al espectáculo).
Dónde: Plaza del Juego de Pelota, 7. Toledo.
Alexandra Barcelona Hotel
Este hotel no podía estar sino en Barcelona, con su cuidada mezcla de tradición y modernidad, de detalles modernistas y diseño contemporáneo. Más ahora que el estudio Borrell Jover acaba de dar nuevos aires a 23 de sus 116 habitaciones, repartidas en los dos edificios en los que se divide (y se une) el hotel. Pero ahí están las molduras originales de sus techos o el mosaico hidráulico de sus suelos. Todo muy ciudad condal y todo un hotel cosmopolita. En el Alexandra Barcelona Hotel no falta el restaurante, con un protagonista de excepción, el Solomillo (ese es su nombre), que además tiene patio, con plantas de la región y piscina; ni un segundo espacio gastro, este dedicado a La Charcutería, también en mayúsculas.
Un plus: en colaboración con Philarthropic, una consultoría de arte comprometida con el impacto social, han creado el proyecto Searching para las nuevas habitaciones. ¿Cómo? Con imágenes (de Verónica Escudero) que son ventanas imaginarias abiertas al mar, nuestro Mediterráneo, que están a la venta y cuyo beneficio se dedicará a sesiones de arteterapia para personas sin hogar, enfermos o exreclusos.
Precio: desde 192 euros.
Dónde: Calle Mallorca, 251. Barcelona.
Si te están entrando unas ganas enormes de hacer una escapadita de fin de semana en clave otoñal a algún punto de nuestra geografía, aquí tienes cuatro hotelitos que te van a poner los dientes muy largos y en los que te vas a querer despertar. Ya lo verás.