Muévete con estilo

En el mundo de la moda si hay algo poderoso son los ‘metiers’, ‘les petits mains’, esas manos de artesanos y costureras que construyen un gran diseño a partir de la idea de un artista. La capacidad de darle forma, cuerpo y convertir una idea en algo físico es un arte. Pero este arte no solo existe en la moda, también se puede observar en otros sectores como el de la automoción.

Los diseñadores de vehículos ven cada nuevo modelo como una obra de arte. Y en especial los de Mazda, que buscan con cada nueva creación crear un proyecto que vaya más allá de lo esperado, en muchas ocasiones incluso con artistas que no tienen nada que ver con el mundo del motor. Esta filosofía de diseño de Mazda se llama Kodo, que significa 'alma del movimiento'. Kodo trata de capturar la energía del movimiento, incluso en objetos inmóviles, y de incorporar la vitalidad de los seres vivos a unos productos que sean tan emocionantes e inspiradores como cálidos y seductores.

Trabajan sobre un material vivo, la tierra. Sobre una arcilla dibujan las emociones que un vehículo dado debe despertar en el observador, igual que ocurre con una obra de arte. No te pierdas su técnica… Es espectacular.

Maestros artesanos japoneses y modelistas aúnan fuerzas en un diálogo íntimo y a través de las manos y sus herramientas dibujan emociones. Se guían por la belleza de lo esencial, no hay nada superfluo, creando formas capaces de producir sensaciones en las personas. Todo con una motivación básica: el placer de conducir, expresado por el término japonés Jinba Ittai, que describe la fusión entre un jinete y su caballo.

COMO UN NEW LOOK

Cada detalle de sus modelos está hilado y rematado; por ejemplo, las carrocerías incorporan sutiles curvas Sori (las que se encuentran en la arquitectura tradicional japonesa y la fabricación de espadas), que evocan el trabajo de los antiguos artesanos japoneses, y superficies Utsuroi, en las que los juegos de luces y sombras parecen cobrar vida. Dentro de los habitáculos se aplican conceptos espaciales tradicionales como el MA (es el espacio o los intervalos entre elementos) y el Yohaku (es el arte del espacio vacío) del espacio diáfano para crear fluidez y ambiente.

“Desde siempre, los maestros japoneses han buscado una belleza pura a través de la sencillez de las formas”, explica Jo Stenuit, director europeo de diseño de Mazda. “Eso ha servido de inspiración a nuestros diseñadores para recortar elementos y crear realidades dinámicas y elegantes, contenidas a la par que vitales. Así es como percibimos la estética japonesa, con una sensibilidad que nos ha permitido crear coches llenos de emoción”.

El nuevo Mazda CX-30 es el resultado de materializar esos conceptos de diseño en un vehículo de producción en serie. Un diseño creado a base de transformar la energía humana en formas sofisticadas con minuciosa precisión. Manos hábiles que inventan formas únicas en el mundo de los automóviles y que captan la atención del observador. Todo por el placer de conducir.