Siéntete como George y Amal Clooney en este palazzo (y otros hoteles) del lago Como

Si tú también quieres sentirte tan divino, con toque hollywoodiense, por supuesto, como Amal y George Clooney a las orillas de lago Como, en la siempre sorprendente Italia, pero con un pie puesto en Venecia, porque siempre es buena hora de embarcarse en una góndola y cruzar al Lido o a Murano, alójate en alguno de estos hoteles con hechuras de palazzo, asomados a este espectacular paisaje alpino en esa región espléndida y sumamente artística que es la Lombardía. ¿Te imaginas una Navidad o un puente de diciembre al ladito de Villa Oleandra (mansión del actor y la abogada) tomando café (no diremos marcas) frente a estas tranquilas aguas? Te tentamos.

1. Vista Palazzo Lago di Como

El palazzo en cuestión es de estilo veneciano, fue levantado en el siglo XIX y es un clásico del lago (su fachada impone), junto a la animada Piazza Cavour, con románticas balaustradas y balcones Julieta, tal y como queríamos. Por fortuna, no es privado, sino que es un hotel -de lujo, claro (un Small Luxury Hotel)-, con 18 habitaciones nada más y cuyas camas están vestidas con sábanas italianas bordadas a mano.

Por si todo esto fuera poco, aún hay más: un Infinity Bar, como las piscinas de nuestros sueños, en donde te puedes tomar un Up into the River, un cóctel que es casi una película hecho de whisky, jerez Tío Pepe (guiño patrio a lo nuestro) y jarabe de granada, pero inspirado en realidad en la migración del salmón. Precio: desde 540 euros por noche (desayuno, y qué desayuno, incluido). Dónde: Piazza Camillo Benso Conte di Cavour, 24 (Como).

2. Grand Hotel Tremezzo

Otra tentación hecha hotel, esta vez un edificio art noveau que se alza en el lado oeste del lago y que ofrece, cómo no, vistas a las aguas cristalinas -quién dijo Caribe-; a Bellagio, ese pueblo de postal en la península, y al Grigna, los Alpes de Bérgamo. No vamos a hablar, porque no es tiempo, de su piscina sobre el lago, ni de su playa privada, pero sí de esa hospitalidad a la italiana de la que hacen gala, de ese espíritu Belle Époque y de todo el glamour y la exuberancia de tiempos pasados. Dolce vita al poder, con jardín de palmeras y las flores de los geranios, las hortensias, lo tulipanes o las azaleas.

O como dicen, sensaciones Riviera en este hotel de 1900, de cuando viajar era un acto profundamente romántico. No falta el belvedere, porque aquí se trata de mirar, ni la tienda para llevarte un recuerdo hecho -subrayamos esto- por alguno de los mejores artesanos italianos. Además, su gran spa, gimnasio y hasta pista de tenis, sin olvidar sus restaurantes (en plural). Habitaciones, hay hasta 90. Y luego están sus majestuosas villas: Sola Cabiati y Pasalacqua. Precio: desde 464 euros. Dónde: Via Regina, 8 (Tremezzina).

Grand Hotel Imperiale

Otra villa histórica de las que hacen tan exclusivo y glamuroso este destino vacacional al que tan bien le sienta el otoño. Y también de estilo art nouveau, de los felices años veinte, situada exactamente en Moltrasio, en la ribera y con vistas, muchas y grandiosas vistas. Entre sus bondades, está el spa -que no falte (salus per aquam, estos romanos...)-, la piscina para cuando llegue el momento, la pista de tenis, el gimnasio, el restaurante sobrado de elegancia y el jardín con el característico templete. La suite Imperial es lo más, con columnas antiguas, frescos en los techos y baño de mármol. Precio: desde 139 euros. Dónde: Via Regina, 24 (Moltrasio).

Palazzo Albricci Peregrini

No tenemos palabras para decir cuánto nos gusta este hotel, donde todo está tan tan mimado. Claro que es la casa de Maximiliano, Lidia, ingeniero y abogada, y sus hijos Ester y Carlo, estudiantes de arquitectura, viajeros de pro y amantes de la hospitalidad, que tiene una parte de su palacio del siglo XV, porque esto también es un palazzo, abierto a los huéspedes. Una parte, por cierto, que da al jardín interior.

Aquí la elegancia es clásica y todo esta hecho con materiales nobles, naturales y locales. Cada habitación tiene su historia. Precio: desde 202 euros. Dónde: Via Rovelli, 28 (Como).

Villa Liberty

Esta villa, de estilo Liberty (o sea, más art noveau), acorde a las tendencias del momento, aquel 1910, fue un encargo al reputado arquitecto milanés Giovanni Battista Bossi, quien dejó su huella en la Medusa mitológica, los relieves ornamentales de la fachada y el forjado de hierro, y hoy ofrece señorío, habitaciones y spa. Fue sede de una fábrica de bufandas y pañuelos, antes de ser el hotel que es, pensado para viajeros cosmopolitas que buscan la privacidad y la relajación pero también el lujo.

Con proverbial refinamiento y con gimnasio, spa y la terraza que se desea tener cuando uno tiene en frente semejante lago. The Terrace está envuelta en cañas de bambú y olivos, tiene sofás diciéndote a gritos 'siéntate' y mesas puestas para cenar. Y todo ello con vistas a las aguas, al faro de San Maurizio y a Como. Precio: desde 140 euros. Dónde: Via Gaspare Rosales, 1 (Como).