Novedades, clásicos y apuestas cool: comprar y salir en Barcelona

Es habitual, en plenas fiestas navideñas, sentirse sobrepasado por las ofertas y no saber a dónde ir, ni qué comprar, ni en qué emplear el tiempo libre. Quedar con amigos para cenar, visitar otras ciudades, montar un buen plan, a veces, puede convertirse en una pesadilla. Si uno es lugareño, a veces se pierde en las ideas, y si estamos en una ciudad que no es la nuestra, suele suceder lo contrario, que no sabemos si estamos apuntando bien. Seas del grupo que seas, te plantearemos aquí algunas apuestas para despejar el mapa navideño de Barcelona y, sí, encontrar la aguja en el pajar.

Darial

Muchos lloramos el cierre de Colette, en París, una concept store con precios prohibitivos en la que uno se podía pasar el día entero tan solo mirando en sus estanterías. Pues desde octubre, Barcelona tiene un local que le va a la zaga. Darial es un proyecto espectacular, situado en la zona más noble del Eixample, donde el diseñador georgiano Djaba Diassamidze ha dejado una impronta que no deja a nadie indiferente. Son 1.600 metros situados en los bajos de la Casa Tomàs Roger, de blanco total, con gigantes columnas doradas, biombos de Coromandel y piezas de diseño de Pierre Chareau, Serge Roche y Pierre Poulin. Este multiespacio, con moda, arte y restauración -el restaurante vegetariano Le Leópard bien vale una sentada- no es solo una tienda, como ven, es un lugar al que se tiene que ir. Y como en Colette, no hace falta comprar si el bolsillo no no los permite.

Dónde: Calle Ausiàs March, 37.

SUNE de Sueños Negros

Es una de las tiendas multimarca de referencia en Barcelona. Sueños Negros ha pasado por distintos lugares y ahora, establecida en los Jardinets de Gràcia, un punto imprescindible para saber qué se lleva. Y cómo. Desde las zapatillas Veja, un must en el armario de toda fashionista -las sneakers femeninas son la gran apuesta de SUNE-, hasta ropa, libros y decoración. Son 400 metros cuadrados en la zona alta de Paseo de Gracia donde comprar e inspirarse.

Dónde: Paseo de Gràcia, 115-118.

Käte Wolfhart

Quienes viajen a menudo por el Norte de Europa estarán acostumbrados a ver tiendas de adornos de Navidad en pleno agosto. Y muchos orientales fotografiando en plan obsesivo. Pues ya lo tenemos aquí. La clásica tienda alemana Käte Wohlfhart, un universo navideño espectacular, ha aterrizado en el barrio gótico de Barcelona. Con todo tipo de decoración temática, desde bolas hasta renos, de cristal a madera, de purpurina a lana, este local se ha convertido en uno de los más concurridos del centro las pocas semanas que lleva abierto. ¡Hagan cola, señores!

Dónde: Carrer dels Banys Nous, 15.

Palace Hotel

La ‘casa’ de Woody Allen cuando visita Barcelona ha renovado su propuesta para dejar de ser un hotelazo de lujo para ser un lugar del que todos puedan disfrutar. Con propuestas abiertas al público, una terraza jardín en el rooftop con conciertos de jazz, hasta pasar la tarde con Papá Noel, su propuesta más original para estas fiestas. En el Afternoon Tea del Palace, cada tarde parece Santa Claus para pasar un buen rato con los más pequeños. Y de paso recoger sus cartas. Y además del cotillón de Nochevieja al más puro estilo clásico, recomiendan desayunar el día 1 de enero en el Salón Diana, donde una gran oferta reconstituyente alejará las posibles resacas y nos permitirá empezar el año con buen pie.

Dónde: Gran Via de les Corts Catalanes, 668.

Majestic Hotel&Spa

No solo de compras vive la Navidad. También hay que comer, y mucho. Celebraciones no nos faltan estos días y en el hotel Majestic, el mejor clásico de la ciudad, propiedad de la familia Soldevila desde hace más de 100 años, tienen varias propuestas para gustos dispares. Desde caviar con Dom Pérignon en su espectacular terraza La Dolce Viate -Prix Villégiature a la mejor terraza de hotel urbano de Europa 2019- con DJ a los platos, como los más tradicionales Nochebuena, Navidad y Sant Esteve en sus salones. La cocina, capitaneada por Nandu Jubany, es ya un clásico de la ciudad, donde los barceloneses se codean con turistas de medio mundo en eso de a ver quién disfruta más. ¿Un consejo? No se pierdan su brunch, un capricho, acaso el mejor de la ciudad.

Dónde: Paseo de Gracia, 68-70.

Hotel Casa Bonay

Desde el restaurante asiático, uno de los más apreciados de la ciudad, hasta su biblioteca coctelería, pasando por la tienda de libros y de ropa. En el Hotel Casa Bonay todo es cool (perdón por ser tan antigua, es la edad). Situado en la Gran Vía, en el puro centro de Barcelona, este espectacular establecimiento es un hotel y mucho más que eso. Podemos comprar cualquier cosa de la firma Batabasta las 24 horas del día los siete días de la semanas, y cuentan con Lino, una librería creada por la maravillosa editorial Blackie Books, quienes hacen una selección de títulos de segunda mano. En King Kong Lady podemos probar su oferta de platos asiáticos, en Libertines se puede tomar un snack, celebrar una reunión, beber un cóctel y bailar, o todo a la vez, hasta las dos de la madrugada. Y en Satan’s Corner podemos probar el que muchos dicen es el mejor café del mundo (con perdón de George Clooney y de Juan Valdez).

Dónde: Gran Via de les Corts Catalanes, 700.

Manila

Acaba de abrir y ya es punto de encuentro de celebrities locales (vale, hay pocas) y nacionales (son todas amigas del dueño). Sí, Carlos Puig Padilla mueve multitudes en Barcelona. Amigo de Bibiana Fernández, Andrés Velencoso, Rossy de Palma y Jon Kortajarena, entre otros muchos, este fotógrafo ha cumplido un pequeño sueño con la apertura del Manila, una coctelería situada en la calle Valencia, en la zona más gamberra del Eixample, donde suele haber llenazo cada noche. Guapos y guapas que no se pierden una fiesta. Así, el cotillón de Nochevieja promete.

Dónde: Calle Valencia, 194.

Dry Martini by Javier de las Muelas

Es ya un clásico, una apuesta segura que no podemos dejar nunca de recomendar. Dry Martini, con las paredes de madera, los sillones de piel y la maravillosa barra, es la mejor coctelería de Barcelona, donde suena Sinatra y uno se transporta a los años de la ley seca con una copa en la mano. Si tiene aguante, prueben su dry martini, solo uno, como recomienda su propietario, Javier de las Muelas, un innovador de la coctelería, ganador de incontables premios internacionales y gran anfitrión. Y uno de sus cócteles estrella, ideados por De las Muelas, es The Jigger, de Bacardi Superior, Seven Tiki Ron, zumo de pomelo fresco, sirope de mora, sirope de caña, zumo de limón fresco y mix de fruta de temporada.

Dónde: Aribau, 162.

Upper Lounge

Es uno de los locales consolidados de la zona alta. Sorprendió que la familia Marcilla apostara por un hotel en Pedralbes y resultó ser un acierto. El Upper-Lounge se ha convertido en lugar de referencia y ha dinamizado un barrio en el que cada día hay más oferta gastronómica. El hotel y su restaurante, casual y recomendable, donde se pueden tomar desde unos básicos y deliciosos fingers de pollo a unas ostras francesas, son el punto de encuentro de lo mejor de cada casa. Sus propuestas de Navidad y Nochevieja se basan en la sofisticación, con el toque asiático que da el buen sushi. Además, cada viernes y sábado noche, la música llena el local de la mano de los mejores DJ de la ciudad. Pasar el fin de año en Upper es hacerlo como en casa, como un barcelonés que sabe lo que quiere y huye de aglomeraciones y barras libres, siempre con un toque de más.

Dónde: Paseo Manuel Girona, 13 B.

L’Origen Osmosis

Vinos, tapas y platillos son la propuesta de L’Origen de Osmosis, el nuevo espacio de este restaurante consolidado en el centro de Barcelona. EL nuevo concepto está situado en la parte superior del restaurante Osmosis, en cuya cocina se mezcla tradición y creatividad de forma equilibrada. La mejor manera de conocer el buen producto y de introducirse en lo mejor de la cocina catalana. L’Origen es un formato casual, más divertido y dinámico, donde se puede picar algo a cualquier hora del día: buñuelos de bacalao, croquetas de gamba, embutidos Cal Tomàs y mollejas con tupinambo son algunas de las propuestas que se pueden maridar con vino a copas, una rareza en Barcelona.

Dónde: Calle Aribau, 100.