Lo que necesitas saber para seguir una dieta proteica y perder peso de forma segura
Antes de comenzar una dieta proteica tienes que saber qué puedes hacer y qué no
La mejor forma de conseguir perder peso es llevar una vida activa y una alimentación saludable. Pero esto requiere, en ocasiones, un gran cambio de hábitos y por eso a menudo buscamos atajos. Uno de ellos son las dietas, que regulan nuestra alimentación para ayudarnos a cumplir objetivos.
Pero no todas las dietas son efectivas para todas las personas y ese es uno de los puntos en los que solemos tropezar. Por esta razón, antes de comenzar cualquier tipo de dieta, hay que ponerse en manos de profesionales.
Los nutricionistas y médicos especialistas serán quienes nos ayuden a conformar la dieta que más se adapte a nuestras necesidades, ya que pueden perder eficacia si no somos capaces de realizarla de forma correcta.
Eso es lo que puede suceder si te decides por una dieta proteica o la comienzas sin supervisión médica. Cuando buscamos soluciones inmediatas, a menudo es nuestra salud quien acaba pagando el pato.
Pero ¿en qué consiste la dieta proteica?
Este tipo de dietas se caracterizan por reducir la ingesta de hidratos de carbono y grasas y aumentar la de proteínas. Normalmente nuestro cuerpo quema los hidratos para conseguir energía y al no encontrarlos, el organismo entra en cetosis y comienza a quemar grasas y por tanto a adelgazar.
Además, los alimentos ricos en proteínas, como carnes, pescado y huevos, suelen ser más saciantes, por lo que la sensación de hambre será menor. Esto hace que no sientas necesidad de comer entre horas por lo que la ingesta será menor.
Entonces, ¿cuál es el problema?
Aunque pueda parecer todo positivo, lo cierto es que mantener este tipo de dietas a largo plazo o sin control médico puede tener consecuencias para la salud. Durante la cetosis, el cuerpo produce sustancias tóxicas, que al acumularse en nuestro organismo pueden producirnos problemas graves.
Náuseas, mareos o cefaleas, pero también pueden llegar a provocar diabetes. La alta ingesta de proteínas tampoco es inocua ya que puede dar lugar a problemas cardiovasculares o sobrecargas hepáticas o renales.
¿Cómo evitarlo?
Podemos evitar este tipo de problemas con algunos trucos sencillos para que nuestra dieta sea efectiva, pero también saludable. Por ejemplo, escogiendo proteínas magras o con grasas sanas en lugar de procesados o fiambres.
O reduciendo pero no eliminando de la dieta por completo los hidratos de carbono. De esta forma evitarás que tu cuerpo llegue a la cetosis. Aunque limites su ingesta, no dejes de consumir frutas, verduras y legumbres, escasas en este tipo de dietas. Y por supuesto, sigue las pautas del médico y hazte controles periódicos.
La mejor forma de conseguir perder peso es llevar una vida activa y una alimentación saludable. Pero esto requiere, en ocasiones, un gran cambio de hábitos y por eso a menudo buscamos atajos. Uno de ellos son las dietas, que regulan nuestra alimentación para ayudarnos a cumplir objetivos.