El secreto para que tu dieta funcione y consigas tus objetivos
Te contamos los errores más comunes a la hora de comenzar una dieta y cómo evitarlos
Cuando comenzamos una dieta, lo hacemos esperando obtener resultados positivos, y no conseguirlos en un breve espacio de tiempo puede producir una sensación de fracaso. Esta necesidad de inmediatez forma ya parte de nuestro día a día.
Queremos algo y lo queremos ya, pero no todo funciona de esta manera, y nuestro cuerpo es el mejor ejemplo de ello. Si buscamos resultados, debemos estar mentalizados de que es una carrera de fondo, va a requerir tiempo y también un esfuerzo por nuestra parte, pero sobre todo constancia.
Por eso, uno de los puntos principales es tener unos objetivos claros y realistas. Marcarnos metas imposibles no es una ayuda (12 kilos en un mes, por ejemplo), pero tampoco lo es no tener claro qué queremos conseguir con este cambio de vida.
Hay que ponerse metas a largo plazo, pueden abrumar al principio pero serán más fáciles de cumplir, más aún si también tenemos algunos objetivos a corto y medio plazo. Es decir, pequeños éxitos que, gracias a conseguirlos, nos ayuden a querer alcanzar el siguiente. La motivación es clave.
Es indispensable también ponerse en manos de especialistas. Ellos te ayudarán a diseñar la dieta adecuada para tu caso particular, que se adapte a tus necesidades, sobre todo en el caso de que tengamos algún problema de salud, pero sobre todo tener claro que la base de una pérdida de peso constante y saludable consiste en ingerir menos energía de la que gastamos diariamente, obligando a nuestro cuerpo a que utilice esas reservas en forma de 'michelín'.
Por otro lado, ingerir menos energía (calorías) de la que gastamos a menudo se asocia a pasar hambre y eso es un error, ya que si se convierte en un sacrificio constante, habrá más posibilidades de que regresemos a nuestros hábitos anteriores, que son precisamente los que queríamos cambiar en un primer momento.
Y es que aunque nos cueste admitirlo, ese es el problema principal. Una dieta, como las de pérdida de peso, nos puede ayudar en un momento puntual de nuestra vida, pero si queremos tener éxito a largo plazo, lo que tenemos que hacer es cambiar nuestros hábitos.
No esperes que las cosas se solucionen por sí mismas, no funciona así. Tienes que ser consciente de todo lo que quieres corregir y tomar las riendas de tu vida. Evidentemente no va a ser sencillo, pero con el paso del tiempo te irás adaptando a las nuevas rutinas, y si estas son muchas, haz la incorporación de los buenos hábitos poco a poco. Comienza prestando atención a tu alimentación. Cuando tengas esto asumido, pasa a marcar un objetivo de ejercicio semanal. Cuando esto ya sea un hábito más, piensa en cómo duermes... y así hasta una vida de hábitos saludables casi al completo.
Cuando has decidido adoptar un estilo de vida más saludable, el ejercicio físico no puede faltar. Por supuesto, como ya hemos dicho, nadie espera que alguien que nunca ha hecho ejercicio pase a ser atleta olímpico. La clave es incluirlo en tu vida poco a poco pero de forma constante. Y sobre todo, no dejarlo.
Una vez que ya sabes todas las pautas a seguir, permítete cometer errores. No pienses que por fallar una vez todos los logros están perdidos. Lo importante es que no pierdas de vista el objetivo final, que es sentirte mejor y llevar una vida más sana, así que no dudes en seguir adelante. Y, además, a nadie le amarga un dulce, así que fuera culpabilidades, en esta carrera de fondo puedes parar un día a coger aire, esa es precisamente la clave: el equilibrio.
Cuando comenzamos una dieta, lo hacemos esperando obtener resultados positivos, y no conseguirlos en un breve espacio de tiempo puede producir una sensación de fracaso. Esta necesidad de inmediatez forma ya parte de nuestro día a día.