Macrobiótica para adelgazar: pros y contras de la dieta que hizo famosa Gwyneth Paltrow

Casi todo lo que hace Gwyneth Paltrow está rodeado de polémica y esta dieta no es una excepción. Define una manera de comer basada en los principios del yin y el yang, donde alimentación, medicina y espiritualidad van de la mano.

Por tanto, se trataría más de una forma de vida pero adaptada a la alimentación. Defienden que el cuerpo es un equilibrio de energías y, por tanto, tu alimentación también debe serlo. El yin es calmante y refresca los órganos, el yang es estimulante y genera calor.

Los alimentos que contienen más energía yin son las legumbres, el pescado, la carne, las verduras de hoja y cereales. Los yang serían la miel, el azúcar, los lácteos, hortalizas como el tomate y la berenjena. Así busca complementar los alimentos para crear un equilibrio entre ambas fuerzas.

Los cereales integrales deben formar parte de la dieta diaria y todos los días se deben consumir dos platos de sopa de miso o soja con verduras o algas. Prohíbe las carnes rojas, los lácteos, los azúcares, tomates, patatas y algunas frutas tropicales.

Beneficios de la dieta macrobiótica

Si quieres seguir esta dieta para perder peso, seguramente lo consigas. Se trata de una forma de alimentación que cuida mucho los productos que consume.

Propicia la ingesta de frutas y verduras y reduce enormemente el consumo de productos animales. Los permitidos suelen tener menos calorías, por lo que adelgazar sería comprensible. Además también prohíbe el consumo de productos procesados.

Dentro de la filosofía macrobiótica también está abogar por productos de temporada y de cercanía, frescos, que cocines tú misma de una manera determinada, ya que el sistema de cocción también puede afectar a los nutrientes de los alimentos.

Pero también hay riesgos

Supone una alimentación natural y respetuosa con el medioambiente, pero sus beneficios a menudo quedan eclipsados por los riesgos que conlleva una alimentación tan restrictiva. Sobre todo las versiones más estrictas, que solo permiten cereales, algunas frutas y verduras y agua. Eso sí, el agua nunca durante las comidas.

Al reducir drásticamente los productos de origen animal, realizarla sin la supervisión de expertos nutricionistas y médicos puede provocar riesgos para nuestra salud. Por ejemplo, una deficiencia de vitamina B12, de proteínas o calcio y deshidratación por las restricciones en el consumo de agua.

Está desaconsejada en niños y adolescentes porque puede retrasar el crecimiento. Por ello, antes de comenzar una dieta nueva (sea cual sea esta), lo mejor es consultar con expertos.