El secreto para quemar más calorías mientras corres y así adelgazar más
Sencillos cambios que puedes introducir en tu entrenamiento
Una de las formas más habituales de comenzar a hacer ejercicio físico cuando decidimos ponernos en forma es corriendo. No resulta extraño porque para ello apenas necesitamos equiparnos, con las zapatillas de deporte adecuadas será suficiente.
Por ello, si hemos decidido correr para estar saludables y quemar calorías, hay algunas cosas que podemos hacer para que este ejercicio resulte lo más eficiente posible y que nos ayude a cumplir nuestras metas.
Varía el entrenamiento
Somos animales de costumbres y en ocasiones no nos damos cuenta de que realizamos el mismo recorrido una y otra vez. Si siempre lo hacemos al mismo ritmo y recorremos la misma distancia, nuestro cuerpo se acostumbrará al ejercicio físico y dejará de evolucionar.
Así, es conveniente modificar algunas de estas cosas, por ejemplo, ampliando la distancia y por tanto corriendo durante más tiempo y kilómetros. Cuanto más tiempo estemos corriendo, más calorías quemaremos.
Lo mismo se puede aplicar a los días de entrenamiento, puede que tengamos que salir a correr más días a la semana, pero recuerda que tu cuerpo tiene que recuperarse. Por lo que lo indicado es dejar por lo menos un día de descanso.
Aumentar la velocidad de nuestra carrera también es una buena opción, implica realizar un mayor esfuerzo físico y por tanto incrementar las calorías que nuestro cuerpo está consumiendo.
Podemos elevar el gasto calórico realizando intervalos. Cambiar el ritmo de nuestra carrera, acelerando durante un tiempo y ralentizándolo después, provocará oscilaciones en nuestra frecuencia cardiaca, lo que se traduce en una mayor quema de calorías.
Otros trucos a tener en cuenta
Un buen balanceo de brazos no solo te ayuda a correr más, también puede suponer un aumento de las calorías consumidas durante el tiempo de carrera. Un braceo enérgico incrementará el gasto energético y puede ayudarte a quemar hasta un 15% más de calorías.
Mientras estés en carrera, recuerda mover los brazos con energía de delante hacia atrás, evitando que se crucen y siempre en paralelo al cuerpo, ayudarás a que más músculos de tu cuerpo trabajen, rendirás más, tendrás más velocidad y estarás quemando más calorías.
Otra forma de conseguirlo es corriendo al aire libre, donde no solo tendrás que enfrentarte a la resistencia del aire, también a los desniveles del suelo y los obstáculos que tendrás que esquivar. Un terreno imperfecto puede ayudarte en esta tarea.
Siempre es recomendable calentar antes de comenzar a hacer ejercicio y, una vez finalizado, estirar para que tus músculos se recuperen del trabajo realizado. Pero tendemos a olvidar que esto forma también parte del entrenamiento.
No solo estaremos evitando provocarnos daños o lesiones, también estamos contribuyendo a quemar calorías, que era parte de nuestro objetivo desde el principio.
Por supuesto, si queremos que nuestro entrenamiento sea efectivo, tendremos que acompañarlo de algunos cambios en nuestra alimentación. Los mejores resultados llegarán si compaginamos el ejercicio físico con una dieta equilibrada.
Una de las formas más habituales de comenzar a hacer ejercicio físico cuando decidimos ponernos en forma es corriendo. No resulta extraño porque para ello apenas necesitamos equiparnos, con las zapatillas de deporte adecuadas será suficiente.