Con la dieta volumétrica puedes adelgazar mientras comes hasta saciarte

Cuidar lo que comemos es esencial para llevar una vida más saludable, productos de calidad que nos ayuden sentirnos mejor con nosotras mismas, pero también en las cantidades adecuadas para evitar pasar hambre.

A menudo nos encontramos con dietas que aseguran hacernos perder peso, pero lo consiguen gracias a permitir la ingesta de muy poca cantidad de alimento. Este tipo de alimentación tendemos a abandonarlo pronto.

Lo mejor es optar por un sistema que nos permita sentirnos satisfechas y que también nos ayude a llevar una vida más sana, donde nunca puede faltar el ejercicio físico, ideal para sentirnos llenas de energía y vitalidad.

La dieta volumétrica se basa en alimentos de una gran densidad nutricional, con un alto contenido de vitaminas y minerales, agua y fibra, pero que suman pocas calorías. Abundantes vegetales, con grasas saludables, buenos carbohidratos, suficientes proteínas y mucha agua.

Siguiendo las recomendaciones de la dieta volumétrica puedes perder un kilo por semana, una pérdida que puede ser mayor si lo acompañas de 30 minutos de ejercicio aeróbico diario, como caminar o correr.

Dieta volumétrica

Así, entre los alimentos bajos en calorías pero ricos nutricionalmente que recomienda incluir en nuestra alimentación, destacan las frutas pero también los cereales integrales, las legumbres y algunos frutos secos como las nueces.

Respecto a las verduras, destacan aquellas que no tienen almidón, como las acelgas, las alcachofas, los guisantes, el brócoli, la calabaza, la coliflor, los espárragos, los pimientos, la remolacha, los tomates, la zanahoria… Como ves, hay una gran variedad.

En la lista de alimentos permitidos también puedes encontrar los lácteos desnatados, las carnes magras y pescados azules. Recomienda evitar el consumo de aquellos que tienen mayor densidad calórica, como las patatas fritas, la bollería o el embutido.

La dieta volumétrica explica también que antes de cada comida hay que tomar uno o dos vasos de agua y comenzar con un caldo, después una ensalada y terminar con un plato principal.

Aboga por una dieta baja en calorías y rica en agua y en fibra, con productos saciantes, que requieren una mayor masticación y que te ayudan a no sentir hambre. Además sirven también para regular tu sistema digestivo, lo que a la larga te hace sentir menos hinchada y más ligera.

Este tipo de alimentación, puede producir hinchazón abdominal, retención de líquidos y flatulencias durante los primeros días, hasta que el cuerpo se acostumbra. Esto es así por su alto contenido en fibra.

Antes de cambiar nuestra alimentación, ya sea por llevar una vida más saludable o por perder un poco de peso, es indispensable consultar antes con tu médico o nutricionista. Ellos serán quienes mejor puedan aconsejarte sobre la mejor forma de cambiar de vida.